ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fenómeno de licuefacción


Enviado por   •  25 de Junio de 2021  •  Tesina  •  5.013 Palabras (21 Páginas)  •  124 Visitas

Página 1 de 21

Polos opuestos

Wilmary montes

Prologo

Nunca fui de esas personas que creían en las historias de amor, todo eso me parecía muy falso, muy muy falso.

Hay un dicho muy popular que dice “la lengua es el castigo del cuerpo”, una vez que pasas por lo que más criticaste le ves sentido al dicho, siempre que me hablaban de tener novio o enamorarme me sentía incomoda, había tenido varios “novios” pero a los días me aburría o simplemente me daba cuenta de que no me gustaba la persona y acababa la relación para no hacerles daño, a excepción de uno.

Nunca me gustaron las princesas ya que me parecía absurdo que para ser felices necesitaran un príncipe azul, la única que me gustaba era “Valiente”, ya que fue la única que no dependió de un hombre para ser feliz y lucho por sus derechos, me identificaba con ella.

Todas esas ideas sobre el amor y lo retorcido y malo que es recogieron sus maletas cuando el apareció.

 Era una chica rebelde, mi vida no llevaba ningún orden, apuestas, drogas, alcohol, fiestas, bares, clubes, todo lo malo del mundo, todo eso se esfumo cuando el llego a mi vida, cambiando todo a su paso, mi manera, de pensar, de actuar, y mi forma de vivir, era esa pieza que me faltaba para completar mi gran y confuso rompecabezas…

El me enseño el significado de vivir, que la vida no se trataba de fiestas ni de amigos falsos, me enseño mucho de lo que se puede llegar a tratar la vida.

Bueno, yo soy Clara Soler, una chica como cualquier otra de 21 años, con un triste y tortuoso pasado.

Soy una chica ordinaria, no soy millonaria ni tengo una vida lujosa, tampoco soy tan linda como las chicas que salían en las revistas, me da igual lo que los demás piensen y opinen de mí, así que sus críticas no me afectaban

Autoestima… era de esas chicas que tenían días en que la tenían por el cielo, y otros donde la tenía por el subsuelo, el me arranco todas esas inseguridades y en su ausencia, me llenó de paz…

1

Era noche de disfraces en Rikers, un club de apuestas muy conocido en la ciudad, estaba desde temprano bebiendo, apostando, y consumiendo sustancias que me ofrecían, estaba con mi novio, Richard, él era como yo en versión hombre, era adicto a las drogas y las apuestas, en realidad por el me inicie en este desgraciado mundo de adicciones.

Estaba pasándola genial con Richard y sus amigos, bailando y bebiendo, yo lo amaba al borde de llegar a hacer cosas repudiables por él, llego un punto donde yo misma no me reconocía y no me reconozco, aunque me golpeo más de una vez siempre fui vulnerable a todas sus excusas y sus manipulaciones haciéndome creer que yo era la culpable de todos y cada uno de los golpes en mi piel, siempre fui yo la que compraba las adicciones y quien cargaba con los gastos de ellas, pobre ilusa.

Esa noche fuimos disfrazados juntos, yo era un ángel y el un demonio, yo tenía una camisa blanca corta con medias blancas que me llegaban a las rodillas y un tutu del mismo color, él tenía un traje rojo entero que se pegaba muy bien a su esbelto cuerpo, yo llevaba un muy revelador escote que hacían lucir mis pequeños pero alucinantes pechos, al entrar sentía las miradas en mi pero también sentía los apretones de brazo de Richard mientras me obligaba a avanzar y a cubrirme para que nadie me viera, por un momento me sentí opacada pero los efectos de la codeína y la metanfetamina me dejaron en el aire sin saber de nada ni nadie.

En medio de la fiesta un hombre intento sacarme a bailar de una manera muy agresiva y exigente, Richard con su mal carácter no se controló y en cuestión de segundos se le fue encima a ese hombre, todo ocurrió tan rápido que no se en que momento fue que encontré a Richard algo herido y vi como todos se dispersan y dejan ver a su paso al hombre tirado en el suelo con muchas heridas, juro que en ese momento lo último que me preocupó fue ese hombre, salí envuelta en furia, todo tipo de efecto que tenía encima se esfumó en al instante solo recuerdo como le decía a Richard

- ¿cómo pudiste ocasionar un revuelo de tal manera?, en ese instante no pensé en lo agresivo que él pudo llegar a ponerse solo dije - ¡Terminamos! - Con un grito en seco que ahuyentó a varios perros que caminaban por las calles baldías a las 3:00 de la madrugada, después de eso iba muy cansada y estresada y cuando casi me calmo llegaron poco a poco los efectos de las sustancias que consumí.

iba caminando, estresada maldiciendo una y otra vez el día en que me cruce con Richard por primera vez cuando veo una luz que se acercó inesperadamente y golpeo mi cuerpo desde allí no supe nada de mí.

2

Cuando desperté me encontraba en un hospital, había muchos tubos entrando y saliendo de mi cuerpo, me dolía absolutamente todo, pero ese dolor se intensifico cuando me di cuenta de que a mi derecha estaba mi madre, se veía agotada, cansada, en parte feliz porque había despertado.

Desde hace 10 años fuimos solamente mi madre yo, mi padre murió cuando yo tenía 11 años a causa del cáncer, no fue fácil luego de su muerte ya que él era el soporte financiero de nuestra familia, mi madre era ama de casa y él trabajaba en una compañía de cosméticos donde ganaba muy bien, luego de su muerte nos enviaron cheques durante 6 meses, luego no recibimos más nada por parte de la compañía.

Mi madre no tenía trabajo ni de dónde sacar dinero, así que consiguió un trabajo en la ciudad limpiando la casa de un empresario, salía de casa los lunes y volvía los viernes en la noche.

Llegaba cansada, agotada, y sobre todo triste, me decía que todo estaba bien, pero, aunque era muy niña sabía que no era así.

Me conto que su jefe solía ser muy cruel con sus hijos, Henry y Aurora, que no les permitía acercarse a mi madre porque decía que ella tenía gérmenes y era pobre, eso llenaba de mucha impotencia a mi madre, me conto que cuando el señor André se iba de viaje eran niños muy tiernos, a su manera.

Henry era mayor, tenía 14, le gustaba dibujar y tenía cabello negro como el azabache, tenía ojos verdes azulados y era de piel muy pálida, a pesar de su edad era alto, también me dijo que se enfocaba mucho en sus estudios, para mí fue como una indirecta ya que yo era una floja y no me gustaba ni bañarme, Y Aurora de 13 era incluso más pálida que su hermano, con ojos azules como el mar, cabello negro azabache, muy pulcra y ordenada, era tierna y le gustaba adoptar perritos callejeros. Mi madre los quería mucho a pesar de lo patán que era su padre.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (28 Kb) pdf (135 Kb) docx (103 Kb)
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com