ENSAYO DEL CABALLERO DE LA ARMADURA
Enviado por pedrovl • 15 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 1.432 Palabras (6 Páginas) • 253 Visitas
ENSAYO DEL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA
Presentado a: ST. JONNY CAMILO GONZALEZ MUÑOZ
Comandante Segunda Sección Móvil Dos
Presentado Por: PT. MONTAÑEZ ORTEGA JUAN CARLOS
Integrante segunda sección móvil dos
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA
ESCUADRÓN MÓVIL ANTIDISTURBIOS
2018
ENSAYO DEL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA
Este libro escrito por Robert Fisher, trata sobre la superación personal. Es una lectura muy interesante que nos sirve de mucho apoyo. Da mensajes muy claros y muy útiles para nuestra vida diaria y ayuda a analizar el comportamiento de cada quien como persona. Y no mejor como esta historia del caballero que nos da a conocer lo que tuvo que pasar para que lograra reflexionar sobre sus comportamientos contra su familia y también para que viera lo bueno y lo malo que cometía por ejemplo que prefería más a su armadura que a su familia.
Este libro cuenta una historia que hace muchísimo tiempo atrás existió un caballero bueno, generoso, y amoroso; luchaba contra poderosos dragones y rescataba damiselas. Él era muy famoso por su armadura, y reflejaba rayos muy brillantes. Pero a pesar de eso, la armadura le impedía darse cuenta de las cosas que sucedían a su alrededor. Tenía una esposa llamada Julieta pero a pesar de cómo le demostraba su amor y cariño el caballero no le ponía mucha atención; también tenía un hijo llamado Cristóbal, pero su hijo ya ni sabía cómo era su padre en realidad y ellos dos su esposa y su hijo les molestaba la armadura porque nunca se la quitaba. Un día al volver a casa, Julieta le dijo que si no era capaz de quitarse la armadura y dejar de ir a todas las batallas, en lugar de ponerle atención a su familia, se marcharía de su lado para siempre. Otras veces se hacia el dormido pero esta vez sí lo tomo enserio, y cuando intentó quitarse la armadura no pudo. Al comprobar esto fue rápidamente con el herrero y a pesar de los esfuerzos de este le fue imposible quitársela al caballero. Durante tanto tiempo la había llevado sin darle importancia a nada más que ya formaba parte de él. Por ello decidió irse en busca de alguien que pudiera ayudarle a quitarse de su pesada armadura. Triste abandono su hogar y fue a despedirse del rey, cuando llego al palacio solo encontró al bufón que fue él quien le informo que el rey se había marchado a una cruza y le aconsejo que la única persona que podía ayudarle era el mago Merlín. El caballero se fue dudoso se encamino con su caballo hacia el bosque donde anduvo sin encontrar al mago durante mucho tiempo. Pero finalmente cuando se encontraba muy cansado apareció frente a él rodeado de animales. Merlín y sus amigos se encargaron de alimentar al caballero para que recuperara fuerzas. Pasaron los días y conoció a una simpática ardilla que lo impresionó con sus sabios consejos y también a una astuta paloma la cual aconsejaba por Merlín y autorizada por el caballero hizo llegar una nota a manos de Cristóbal para comprobar si este conocía realmente a su padre. Después de unos días la paloma regreso con la nota impaciente la agarro y cuando la vio se quedó sin palabras y comenzó a llorar desesperado. La carta estaba en blanco, su propio hijo no había podido dar respuesta ya que no lo conocía lo suficiente. Al despertar Merlín le dijo al caballero que se tenía que ir naturalmente no podía volver a casa ya que Julieta y Cristóbal no lo querían con la armadura puesta. Se dio cuenta en ese mismo momento de que ya no recordaba las sensaciones del exterior por que se había acostumbrado a llevar la armadura puesta. Entendió que debía quitarse la armadura por sí mismo. Merlín le explico que podía seguir dos caminos, uno como el que había seguido hasta ahora, u otro más complicado con el cual conseguiría quitarse la armadura. Este camino era el sendero de la verdad. Debía seguir sin su espada y sin su caballo únicamente con la compañía de la ardilla y la paloma; le explico que su camino hacia el final de la empinada cima de la montaña encontraría tres castillos; el de la soledad, del conocimiento y el de la osadía. Se puso en marcha y a la mañana siguiente comprobó que se le había caído una parte de la visera, la ardilla le explico que las lágrimas que derramo por su hijo había oxidado la armadura; el dolor que sintió fue tan profundo que la armadura no pudo protegerlo. Esto le dio fuerzas y continúo su camino. Después de caminar un tiempo se encontró con el primer castillo, allí impresionado vio al rey y este le explico que la única salida debía sacarla de su interior. El rey se marchó y el caballero estando allí en una soledad tan profunda se dio cuenta de la soledad que había sentido su mujer durante mucho tiempo, comenzó a llorar y a preguntarse una y otra vez porque cada vez eran más pequeñas la habitaciones una voz respondió a su pregunta y se identificó con su “yo verdadero”. Para no hacerse líos quedaron en que a partir de entonces le llamaría “Sam”. Poco a poco se le fueron cerrando los ojos y cuando despertó se encontró fuera, al otro lado del castillo. Entusiasmado vio que le faltaba yelmo debido a que volvió a llorar dentro del castillo; la armadura se oxido ya que el tiempo pasaba muy deprisa aunque el apenas de daba cuenta. Después se dirigió al segundo castillo, en este si podía entrar con sus compañeras de viaje. El castillo estaba a oscuras y a medida que iba descifrando las inscripciones había más claridad, poco a poco el caballero se daba cuenta de todo el tiempo que había perdido encerrado en esa armadura y que había necesitado más a las personas de lo que las había amado. Allí vio su verdadera imagen en un espejo, comprendió que él era bueno, generoso y que no tenía que demostrárselo a nadie. Sam le ayudo a comprender que la ambición es positiva si es pura de corazón cuando con ella no se tiene que probar nada ni superar a nadie, sino cuando se puede ayudar a los demás. Y sus lágrimas de nuevo consiguieron oxidar la parte de la armadura que cubría sus brazos y sus piernas. Ya por fin llegaron a l último castillo. Al intentar atravesar el puente se toparon con un gran dragón que desprendía grandes llamaradas. El caballero no sabía qué hacer sin su espada, intento llamar una y otra vez a Merlín, pero este no acudió a su llamada. El dragón se defendió como el “dragón del miedo y de la duda”. La ardilla explico al caballero que la única forma de vencer al dragón era con el conocimiento y que si de verdad pensaba que el dragón no era real conseguiría destruirlo. Después de un momento de reflexión el caballero se armó de valor y consiguió hacer frente al dragón, el cual se fue haciendo cada vez más y más pequeño hasta que desapareció; y con el también desapareció el castillo. Finalmente el caballero llegó poco a poco a la cima de la montaña pero se encontró una inscripción que bloqueaba el camino. Aunque estaba cansado, intentó descifrarla y llegó a la conclusión de lo que quería hacer era soltarse y dejarse llevar por lo desconocido, como no estaba muy convencido, Sam le dio las palabras de apoyo necesarias para arriesgarse y haciendo caso a su propio “yo” se tiró al vacío, pero en lugar de caer hacia abajo iba ¡hacia arriba!. De repente, cayó sobre la cima de la montaña y comprendió la inscripción; en la caída había soltado todo aquello que había tenido y pensado y no lo podía ser feliz. Sus lágrimas de alegría terminaron de oxidar la parte de la armadura que le quedaba puesta sobre su cuerpo. Se dio cuenta que una nueva luz había en su interior y afloraba hacia el exterior, una luz mucho más brillante que la que daba su pesada armadura, por ello el caballero comprendió ese espacio desconocido y consiguió al fin formar parte de él.
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