EL HOMBRE QUE CONFUNDIÓ A SU MUJER CON UN SOMBRERO. Oliver Sacks
Enviado por Óscar J. de la Cruz L. • 24 de Octubre de 2019 • Informe • 9.011 Palabras (37 Páginas) • 361 Visitas
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REPORTE DE LECTURA | Licenciatura: Psicología | Cuatrimestre: Tercero |
Nombre del Profesor: Pamela Berenice Luja Flores | Ciclo escolar: 2019-2 | |
Nombre del Alumno: Julia Anaya Soberanes | Fecha: 30.Marzo.2019 | |
Asignatura: Neuropsicología | Calificación: | |
Firma de enterado del alumno: |
EL HOMBRE QUE CONFUNDIÓ A SU MUJER CON UN SOMBRERO. Oliver Sacks.
Capítulo 1. El hombre que confundió a su mujer con un sombrero
El doctor P. era un músico distinguido, había sido famoso como cantante, luego había pasado a ser profesor de la escuela de música local.
Fue en ella, en relación con sus alumnos donde empezaron a producirse ciertos extraños problemas.
Reconocía a sus estudiantes mediante la voz, se le complicaba identificar caras.
El doctor p. consulto a un oftalmólogo que le hizo un cuidadoso historial clínico y un meticuloso examen de los ojos, él no tenía ningún problema en los ojos pero si en las zonas visuales del cerebro.
Acudió al neurólogo, a los pocos segundos de iniciar la entrevista el mostraba un rostro de demencia.
Se sometió a un examen neurológico: potencia muscular, coordinación, reflejos, tonó. Cuando se examinaba los reflejos (poco anormales en el lado izquierdo).
Los lóbulos temporales del Doctor P. estaban intactos.
Se aplicaron los sólidos platónicos, era evidente que las formas abstractas no planteaban ningún problema.
Ningún rostro le era familiar, no lo veía como correspondiente a una persona, lo identificaba solo como una serie de elementos como un objeto.
Nada le parecía familiar, no tenía realidad un verdadero mundo visual.
El doctor P. construía el mundo como lo construye un ordenador, mediante rasgos distintivos y relaciones esquemáticas.
Él tenía la facilidad para formular hipótesis cognitivas, no era capaz de hacer un juicio cognitivo.
El caso del doctor P. se redujo su capacidad de captar lo concreto y lo real, el no luchaba, no sabía lo que había perdido, no tenía idea de que se hubiese perdido cosa alguna.
Carecía de realidad sensorial, imaginativa o emocional.
- Pacientes con afasia y con lesiones del hemisferio izquierdo han perdido el pensamiento «abstracto» y «proposicional» y los compara a los perros.
El juicio es intuitivo, personal, global y concreto: «vemos» cómo están las cosas, en relación unas con otras y consigo mismas.
Es en concreto el desmoronamiento del juicio lo que constituye la esencia de muchos trastornos neuropsicológicos.
Los procesos mentales constituyen nuestro ser y nuestra vida.
- PATOLOGÍA: AGNOSIA VISUAL
-DESAPARACION DE TODA CAPACIDAD DE REPRESTANCION E IMAGINACION, TODO SENTIDO DE LO CONCRETO, TODO SENTIDO DE LA REALIDAD.
- La gente se presentaba al doctor P. y el doctor P. no lo reconocía; o, mejor, no identificaba su cara. En cuanto el estudiante hablaba, lo reconocía por la voz.
- También veía caras donde no las había.
- Tenía muy buena vista: veía perfectamente un alfiler puesto en el suelo, aunque a veces no lo localizaba si quedaba a su izquierda.
- No cabía la menor duda de que los problemas que tenía con el lado izquierdo, sus déficits del campo visual, eran tanto internos como externos, biseccionaban su imaginación y su memoria visual.
- No hay realidad de un verdadero mundo visual.
GLOSARIO
abstracto, oftalmoscopio, biseccionar, solidos platónicos
Abstracto: Que resulta difícil de entender por tener el carácter esquemático y poco concreto propio de lo que se obtiene por abstracción.
Bisección: división de una figura en dos partes iguales.
Oftalmoscopio: Instrumento óptico que permite el examen del interior del globo ocular y consiste en un espejo cóncavo con un pequeño orificio central; el espejo recoge la luz de un foco cercano y la proyecta al interior del ojo, de modo que este puede ser examinado a través de su orificio central.
Sólidos platónicos son cinco cuerpos geométricos que comparten un conjunto de características.
EL HOMBRE QUE CONFUNDIÓ A SU MUJER CON UN SOMBRERO. Oliver Sacks.
Capítulo 2. El MARINERO PERDIDO
Una vida sin memoria no sería vida.
Nuestra memoria es nuestra coherencia
Nuestra razón, nuestra acción,
Nuestro sentimiento.
Qué clase de yo puede preservar en el individuo que ha perdido la mayor parte de la memoria y con ello, su pasado y sus anclajes en el tiempo.
Jimmie G. fue admitido en una residencia de ancianos en 1975, desvalido, demente, confuso y desorientado. Él era un hombre de buen aspecto era cordial, alegre, afable.
Se le detectaron fallos de la memoria.
Su primera parte de vida recordaba con viveza, pero sus recuerdos por alguna razón se paraban ahí.
Recordaba y casi revivía sus tiempos de guerra y de servicio militar.
Se le aplicaron pruebas de inteligencia donde los resultados arrojaron que era de ingenio vivo, observador, de mentalidad lógica, no tenía dificultades para resolver rompecabezas y problemas complejos, si estás se hacían de prisa. Si se exigían mucho tiempo, se olvidaba de lo que estaba haciendo.
Al examinar su memoria nos encontramos con una perdida extrema, cualquier cosa que se le dijese o se le mostrara se le olvidaba a los pocos segundos.
A veces retenía recuerdos vagos, un confuso eco o sensación de familiaridad.
Es un hombre sin pasado (ni futuro) atrapado en un instante sin sentido que cambia sin cesar.
Se le hicieron varias pruebas (electroencefalograma, exploraciones cerebrales) y no se haya ninguna lesión cerebral.
Bebía en exceso.
-Pacientes fosilizados en el pasado, solo pueden sentirse cómodos, orientados en el pasado.
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