La niña con corazón de piedra

LA NIÑA CON CORAZON DE PIEDRA.

MARICRUZ HIPOLITO MOLINA

EL TEXTO VA DIRIJIDO A NIÑOS DE 7 A 10 AÑOS DE EDAD.

Había una vez una niña que no decía “por favor” ni “gracias” era tan raro que sus papas y hermanos estaban muy preocupados y siempre trataban de inculcarle el valor del respeto para que ella por fin hablara de una forma educada.

Una tarde los padres estaban platicando sobre el problema de la niña y que era posible que le pudiera estar sucediendo, la madre asustada y confundida creyó que la pequeña estaba enferma y por ello no podía ser educada:

Madre: ¿qué crees que sea posible que le pueda estar sucediendo a nuestra hija? ¡Estoy demasiado preocupada por ella, no quiero que nada malo le pase!

Padre: no te preocupes mi amor veras que todo se solucionara, intentaremos de todo para que nuestra pequeña hija no le pase nada malo nunca más.

Madre: que te parece si llamamos a la doctora para que revise a nuestra hija y nos diga por fin que es lo que le sucede y como le podemos ayudar.

Padre: ¡me parece una maravillosa idea, ya verás cómo se va a solucionar todo! Ahora hay que llevar a los niños a dar un pequeño paseo y mañana por la mañana llamaremos a la doctora.

Un sábado muy soleado los niños estaban viendo la televisión de su sala, todos juntos y cobijados mientras la madre hacía de almorzar y el padre de los pequeños llamaba a la doctora para que esta llegara por la tarde y revisara a la pequeña.

Después de pasar una mañana muy tranquila y familiar, los niños y padres salieron al patio de la casa a jugar mientras llegaba la tarde, el sol comenzó a bajar y los niños cansados se quedaron sentados a platicar con sus padres, mientras les contaban historias increíbles que habían pasado juntos llego una mujer  con bata blanca y se paró frente a la casa, viéndolos fijamente les saludo y los padres se pusieron de pie caminaron hacia la mujer y le abrieron la puerta del jardín, al pasar aquella mujer los padres le presentaron a cada uno de los hijos hasta llegar a la más pequeña que estaba escondida detrás de su hermano mayor:

Padre: miren pequeños ella es la doctora, es una mujer muy buena y viene especialmente a conocer a su hermana más pequeña

Doctora: hola pequeños, ¡que lindos niños son! Muy buenos y educados, excepto tú.

La doctora señalo a la hija más pequeña.

Padre: ven acá hija, saluda a la doctora es una muy buena amiga de tus padres y ella no te va a hacer nada malo.

Madre: estoy muy preocupada por ella doctora, así es con todo el mundo incluso con sus tíos y familiares cercanos, aparte de que casi no habla más que con sus hermanos y nosotros. La madre señalo al padre y a ella misma.

Doctora: no se preocupen déjenme hablar un pequeño momento con ella y les podre decir que es lo que le pasa.

La doctora y la pequeña se sentaron en los columpios del patio de la casa mientras los padres estaban dentro de ella. Después de mucho tiempo tratando de conversar con la niña la doctora les pide a los padres que salgan para conversar:

Doctora: al parecer su hija está sana, no tiene ningún problema grave solo puedo decirles que tiene echo piedra el corazón.

Madre: ¡¿eso es malo?! ¡¿Existe una cura?! ¡¿Qué podemos hacer por ella?!

Padre: díganos doctora, ¿cómo podemos ayudar a nuestra pequeña?

Doctora: me temo que no pueden hacer nada por ella, es algo que no tiene cura, nadie más puede ayudarla que ella misma.

Los padres con lágrimas en los ojos y muy decepcionados llevaron a la doctora hasta la puerta de su casa, se despidieron de ella y volvieron a entrar junto con todos sus hijos.

La pequeña veía como todos sus hermanos e incluso sus padres estaban muy tristes, ella pensó: creo que tengo la culpa, pero no me gusta decir “por favor” ni “ gracias”, tal vez mañana puede ser que se les vaya a pasar y ya no tengan esas caras tan largas.

...