Ensayo sobre una gran La Tragedia

LA TRAGEDIA

Según la clásica definición de Aristóteles, la tragedia es la imitación de acciones “esforzadas, perfectas, grandiosas” que provocan la compasión y el horror del espectador, con lo cual puede experimentar la catarsis. En la tragedia hay un héroe o protagonista que intenta luchar contra una situación adversa provocada por el destino o la furia de los dioses, y que suele perecer o fracasar en ese intento.

Según George Steiner, toda tragedia comparte un “núcleo mínimo, pero indispensable” y este es el “pecado original”, una caída en desgracia de la condición humana que es, de por sí, trágica en esencia.

De esta manera, toda tragedia, antigua o moderna, tendrá como trasfondo un héroe o protagonista que lucha en vano para salvar las consecuencias de su desgracia. En la tradición romana, la tragedia provendrá de la “mala fortuna”, que es inexplicable, arbitraria o accidental. Este castigo por el pecado original emana de una deidad ofendida y vengativa.

El enfoque de Karl Marx, Sigmund Freud o Claude Levi-Strauss, por mencionar los más importantes, todos coinciden en que un terrible crimen o error pasado ha sentenciado al ser humano a un constante ciclo de frustración y autodestrucción individual y colectiva.

Tanto en la tragedia clásica o antigua como en la moderna, el ser humano es culpable de su desgracia, ya sea por el pecado de hybris, como se plantea en tragedia griega, o por su responsabilidad de las acciones que ha cometido, lo cual es un enfoque propio de las tragedias modernas.

Al introducirse la redención del ser humano, se puede decir que las obras dejaron de ser trágicas y pasaron a ser dramas o alegorías aleccionadoras.

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