El ascenso, tristezas y alegrías

El ascenso, tristezas y alegrías

América de Cali le hizo caso a su historia, a la lógica y al fútbol ascendiendo a la máxima categoría del fútbol colombiano después de haber descendido unos largos años antes. Por fin se terminó la maldición de 5 años en la B y el América puede volver a competir con los grandes, por las grandes cosas.

Todo comenzaba aquella desafortunada noche que todo hincha americano detestaría por los siguientes 5 años, aquella noche del 17 de diciembre del año 2011 en la que se jugaba la estadía en la primera categoría del fútbol colombiano (A) frente a Patriotas. Aquel partido era doble, de ida y vuelta, el primero se había jugado casi una semana antes de aquella noche en Tunja (sede de Patriotas) el cual terminaría 1-1 dejando gran incertidumbre para el posterior en la ciudad de Cali.

Se llegó el 17, sentado en la sala de mi casa frente a la tele veía caer la tarde dando paso al partido que comenzaría a las 6:20 de la tarde aproximadamente, el estadio estaba a tope, un Pascual guerrero completamente rojo de aquella hinchada inquebrantable que ha apoyado al equipo en las buenas y en las malas, salen los equipos de los camerinos y pisan un césped preparado para brindar un partido lleno de emociones, emociones que al final desembocarían en la peor de todas, una desilusión gigantesca.

Comenzaba el partido, el cual tenía un resultado global de 1-1 del anterior, rodó la pelota y desde los primeros minutos se buscó el tan esperado gol, se intentó por varias zonas de la cancha, en varias ocasiones se vio la intervención del arquero de Patriotas, equipo que se defendía pero las cosas se veían tan bien, los jugadores se veían tan animados que todos esperábamos el gol antes de terminar el primer tiempo. Pues las cosas no se dieron como esperábamos y la señal del juez central daba por terminada la primera mitad, aumentando la incertidumbre, los nervios e indicando que tendríamos que esperar a ver qué pasaba en la segunda mitad, pues de seguir con ese resultado el partido se iría a penales.

Aproveché para tomar algo y dar un respiro en la puerta de mi casa junto con algunos familiares, también hinchas del equipo y que al igual que yo estaban nerviosos y con esa sensación de incertidumbre que nos hacía pensar cómo podría ser posible que un equipo tan grande, con tantos logros, con semejante historia, nuestro rojo, descendiera.

Se acercaba la hora del segundo tiempo, nos sentamos de nuevo y nos miramos las caras, no sabíamos cuál estaba más asustado, es que eso de que el equipo que queremos descienda no lo quisiera sentir ningún hincha en este planeta, es más que obvio. Rodó el balón, se llegó el segundo tiempo y la afición alentaba con fuerza porque sabían, al igual que nosotros, que había que anotar lo más rápido posible para tranquilizar las cosas, pues esta vez las cosas sí se dieron, a los 3 minutos de comenzar la segunda mitad hubo una falta a favor del rojo de la que se encargaría de cobrar Pablo Arango ex centrocampista del América. Cobró hacia el segundo sector encontrando la cabeza del delantero Jairo “el tigre” Castillo que direcciona el balón hacia la red, todos gritamos el gol y sentimos un alivio pero no completo, fue así como pasaba a ganar el partido a sólo 4 minutos de comenzar la segunda mitad.

La alegría no nos duraría mucho tiempo, a los 19 minutos una llegada de Patriotas por el sector derecho nos lanzaría un baldado de agua helada, gol de Patriotas, quedamos mudos, volvía la incertidumbre, otra vez los nervios atacaban, pero la esperanza seguía, aún se podía hacer otro. Con el partido empatado de nuevo las cosas volvían a ser iguales, de acabar así seguiría la tanda de penales, no queríamos eso, ambos equipos lo entendían y proponían juego, el partido se volvió intenso, de arco a arco, la afición se quedaba sin uñas, nosotros también, hubo jugadas claras de gol de nuestro lado pero las cosas no se dieron, se llegaba el final del partido y de nuevo la señal del central que nos indicaba que sí, hay penales.

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