La casa del árbol

LA CASA DEL ARBOL

Había una vez una familia que vivía en una pequeña casa al borde del bosque. El padre, Juan, era un constructor. La madre, Paula, trabajaba en la alcaldía del municipio y también le gustaba la construcción. Juntos tenían dos hijos: Felipe y Emilia; Juan también tenía otra hija, María.

Felipe, el mayor, tenía 17 años estudiaba y cuando tenía libre trabajaba con su padre y los dos compartían su pasión por el futbol.

María, de 10 años, era curiosa. Le encantaba explorar y dibujar.

Emilia, la más pequeña con 5 años, era una niña risueña y llena de energía. Siempre estaba inventando historias sobre princesas, dibujando, bailando y compartiendo con su familia.

Un día, Juan llevó a sus hijos a un paseo donde todos disfrutaron mucho, nadaron, jugaron y se divirtieron.

Esa noche, en la cena, la familia habló sobre las casas en los árboles, Juan explicó cómo los constructores calculan las estructuras para que sean seguras.

Los días pasaron, y la familia comenzó a construir su propio proyecto en el bosque: una casa en el árbol. Juan y Paula diseñaron una estructura de madera, Felipe ayudó a construirla y María y Emilia decoraron las paredes con hojas y flores y pidieron tener un lisadero como el del paseo, desde la ventana de su habitación hasta el suelo.

La casa en el árbol se convirtió en un lugar mágico, el favorito de la familia, donde todos se abrazaban y contaban historias, fortaleciendo cada día más el amor y la unión entre ellos.

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