La perspectiva psicoanalista del desarrollo infantil,
Enviado por gaad45 • 4 de Abril de 2016 • Informe • 4.326 Palabras (18 Páginas) • 380 Visitas
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Desde la perspectiva psicoanalista del desarrollo infantil, las investigaciones dentro del aula y la interacción del niño con su medio, la maestra Cohen Dorothy hace una reflexión profunda y crítica el modelo tradicionalista de la enseñanza, digo, si es que el término modelo encajara a la perfección cuando se habla de la educación, porque la autora hace énfasis en que el termino no es adecuado para referirse a una forma de enseñar.
Cohen estudia los primeros años escolares en tres etapas: 5 años, de 6 a 7 y de 8 a 11, puesto que se apoya mucho en la teoría de Piaget, haciendo hincapié en que este psicólogo no busco jamás una respuesta, sino que el dedico toda su vida al observar y analizar cómo aprenden los niños. Además la autora plantea que “para infundir en el niño el respeto y la satisfacción por sus logros debe existir como condición necesaria el que los profesores y padres se encuentren satisfechos de su integridad personal y sean respetuosas de sí mismas y autónomos.
Ella menciona que promover el desarrollo de la autonomía y autoestima da como resultado una conciencia crítica, por tanto, la evaluación no debe marginar las aptitudes y necesidades pues es importante para el desarrollo intelectual, los sentimientos infantiles.
Existen cuatro puntos de vista sobre el tema educativo. Una perspectiva es el enfoque tradicionalista, en la que se reflexiona acerca del escaso conocimiento acerca de lo que ocurre, la segunda es la perspectiva tecnológica, que engloba la guía y el control, pues hace ver que cuanto antes empiece la educación tecnológica será mejor. La tercera perspectiva contempla el rechazo de las dos anteriores pues se habla del descubrimiento de una autentica humanidad comunión entre el hombre y la tierra. La cuarta es la más importante y la que se desarrolla en este libro. Hombres y mujeres forjadores de su propio destino. Educación arraigada a los procesos de desarrollo de la niñez.
Hablemos primero del término INNOVADOR y su significado. Ciertamente ha sido utilizado como algo llamativo, término que atrae a las personas por su elegancia en la venta de productos o materiales educativos y hasta en conferencias, “cambio” es el sinónimo de la misma y los padres ponen sus esperanzas en una educación de calidad al escuchar el termino, se espera que los docentes cambien esa manera tradicionalista de enseñar. Pero ¿Qué cambios necesitamos? considero que estamos en todo nuestro derecho si mencionamos lo que creemos que necesitamos, pero primeramente hay que reconocer que la naturaleza de la niñez, el conocimiento del aprendizaje y las convicciones sociales acerca de a dónde queremos ir, son principios generales que repercuten en la práctica y que pueden ser de utilidad. Además, los padres pueden y deben trabajar estrechamente con el personal de las escuelas, asi mismo deben conocer el grado de especialización del maestro que atiende a su hijo.
Las escuela deben ser unidades sociales, se refiere a la oportunidad que puede brindar una escuela de establecer una intrínseca relación entre los alumnos y maestros, una convivencia genuina que permita a los educandos entender su sociedad o encontrar en ella un lugar que tenga sentido, el niño debe sentirse apegado a su escuela, es decir, sentir que pertenece a ella, es por ello que el carácter y los valores deben ser tomados en cuenta a la hora de trabajar con los alumnos.
Cabe recalcar que hay muchas maneras de satisfacer las necesidades de los niños para que crezcan con responsabilidad social, pero como no todos los medios en que los niños se desenvuelven son iguales las situaciones de aprendizaje pueden y deben variar. El ejemplo que maneja la autora es muy claro ya que en determinada tarea del hogar es muy frecuente que los niños al terminar de comer digan que no quieren lavar su plato porque creen que para eso están otras personas (hermana o hermanos), es por ello que siempre es bueno dejar en claro las responsabilidades de cada uno y los valores que se están forjando.
A los cinco años.
Según las investigaciones de Cohen, a la edad de cinco años los niños han dejado de ser bebés, ya no se prestan para abrazarlos y mimarlos como antes, puesto que ellos ya se sienten grandes y creen que jamás fueron bebés. A esta edad la mayoría de ellos muestra interés por el juego pero también sienten curiosidad por el medio que les rodea, como lo es la tecnología, el espacio, la sexualidad, en este sentido ellos pueden plantear a los adultos preguntas tales como de donde vienen los bebés? A lo que es muy complicado de explicar por eso conviene decirles que eso aún no es tiempo de saberlo. Por otra parte, la mayoría de las ocasiones los niños realizan actividades que no son muy creativas ante los ojos de un adulto y otras que ya llevan un desarrollo adecuado de habilidades pero no convienen los elogios porque el niño sabe cuándo realmente lo ha hecho bien y cuando no, entonces se da cuenta si solo se le elogia para no hacerlo sentir mal y se confunde, por eso es preferible utilizar palabras como: “lo has hecho bien” “eso me gusta” “te has esforzado mucho pero podrías hacerlo mejor” “me agrado más el de la semana pasada”, estas frases ayudan al niño a darse cuenta que la atención hacia sus trabajos es genuina y se esforzara con más frecuencia en lograr un trabajo mejor, así llevar dicho trabajo a casa, le causara enorme satisfacción.
Existen dos clasificaciones de los materiales que pueden ayudar a los niños a aprender: Los estructurados y no estructurados, dentro de los estructurados se encuentran todos los juguetes como muñecas, pelotas, juegos de té, trompos, cuerdas, etc. Y en los no estructurados están las pinturas, el barro, las crayolas, mismos que ofrecen a los alumnos una mayor apertura hacia el conocimiento autónomo puesto que son ellos mismos los que deciden las formas y características que pueden tener las cosas u objetos que pretenden dar a conocer. Estos sin duda es una realidad, porque los niños generalmente utilizan los juguetes como objetos en miniatura que ocupan los adultos y no pueden transformar esa realidad, sin embargo, yo creo que si a eso le añadimos los materiales no estructurados, sin duda alguna estaríamos logrando que el niño denote sus emociones y sus sentimientos salgan a flote, incluso sus intereses se verían reflejados en lo que realizan, por otra parte, los bloques de construcción hacen que el niño se introduzca en lo abstracto, mismo que le ayudará mas tarde a desarrollar habilidades matemáticas.
Me llama la atención lo que la autora comenta sobre algunas conductas de los niños de cinco años, como el hecho de que son imaginativos, pueden ser bomberos y apagar incendios sin necesidad de que tal fuego realmente exista, además de que al relacionarse la mayoría de las veces optan por personas semejantes a ellos en cuanto a cociente de inteligencia, por otra parte se habla de que las maestras de preescolar perciben cuando un niño tiene problemas emocionales y tiene un cociente de inteligencia elevado, pues la mayoría de los niños lo rechazan y éste se muestra callado y temeroso. Estas afirmaciones que la autora realiza nos marcan pautas para comprender mejor como aprenden los niños de cinco años puesto que al decirnos como son las conductas, nos está diciendo que lo que ellos quieren es jugar, dramatizar, manipular, sentir, oler, tocar, es decir, utilizar sus sentidos y su imaginación.
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