Genobundio y Abuveva
Enviado por Paolaale1305 • 20 de Abril de 2016 • Resumen • 1.017 Palabras (5 Páginas) • 569 Visitas
GENOBUNDIO Y ABUVEVA
NARRADOR
Voy a narrarles a ustedes una historia muy antigua, y ya verán ustedes la justicia que atestigua.
Cuentan que hubo en Durango un señor muy cansado de “trabajar”, nada, nada, pero a mandar acostumbrado,
El de rentas vivía y viendo que escaseaban del servicio prescindía y su mujer trabajaba.
Era señora de intachable rectitud; lo servía enamorada aun acosta de su salud.
Y la vida así pasaba hasta que ella se dio cuenta que el marido a ella la usaba, y más que esposa era sirvienta.
PRIMER ACTO
ABUNDIO (sentado en su sillón): Genoveva, tráeme vino, ¡tengo ganas de beber!
GENOVEVA (fregando el suelo de rodillas): Un momento ya termino…
ABUNDIO: ¡ahora mismo! Tengo sed.
GENOVEVA (soltando el trapo en el cubo mientras habla): Marcha tu por ese vino, tengo muchas cosas que hacer e igual es el camino pa tus pies que pa mis pies.
ABUNDIO (incorporándose un poco en el sillón sorprendido y con aire ofendido, por la respuesta de su mujer): No tolero esa insolencia ¿Cómo te atreves a rezongar? ¡No descansara tu conciencia! ¡Por compararte con un hombre!
GENOVEVA: Mi cuerpo es quien no descansa, muestra estoy de trabajar, ser hombre no te da excusa…
ABUNDIO (Gesticulando exageradamente con los brazos, como si explotara una bomba): ¿Acaso vas a reventar?
BREVE PAUSA. Abundio se levanta del sillón camina con las manos a la espalda alrededor de Genoveva, que sigue limpiando el piso. Después comienza a hablarle más suavemente.
Ser varón me da derecho de siempre hacerme respetar. Y la mujer tiene un oficio que es al marido cuidar.
GENOVEVA (poniéndose de pie): Pues soñé yo la otra noche que eso tiene que cambiar. Que cuando el futuro llegue la mujer será una igual.
ABUNDIO (mesándose la perilla con una mano y haciendo gestos con la otra para que su mujer se vaya): ¡Tonterías Genoveva! ¡Deja ya de alucinar! Y vete ahora a la cocina que mi vino has de servir.
SE CIERRA EL TELON
NARRADOR
Así fue que Genoveva quiso su sueño probar y fue a ver una hechicera para a Abundio escarmentar.
Una bruja del contorno buena magia procuro y al marido con brebajes en mujer lo convirtió,
¿Y qué paso con Genoveva? –Se preguntaran ustedes- pues que el mismo bebedizo cambio a ambos papeles.
Y fue así que una mañana el milagro aconteció. Despertándose Abundio dama y Genoveva varón.
FIN DEL PRIMER ACTO
SEGUNDO ACTO
(EL escenario aparece vacío, se oye el grito terrorífico de Genoveva y Abundio al unísono. A continuación, los personajes salen a escenario por la izquierda, con la ropa intercambiada: Abundio vestido de Genoveva y Genoveva de Abundio).
ABUNDIO (Seguido de Genoveva y visiblemente alterado): ¡Vive Dios que no lo entiendo! ¿Qué fallas pude cometer, que a mí el cielo me ha tornado de macho regio a vil mujer?
GENOVEVA (retrepándose en el sillón como antes lo hacía Abundio y con cierto aire gustoso): Tal vez tú no fueras justo al sentirte superior ¡Sírveme un vinito al punto! Ahora soy tu señor.
(Sale Abundio muy contrariado por la izquierda y entre a escena la hechicera por la derecha)
HECHICERA: ¿es usted el tal Abundio o quizás seas Genoveva?
GENOVEVA: No sé si soy Genobundio o mi nombre es Abuveva, solo sé que en un segundo ¡esto marcha de maravilla!
HECHICERA: He venido a advertirte que mi magia no es eterna
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