EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA. EL PEYOTE REDACCIÓN
Enviado por Atsvel Torres • 15 de Junio de 2020 • Ensayo • 1.017 Palabras (5 Páginas) • 242 Visitas
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EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA
EL PEYOTE
REDACCIÓN[pic 3]
Miss: Ma. Concepcion Sosa Alvarez
Alumno: Torres Alvarado Hasvel Gilberto
Grado: 1 “B” BIS
El peyote
Para los huicholes, el peyote, o mejor conocido como “Híkuri” dentro de la cultura Wixarika, es una planta cactácea originaria del desierto del norte de México y sur de Estados Unidos cuyo uso se encuentra documentado desde hace al menos 6 mil años y que representa los lazos espirituales con la tierra y el universo. Sus propiedades medicinales y enteógenas han sido debatidas, estudiadas y sobre todo aprovechadas desde hace cientos de años por las naciones huichol y tarahumara.
Cabe recalcar que el peyote no es una droga comparada con el LSD o el MDMA las cuales si lo son, ya que este cactus no fue fabricado en algún laboratorio con el objetivo de producir efectos alucinógenos en el organismo ya que este cactus crece naturalmente en las tierras desérticas y tiene un aspecto verde oscuro al gris azulado, mide alrededor de unos 12 cm. de diámetro y presenta vellosidades blancas parecidas a plumas de algodón y en ocasiones le brota una flor blanca o rosa y puede tardar hasta 30 años en florecer, es famoso por su contenido de alcaloides psicoactivos, entre ellos la mescalina, principal sustancia responsable de sus efectos alucinógenos. Su consumo no ha no ha demostrado que provoque adicción ni daños al organismo a largo plazo. Los huicholes lo equiparan a un dios a quien llaman “Hikuri”, el venado azul, del cual extraen medicina para sanar el cuerpo, espíritu el alma.
Sus efectos medicinales son varios, tales como un poderoso remedio para el dolor reumático, artritis, dolor de huesos, contusiones, magulladuras, e incluso como agente contra el veneno de víbora y alacrán. Su uso más extendido es el que se le da en ceremonias religiosas del pueblo huichol donde ocurre un ritual el cual consiste en realizar una peregrinación al desierto de Wirikuta en Real de Catorce, estado de San Luis Potosí, y el cual se trata de una recolección y consumo de peyote guiados por un chamán. Los efectos psicoactivos se presentan a partir de los 40 minutos después del consumo y los cuales duran aproximadamente 10 horas, los síntomas físicos pueden incluir hipertermia, pupilas dilatadas y una gran energía física.
Los efectos psicológicos son más complejos pues varían según el estado emocional del consumidor algunos de ellos muestran una despersonalización, perdida de la percepción temporal o desaparición del ego acompañadas de alucinaciones visuales, auditivas, gustativas, y en fin, de todo el aparato sensorial. En algunas ocasiones no se obtiene un buen efecto el cual produce a lo que vulgarmente le dicen “mal viajes” y a lo que a estos episodios los huicholes lo llaman como regaño o revolcada, los cuales sirven para que la persona conozca aspectos obscuros de sí mismo. Lo más común en los efectos psicológicos es una gran conexión con uno mismo, con la naturaleza y con la vida misma y en general.
La historia del peyote relata que hace mucho tiempo los abuelos wixarika se reunieron en la sierra para discutir sobre la situación que su comunidad atravesaba: hambruna; enfermedad; y sequía, por lo que era inminente enviar a cuatro jóvenes de cacería para ayudar a los más débiles a recuperarse.
Y así fue, enviaron a cuatro hombres de la comunidad en busca de alimento, cada uno representaba un elemento (fuego, agua, aire y tierra) y llevaban en sus hombros un arco y un saco de flechas para emprender la cacería. La mañana siguiente de haber tomado la decisión de los viejos wixárikas los cuatro jóvenes emprendieron su largo viaje y durante cuatro amaneceres no pararon de caminar hasta toparse con un venado que intentaron cazar durante toda la tarde, pero ninguno logró alcanzarlo con una de sus flechas.Pasaron los días buscando algún rastro de aquel venado y así llegaron hasta el desierto de San Luis en Wirikuta, el camino sagrado de los Wixárikas. Los cuatro jóvenes cruzaron el camino de la colina, cerca del cerro de las Narices vieron saltar al venado hacia el lugar donde habitaba el espíritu de la Tierra. Intentaron alcanzarlo, pero una vez más, los cazadores no lo encontraron. En medio de una desesperada casería, el venado se apreció frente a uno de ellos, el elegido, quien se dio cuenta que el animal se estaba entregando a él.
El cazador le lanzó una flecha y de la sangre del animal brotó una figura de plantas de peyote sobre la tierra. En ella se reflejaba el sol como si algunas esmeraldas brillaran con la luz y este rayo deslumbraba en una sola dirección.En medio de la confusión, casi por instinto, los jóvenes decidieron cortar las plantas que formaban la figura del Marratutuyari (el venado azul). Las guardaron en sus sacos y caminaron durante varios días exhaustos y sedientos hasta llegar a la montaña de Wixárika, donde todos los esperaban con la ilusión de ser salvados. Al entregarle a los ancianos del pueblo la plantas que recogieron las repartieron entre todos los miembros de su comunidad. Esta travesía forma parte de la salvación de un pueblo completo y de la sagrada conexión entre los wixárikas y el gran espíritu que dio su vida para salvarlos: el venado azul. Una guía que se ofreció en cuerpo y alma para ayudar a la comunidad wixárika a descubrir la planta sagrada que acabaría con la hambruna de todo un pueblo. La peregrinación en busca del peyote oculto entre los matorrales y la piedras se repitió cada año, desde la sierra hasta Wirikuta, en honor al venado que los llevó hasta ese lugar.
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