¿Es algo fundamental el saber leer y escribir para la nueva generación?

¿Es algo fundamental el saber leer y escribir para la nueva generación?

El saber escribir ha sido, o diría fue, un arte muy popular y apetecible para las personas de buen gusto, era algo que representaba sofisticación, elegancia y educación, ese simple hecho de saberse expresar más allá de lo verbal, llegar a conmover y transportar todo tipo de situaciones y sentimientos a través de la tinta y el papel. Y aún más el saber leer, el saber comprender lo que cierto autor plasmó en un texto, el meterse en la historia, incluso, volverse el personaje de ella; adquirir el hábito de leer y obtener todo tipo de conocimiento hasta el punto de ser una persona culta e informada. Todo esto era considerado hace ciertos años atrás como algo maravilloso. No estoy diciendo que ahora no lo sea, de hecho es algo que ahora es anhelado por muchos, volver a aquellos tiempos; me refiero a que esto ya no es considerado maravilloso por la nueva generación, por estos jóvenes que son llamados la generación que cambiará al país.

Pero ¿Por qué se perdió este gusto? ¿Por qué ya no es importante saber escribir ni leer? ¿Qué es lo que le está quitando el lugar a todo lo que se consideraba magnífico hace algunos años atrás? Quizá estas y otras más son las preguntas que muchos veteranos, adultos, maestros, doctores, editores, periodistas, etcétera, se formulan. Sin embargo, como joven y participe de esta generación, quiero dar a conocer mi punto de vista frente al tema a través de este escrito, del cuál, tal vez, usted como lector busca guiarse para estar a favor o en contra de dicho tema, de aquella pregunta formulada en el título de este ensayo, pero antes de adentrarnos en el tema cabe resaltar que, como dije antes, daré mi punto de vista como joven, no me centraré en solo aspectos negativos o positivos, la intensión de contraste, al final de este ensayo, la da usted como lector, espero comprenda lo que quiero dar a entender.

El tema principal está basado en el artículo del periódico el tiempo escrito por Camilo Jiménez, periodista y profesor de Comunicación Social de la Universidad Javeriana en Bogotá, en donde plasma que renunció a su cátedra debido a que sus estudiantes de Comunicación Social no pudieron componer un resumen de un párrafo sin errores y  normas de ortografía y sintaxis. Cuando estaba leyendo este artículo me puse a favor de este personaje porque se supone que si son estudiantes de Comunicación Social de semestres avanzados, deben estar en la capacidad de redactar un texto, saber hacer un resumen, leer y escribir de una manera bastante admirable, ya que serán los próximos periodistas, columnistas, editores, etcétera. De este país y me imaginé la decepción de este profesor; también me surgió una pregunta, ellos ¿No se habrán tomado la molestia de preguntarle a su profesor como debían escribir? Y surgió una conclusión, si ellos que están estudiando esta carrera no lo hicieron, ni mostraron la mínima intensión por hacerlo, mucho menos los otros jóvenes.  Sin embargo mientras continuaba la lectura del artículo, venían muchas ideas a mi mente, entre esas, es la modernización de los tiempos, todo está cambiando, la forma de vestir, la música, el cine, la tecnología… ¿Por qué no la manera de escribir, también ha de cambiar? No me refiero a que  ahora se escriba como a cada persona le parezca, sino al estilo de escribir, que no nos encerremos en una estructura cuadriculada de escritura a la antigua, de redacción en catalán, usted, querido lector, debe entender a lo que me refiero. Es buscar otra manera de expresión en los textos porque cuando leía lo que Camilo Jiménez escribió, sentí que hasta en el estilo de redacción de hace ochenta años él quería que sus estudiantes se aprendieran y lo copiaran.

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