La importancia de la lectura

LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA

¿A quién no le gustaría viajar a otros países?  ¿O a otros mundos?  ¿Qué tal viajar en el tiempo?  Esto y más es posible gracias a la lectura.  

Además, ¿a quién no le gusta escuchar chismes?  Bueno, habrá a quienes no les gusta (y qué bueno), pero esa necesidad que tienen o tenemos muchos de escuchar historias se reduce a la primigenia necesidad de APRENDER.  Para nuestros antepasados, ese aprendizaje se refería a la supervivencia.  Para nosotros, es algo que va más allá.  Decir que es la búsqueda de uno mismo puede sonar exagerado, pero no lo es.

Es verdad que la importancia de la lectura abarca cualquier género, desde libros de historia, biografía, hasta libros de autoayuda, investigación, etc.  Sin embargo, quiero recalcar el valor que constituye una educación literaria.  Cuando escuchamos una historia que nos cautiva, ya sea chisme, cuento, fábula, leyenda, película, etc., se debe en parte a la identificación que tenemos con los personajes principales.  Nos importa Caperucita, o la Llorona, o Nemo, y queremos saber qué les pasa.  Es así que el arte de contar historias nos atrapa y nos enseña a sentir empatía.  ¿Qué significa esta curiosa palabra?  Simplemente, saber lo que significa estar en los zapatos de los demás.  La empatía que nos despiertan las historias de estos personajes nos permite acercarnos más a todos aquéllos que están a nuestro alrededor.  La lectura de estas historias nos hace mejores seres humanos.

Y por si esto fuera poco, todavía hay más ventajas: El incremento de vocabulario que nos brinda la lectura, es mucho más que solamente recabar información.  Cada nueva palabra significa un nuevo concepto mental, que implica la creación de nuevas sinapsis en el cerebro.  Este proceso implica contar con un mayor número de “herramientas” para realizar nuevos procesos de pensamiento.  En pocas palabras, la lectura incrementa la inteligencia.  

Todos los lectores tenemos por lo menos un libro que podemos decir que nos cambió la vida.  El arte puede hacer eso: transformarnos tan profundamente que podemos afirmar que nos cambió la vida.  Una pintura, la música, una película, o un libro.  ¿Por qué “cambiar”?  Porque altera la percepción que tenemos, nos abre la mente a otras posibilidades que ni siquiera nos imaginamos.  

Una comparación que me gusta usar con mis alumnos es la siguiente:  Imaginen que están de visita en la Ciudad de México.  Ahí tienen un amigo que no conoce el mar.  Ustedes quieren que su amigo los visite a Mazatlán y tratan de convencerlo con el argumento de que tiene que conocer el mar.  “No me gusta, ya lo conozco”, les responde el amigo.  Confundidos, ustedes le preguntan que cómo, si nunca ha ido a un puerto.  Él les contesta: “Ah, es que me regalaron un llavero con una botellita que contiene arena y agua de mar.  Ya vi cómo es.  No me gustó”.

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