Historia inventada basada en la épica griega
Enviado por 27855601 • 10 de Mayo de 2017 • Apuntes • 1.403 Palabras (6 Páginas) • 459 Visitas
Mariel: una diosa atrapada en sus deseos. Todo comenzó por la incesable curiosidad de una diosa llamada Mariel, que en toda su vida vivió en un templo, preparándose para ser la diosa más poderosa de toda su generación, sin tener contacto con nadie más que no sean sus padres. Mariel poseía diversos dones por las cuales la iban a proclamar como su reina. Pero ella no quería por la sencilla razón de vivir libre de ese tipo de responsabilidades. Sus padres lo sabían, pero prefirieron hacer caso omiso y la mantuvieron aislada del reino y también de los humanos, sin saber que así lograban incrementar las ganas de su hija de conocer al mundo. Esa curiosidad era peligrosa si no se controlaba, pero Mariel no se pudo contener y aun así, rompiendo las reglas, escapó del templo y llegó a parar en un bosque. Mariel quedó impresionada cuando vio los arboles, que estaban adornadas con hojas y flores en la extensión de la rama, y cuando tocó la tierra con las puntas de sus dedos, ya que estaba descalza, lo sintió viscoso e hizo una mueca de asco pero no opacó su felicidad. Por fin era libre por un momento en su vida, ya que ella daba por hecho de que los demás dioses la estaban buscando por mar y tierra hasta que la encuentren. ´´ ¡Al fin logré lo que quería! Pero ahora que lo pienso, lo que hice fue traición hacia el reino y sobre todo a mis padres… debería volver ahora mismo… pero no quiero y no lo haré, a menos que me atrapen´´ al decir esto último con determinación, emprendió camino hasta que se encontró un claro en medio de ese bosque. En ese claro estaba siendo iluminado tenuemente por un rayo de luz para apreciar el suelo libre de piedras o ramitas. Ella enseguida se posó allí y empezó a bailar. Mariel se dejó llevar por los sentimientos encontrados que le llenaban el alma por completo, sus pies danzaban con precisión y delicadeza al igual que sus brazos. De su cuerpo desprendía chispas de colores a medida que daba vueltas en su mismo eje, que cuando llegaban al suelo, la grama lo absorbía y crecían retoños quedando como nuevas, dejando al descubierto uno de sus dones. Pero en ese preciso momento, en que ella estaba embelesada en lo que hacía, no se dio cuenta de que escondido entre los arbustos yacía un hombre, que la miraba asombrado. Ese hombre solo pasaba por allí para buscar hierbas con propiedades curativas, ya que su hermana estaba enferma. Pero nunca pensó en que se encontraría con una hermosa mujer, con la piel brillante y vestida con ropajes fuera de lo común decorados con relieves extraños, pero lo que le impresionó más fueron las chispas que emanaban de su cuerpo, logrando que las plantas marchitas se regeneraran. Sin duda ella era un ser extraño que asustaría a cualquiera, sin embargo, eso no sucedió con él.
Ella al querer dar una vuelta, dio un paso en falso y se cayó de bruces contra la tierra húmeda. El hombre, al ver que Mariel se cayó, salió de su escondite y se acercó a ella con la intención de querer socorrerla, pero Mariel al verlo se asustó y con rapidez se levantó como pudo, ya que se torció el tobillo y le costaba mantener el equilibrio y salió corriendo. El hombre cuyo nombre ignora, la persigue hasta que la perdió de vista. Mariel al ver que ese hombre extraño ya no está por el horizonte, se dejó caer en el suelo para tomar el aire que perdió en la corrida. Se asustó a tal punto que su corazón parecía que iba a dejar de latir. Cuando se calmó, se dio cuenta de que estaba perdida y no tenía idea adónde ir. En ese momento se le vino a la mente de que quizás fue muy imprudente escaparse del templo y no pensó en las consecuencias de ese acto. Ella no hallaba qué hacer, lo único útil que sabía era que estaba en Grecia. Una lágrima surcó en su mejilla izquierda por la angustia, ya no podía arrepentirse.
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