GATOS VOLADORES

Gato volador

Cuando Paula era niña, un día estaba jugando feliz de la vida en la plaza, cuando de repente ve un gato pequeño como de 3 meses, era tierno. Como cualquier niño pensó en llevarlo a su casa para que fuese su amigo y se divirtieran juntos, sin pensarlo dos veces ella tomo al gatito  y se lo llevo a su casa. Después de caminar pensando en lo entretenido que sería jugar con su nuevo amigo, llego a su casa, ahí  la esperaba su papá quien al ver al minino se puso molesto.

-¿Paula, por qué traes a ese gato? ¡Sabes que no me gustan los gatos!

- Papá míralo es pequeño déjame cuidarlo.

Ante el barrullo, apareció su hermanita pequeña, Marcela.

-¡No!, Paula, dijo el papá

- Pero, papá ¡Es tan pequeño se morirá de frío!, Dijo Paula

Marcela acarició al pequeño gatito, y suplicó al papá, quedarse con él.

- El papá más enojado aún gritó ¡Dije no!

- ¡Pero papá! Dijeron a coro

-Sin excusas, pásenme ese asqueroso gato.

El padre de las niñas tomo al minino, de la cola le dio unas cuantas vueltas en el aire y ¡zas¡ tiró al gato lejos el cual voló por el cielo cayendo al suelo no muy lejos de Paula.  Las niñas quedaron impresionadas con la acción de su padre, él gato medio atontado volvió adonde las niñas a buscar protección, sin misericordia el padre de las pequeñas repitió la acción, tres veces, al entender el minino que no era bien recibido  se fue mareado a otro lugar,   donde lo recibieran de manera más acogedora que en este hogar.

Desde ese día Paula evita traer gatos a casa para no ver aquel terrible espectáculo, ya que sabe que el gato correrá la misma suerte que el primer gato, el gato volador.

        Sara Rojas Abarca 6° básico     Profesora de taller de lectura  Nicol Salvado

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