Figuras literarias de la Divina Comedia
Enviado por daniela_montoya • 21 de Marzo de 2016 • Tarea • 1.658 Palabras (7 Páginas) • 47.621 Visitas
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FIGURAS LITERARIAS
HIPERBOLE:
- “Estuvo suspirando en el limbo durante cuatro mil trescientas dos vueltas”. Pág. 144
- “Su paso fue cortado por tres bestias”. Pág. 7
- “Era tan brillante que mis ojos no lo resistieron”. Pág. 141
SIMIL O COMPRACIÓN:
- “Casi era tan terrible como la propia muerte”. Pág. 7
- “Javato, a quien los colmillos le salían de la boca como a un cerdo”. Pág. 48
- “Mi guía me tomo rápidamente en brazos y se dejo caer conmigo desde lo alto de la colina, llevándome sobre su pecho, como una madre en peligro vela más por la seguridad de su hijo que por la suya propia”. Pág. 49-50
PERSONIFICACIÓN:
- “Hasta el mismo aire se estremece”. Pág. 7
- “El temor ha helado tu alma”. Pág. 10
- “Explica por qué se movió el monte y quién era”. Pág. 97
ONAMATOPEYA:
- “Y me pareció oír el murmullo de un río”. Pág. 136
- “Y comenzó entonando con devoción el “Te lucis ante”, siendo acompañado por las demás”. Pág. 76
- “El primer ruido que llegó a nosotros del interior fue una voz que entonaba dulcemente el “Te deum laudamus”. Pág. 79
POLISINDETÓN:
- “Me encontraba entre los que, ni gloriosos ni atormentados, esperaban la sentencia divina”. Pág.10
- “Ni llueve ni graniza, ni cae roció ni escarcha”. Pág. 97
- “Hay quien gracia y poder y honor y fama, teme que va a perder con que otro ascienda, y eso le aflige y por su ruina clama”. Pág. 92
- “También vi a Helena, causa de tantas amarguras, y a Aquiles con su pie sangrante, y a Paris, y a Tristán..., Y a mil sombras mas”. Pág. 18
DEPRECACIÓN:
- “¡Ten piedad – le grité – de este afligido. Oh tú. Vana sombra o mortal no muerto!” Pág. 8
- “¡Oh, virgen madre, hija de tu hijo – rogó el buen anciano -. Haz que este pobre mortal pueda gozar del soberano bien!”. Pág. 149
- “Cuando mis perseguidores me asestaron dos golpes de muerte, pedí a Dios misericordia a pesar de mis pecados”. Pág. 71
CRONOGRAFIA:
- “El día señalado iremos también en busca de nuestros cuerpos, aunque sólo para dejarlos colgados cada uno de nuestro árbol”. Pág. 34
- “Si dejara de caminar – me dijo él-. Gemiría después durante cien años”. Pág. 37
- “Como el mar ardiente desde esta tarde cada vez menguado, sabe que de la opuesta va creciente”. Pág. 32
TOPOGRAFÍA:
- “Nos adentramos por un espeso bosque, cuajada de hojas negras, espinos y venenos”. Pág. 33
- “Los poetas llegan ahora al tercer departamento del séptimo círculo, un desierto de hirviente arena sobre el que llueven copos de fuego”. Pág. 35
- “Volví la vista y descubrí un gran lago helado, en cuya superficie aparecían las cabezas de los condenados; el resto del cuerpo permanecía bajo el hielo. Pág. 63
- “Y nos condujo a una deliciosa hondonada, un valle cubierto de hiervas y flores de colores más notables que el oro, la plata o brillantes”. Pág. 76
- “El amable portero nos invito a subir por los escalones. El primero era de mármol blanco; el segundo, de piedra basta y calcinada, y el tercero me pareció un pórfido rojo tan vivo como el de la sangre. Sobre este escalón superior tenía sus plantas el ángel de Dios, y se sentaba en el umbral”.
Pág. 78
- “Avanzamos a través de un camino entre peñas hasta alcanzar una explanada, tan solitaria como un desierto de esculturas maravillosas. Allí se veía el ángel de paz descendido a la tierra y que abrió los cielos”. Pág.79
METÁFORA:
- “Dos estrellas brillaban en sus ojos, y su angélica voz, me habló”. Pág. 10
- “Arroja la pereza, que nadie ha conseguido la fama entre seda y blanca pluma”. Pág. 51
- “Sigues alimentándote de espejismos”. Pág. 116
PLEONASMO:
- como una madre en peligro vela más por la seguridad de su hijo que por la suya propia. Pág. 49-50
- “Siempre viendo de mi más que yo mismo”. Pág. 114
- “Vi y oí hablar a aquel pico, pronunciando el “yo” y el “mío”, queriendo significar “nosotros” y “nuestros”. Pág. 135
- Allí fui yo. Pág. 131
ANTITESIS:
- “Oh, virgen madre, hija de tu hijo”. Pág. 149
- “Como los átomos del aire que descubre el rayo del sol, componiendo una dulcísima melodía, cuyo canto no entendí”. Pág. 129-130
- “Vosotros hacéis un religioso del que se inclina por la predicación, y así vuestra marcha se descarría”. Pág.123.
ASINDETÓN:
- “Cuando a ti vengo desde mi alto escaño, confiada en tu lenguaje rico, honesto, honor tuyo, crisol del gusto extraño”. Pág. 11
- “Y los fue llamando por sus nombre: Alitronchado, Pisaescarcha, Galgazo, Javato, Colmillos, Perrea, Duenducho y Rubicazo. Pág. 47
- “Debajo se hallan Raquel, Beatriz, Sara, Rebeca, Judit y la bisabuela del cantor. Pág.”. 148
OXIMORON:
- “A continuación oí sordos lamentos”. Pág. 23
- “Dime también porque de una planta dulce procede una fruta amarga”. Pág.123
- “Falte a mi palabra y allí el engaño resulto ser noble acto”. Pág. 65
- “Bajo la lluvia del fuego”. Pág. 40
PERIFRASES:
- Humberto, hijo de Guillermo aldobrandeschi. Pág. 81
- Homero, el vate soberano. Pág. 15
- El satírico, Horacio. Pág. 15
IRONÍA:
- “A pesar de estar torturados por el fuego, se sienten dichosos”. Pág. 8
- “Mi afortunado amigo se encuentra en el inhóspito desierto”. Pág. 10
- “Nuestro castigo consiste en vivir en un eterno deseo sin esperanza”. Pág. 14
- “¡Qué dulces pensamientos y deseos les han arrastrado a tan terrible situación!”. Pág. 18
PROSOPOGRAFIA:
- “Me atreví a observarle: pecho alzado, frente erguida, parecía estar desafiando al mismo infierno”. Pág. 27
- “Donde estaba una mujer de greñas amarillas, arañándose con sus propias uñas, y me explicó que se trataba de Taide, la moza licenciosa”. Pág. 43
- “Otro, con la nariz cortada hasta la ceja, y con una sola oreja”. Pág. 58
- “Seguimos adelante y vi otro gigante, aun mas alto y fornido sujetos sus músculos, brazos por cadenas”. Pág. 62
- “El cuerpo del rey, del antro del dolor, salía fuera de la helada superficie desde la mitad del pecho. Sus, proporciones eran colosales, y su cabeza ofrecía tres rostros: uno, de color rojo; otro, blanco y amarillo, y el tercero: del tono de los habitantes del Nilo”. Pág. 65
- “Y allí Cerbero con sus tres fauces de perro a los empavorecidos condenados; su mirada es de fuego, su pelo basto, hinchado su vientre, y con las terribles uñas de sus patas desgarra y descuartiza las carnes”. Pág.19
ETOPEYA:
- Soy Capoco, que utilicé la alquimia para falsificar los metales, y además fui un minucioso copiador de la naturaleza. Pág. 60
- Soy Virgilio, y mi única culpa de no haber conocido la fe me hizo perder el cielo. Pág. 75
- Esta primera fue emperatriz de muchos pueblos – me contestó el poeta-, e incorporó los vicios a las leyes. Se llamó Semíramis. Pág. 17
- Esa otra fue fiel y enamorada. Pág. 18
- Tras ella se encuentra la impúdica Cleopatra. Pág. 18
- “Cuando podía respirar aire puro fue una criatura odiosa, llena de soberbia y maldad, y por tal causa se encuentra aquí eternamente enfurecido”. Pág. 23
EXECRACIÓN:
- Calla. Lobo maldito. Pág. 20
- “Las mensajeras de la negra mansión que Dios maldijo”. Pág. 25
- Llamándoles: “demonios expulsados del cielo. Pág. 26
IMPRECACIÓN:
- que la rabia te ahogue. Pág. 20
- “Así le dejamos, que no merece más tiempo sombra tan despreciable”. Pág. 23
- “Como estas vivo, te anunciaré que mi vecino Vitaliano vendrá a sentarse a mi lado izquierdo. A pesar de estar entre florentinos, soy de Padua”. Pág.41
RETRATO:
- “Luego me encontró ante un solitario anciano que inspiraba reverencia de barba y cabellos entrecanos”. Pág. 67
- “Era su rostro de hombre justo y bueno, suave en lo de afuera aparecía: lo bajo era de sierpe con veneno. Del sobaco le nacía garra, y el pecho tomo y los costados, pintos de jeroglíficos tenía”. Pág. 41
- “Si ése es tu rostro verdadero, eres Venédigo Cacianimigo ¿Cómo has venido a parar aquí? –Tu voz, recordándome mi vida, me obliga a contestarte – dijo él-. Yo fui aquel que entregó a la hermosa Guisola en brazos del marqués. No soy el único boloñés que aquí se encuentra; para convencerte de ello, solo he de recordarte nuestra avaricia”. Pág. 42
- “Observa esa sombra gigantesca – me dijo – que no vierte una lágrima a pesar del dolor. ¡Cómo conserva un regio aspecto! Con inteligencia y valor despojó a los Colcos del vellocino. En la isla de Lemnos engañó a la joven Hipsipita y luego la abandonó. Tal es el crimen que está pagando. Le acompañan los que emplearon los mil fraudes”. Pág. 43
- “Hijo fui de la osa, en verdad flaco, y de engordar oseznos codicioso, el oro allá y acá me eché yo al saco. Son bajo mi cabeza en lo quiebroso, los que en simonear me han procedido; y la peña les es cajón premioso”. Pág. 44
- “Veo igualmente a Euripilo, con la barba cayéndole por la espalda, el que fue augur cuando en Grecia sólo quedaban para empuñar las armas los niño de las cunas”. Pág. 46
ANÁFORA:
- “Hay quien, porque es hollado su vecino,
Subir piensa: y por esto solo trama
Que baje del prospero destino.
Hay quien, gracia y poder y honor y fama,
Teme que va a perder con que otro ascienda,
Y eso se aflige y por su ruina clama
Hay quien de injuria en fin, tanto se encienda,
Que, roído de furia vengadora,
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