Ensayo final: ¿Quién es Don Quijote?

Claudia Masek. 83054

Universidad del Valle. Facultad de Educación

Literatura del Siglo de Oro

4 de junio de 2016

Ensayo final: ¿Quién es Don Quijote?

Don Quijote de la Mancha es un personaje que se inventó a sí mismo en la obra más destacada de la literatura española, escrita por Miguel de Cervantes Saavedra, a comienzos del siglo XVI.  Luego de conocer la vida del escritor español y de haber leído su obra, es fácil llegar a la conclusión de que Cervantes es el Quijote y el Quijote es Cervantes.  

        La similitud de la vida de ambos y su personalidad se descubre desde el inicio.  Cuando Cervantes presenta su libro, en el prólogo, los versos preliminares y las otras partes que debía necesarias para un libro de su época, se burla y actúa con rebeldía, siguiendo su propio camino; pero se justifica: «se puede remediar en que vos mesmo toméis algún trabajo en hacerlos, y después los podéis bautizar y poner el nombre que quisiéredes» (Cervantes, 2004). De la misma manera, a falta de inspiración uno y de atributos el otro, Don Quijote, sabe que debe cumplir con todos los requisitos para ser caballero, por lo que ese se convierte en su primer objetivo, y sigue los pasos de su héroe: «Pero acordándose que el valeroso Amadís no sólo se había contentado con llamarse «Amadís» a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por hacerla famosa, y se llamó «Amadís de Gaula», así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de la suya y llamarse «don Quijote de la Mancha» (Cervantes, 2004).  Aquí tenemos el primer paralelismo.  Cervantes fabrica lo que necesita para cumplir con los requisitos de un libro; Don Quijote consigue cumplir con los requisitos para ser un caballero, y así, esta se convierte en su primera aventura: encontrar a su amada, escudero, caballo, aventuras y batallas.

        Otra cosa que los une es el amor por los libros y el efecto que ellos les causan.  Don Quijote se ha vuelto loco por tanto leer los libros de caballería y de amor cortés, «se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administración de su hacienda» (Cervantes, 2004). Cervantes, además que gusta leer, está afectado porque no ha logrado triunfar como escritor.  La rivalidad y el rechazo que siente por no poder escribir poesía lo hacen sentir fracasado.  «Toda la poca fama que he conseguido yo, por contrario se la ha llevado Lope de Vega, una persona que no se merece nada de las riquezas obtenidas ni la fama ni la gloria» (El caballero de la triste figura, 2009).  No es tomado en cuenta como figura de la literatura, por lo que busca como dar su opinión dentro de su obra, cuando el cura y el sacerdote queman los libros: «-Pues vayan todos al corral -dijo el cura-; que, a trueco de quemar a la reina Pintiquiniestra, y al pastor Darinel, y a sus églogas, y a las endiabladas y revueltas razones de su autor, quemaré con ellos al padre que me engendró, si anduviera en figura de caballero andante» (Cervantes, 2004).

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