El fantasma de la guillotina

El fantasma de la guillotina

Hace unos años atrás, mi padre trabajaba en una imprenta llamada ‘’ Firma gráfica’’, en la cual se desempeñaba como maestro en terminación con una vasta experiencia, desarrollaba la labor de empastes de libros, corte, compaginación y revisión, entre otros. Durante su permanencia en dicho lugar, se convenció de que lo mejor sería crear su propio taller, con la idea de independizarse. Al cabo del tiempo, en dicha empresa se formalizó un sindicato, del cual mi padre fue partícipe. En consecuencia, mucho de los trabajadores fueron despedidos, siendo él uno de aquellos. Meses después retomó la idea del taller, de modo que, inició las averiguaciones de ventas de maquinarias, ya que, contaba con el conocimiento necesario para desarrollar el tipo de trabajo.

Un día cualquiera leyendo el diario en su dormitorio, cerca de la medianoche encontró un aviso, el cual anunciaba la venta de una guillotina. Al día siguiente, mi papá se dirigió al lugar indicado del anuncio; y en el trayecto, le consultó la dirección a un caballero, el cual se propuso acompañarlo. Una vez llegado al domicilio, el señor se despidió de mi padre, y en respuesta, decidió agradecerle por su buena voluntad. Al llamar a la puerta, salió una señora que, denotaba en su rostro una gran tristeza, la mujer muy amablemente lo invitó a ingresar, pidiéndole a mi padre que se dispusiera a sentarse en su living, para así tratar la compra de la guillotina. Mientras acordaban los diversos papeleos, para la efectuación: La dueña le relató la historia de esa máquina a mi papá, esta provenía del taller de su esposo, el que no hace mucho tiempo había fallecido. Mi papá una vez enterado de la procedencia, sin dudarlo le preguntó a la señora por el caballero que salía en la fotografía del living, puesto que, se encontraba perplejo ante tales características que poseía el señor, porque la persona que lo encaminó hasta esa dirección, era el mismo que salía en tal cuadro.

Una vez hecha la compra de la guillotina, mi padre formalizó su taller en la parte posterior del patio, para así poder ejercer su trabajo del día a día, y es así como por voces de la localidad del pueblo en el que vivimos, llamado ‘’Pintúe’’, ubicado en la comuna de Paine, se corrió la voz a diferentes personas que mi papá cumplía distintas labores propias de una imprenta. Con los días, llegaron diferentes personas a mi domicilio, las que necesitaban una tarea en específico, y mi padre se dedicaba a cumplir esa ocupación de forma habitual. Hasta que, en un atardecer llego una señora como cliente de mi padre, quien la invitó a ingresar al taller, ya que ella quería un trabajo breve, la mujer le mencionó a mi padre que ella presentía una energía muy fuerte estando dentro del taller, debido a que, ella se dedicada a trabajos de magia blanca y a la lectura de cartas; entre tanto, nos dijo que existía la presencia de un hombre, el cual no podía descansar en paz, porque le quedó algo por hacer en el mundo de los vivos.

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