Libro de “Seis sombreros para pensar”

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Trabajo: Seis sombreros para pensar

Introducción

Actualmente, el libro de “Seis sombreros para pensar” debería ser una lectura obligatoria para mucha gente. El poder conocer diferentes visiones y ponerse en la piel del otro hace que se trabaje la empatía y la mejora de la convivencia con los demás. En el aula, poder trabajar con los alumnos a partir de este articulo permite que ellos mismos sean conscientes de la variedad de ideas, puntos de vista, opiniones que hay. Así pues, ayuda a los alumnos a no solo ceñirse en una perspectiva sino poder hacerles ver que igual hay otra de mejor que nos puede ayudar en ese conflicto. A la vez, también permite que ese niño/a reflexione y vaya más allá, pudiendo ampliar conocimiento y tratar de encontrar mejora en ello. Como docentes es importante que seamos capaces de poner a los alumnos en varias situaciones donde puedan ponerse en la piel del otro, que, en el caso del libro, seria otra visión de un problema.

Además, a veces no somos conscientes de la importancia que tiene la reflexión y expresión de cada alumno pues desarrollar esto desde bien pequeños potenciaremos mucho la capacidad y aprendizaje de los alumnos. De esta manera, ponemos en practica la facilidad de lograr acuerdos entre compañeros.

Así pues, a partir de la lectura sobre los “Seis sombreros para pensar”, realizamos un dialogo en el que cada alumno se pondrá en un papel diferente ante una situación concreta. Esta situación es la siguiente:

Un alumno, de edad joven (unos 15 años más o menos) sale del colegio para ir a su casa, sobre las 17:00h aproximadamente. El chico, al subir al autobús se encuentra con una señora que intenta subir antes que él, presionándole y haciéndole bajar con agresividad para ella poderse “colar”. Aún así, el chico se rebota para subir el antes ya que no entiende la reacción de la mujer.

Nos encontramos con los siguientes sombreros:

• Marc → sombrero blanco.
• Christian → sombrero amarillo.
• Paula → sombrero negro.
• Andrea → sombrero verde.
• Xavi → sombrero rojo.
• Laura → sombrero azul.

Marc: Lo que en realidad pasó fue que un chico iba a subir al autobús y en ese momento apareció una señora muy nerviosa que venia corriendo para subirse antes que el niño y le empujó. Claro, ahí él la reacción que tomó fue rebotarse e intentar subir con toda la normalidad, como si no hubiese pasado nada.

Christian: Totalmente, y es normal que el chico se rebotase porque no tenia ningún sentido que la mujer se avanzase a él cuando todos tenían la oportunidad de subirse al autobús. Nadie tenia prioridades para subirse.

Paula: Pues no lo veo así. Creo que la mujer al ser más mayor tenia toda la razón de poder subirse antes por sus necesidades o lo que ese momento fuera necesario. El chico podía haber tenido la amabilidad de dejarla subir antes.

Andrea: Yo creo que la mejor opción hubiese sido hablar entre ambos para ver que necesidad tenia la señora en subirse antes. Igual le urgía sentarse antes para descansar, o porque se pensaría que no llegaría a tiempo al autobús. A saber… Igual si él le hubiese preguntado algo antes, la señora le hubiese contestado para ahí poder conversar sobre el por qué de cada momento.

Xavi: Yo creo, y me pongo en el lugar del chico, que tuvo muy buena reacción en no actuar de ninguna manera. El tranquilamente se subió una vez subida la mujer, aunque normal que se sorprendiese en ese acto. Yo posiblemente le hubiese dicho algo o me hubiese enfadado con ella porque no tenia razón para entrar al bus de esa manera tan agresiva. De echo, si llega tarde tampoco es la culpa del chico, ¿que necesidad de que le haga daño tiene? No entiendo…

Christian: Pues claro que sí. Yo le hubiese dicho cuatro cosas, porque a mi si me empujan yo también lo hago y más si me lo han hecho sin ningún por que.

Docente: ¿Espera, Christian, crees que la mejor opción sería rebotarse y alterar la situación de la manera que lo estás diciendo? En el punto de vista del sombrero amarillo no sale esta opción de reaccionar de forma agresiva. Además, piensa que, en un problema de dos personas, si uno no quiere no tienen porque pelearse. Es empeorar la situación y tener ganas de buscar pelea. ¿Igual podríamos encontrar entre todos otra solución que no se tratase de contacto físico, no creéis? Ahora mismo has actuado como si tuvieras puesto el sombrero negro y en realidad no debería ser así.

Andrea: Tienes razón maestra. Como he comentado antes, creo que la solución de hablar entre los dos seria la mejor. Porque piensa que hablando la gente se entiende mejor, pueden expresar lo que sienten y buscar un punto intermedio. Estaría bien conocer los dos puntos de vista y ver en que situación se encuentra cada uno y porque ha sucedido de esta manera.

Marc: Sí, claro, pero ya he comentado anteriormente lo que sucedió. Posiblemente la reacción de la mujer no hubiese sido la mejor pero el chico tampoco se alteró ni intentó buscar peleas, sino que simplemente le sorprendió la actitud de la señora y la dejó pasar para evitar peleas.

Laura: Bien, entonces, después de todo lo que vais comentando, ¿podríamos llegar a una única conclusión? Porque os voy escuchando y creo que cada uno tiene una opinión diferente. A ver, desde vuestros puntos de vista, teniendo en cuenta el sombrero establecido de cada uno, ¿a donde podríamos llegar con esta situación?

Xavi: Pues viendo lo que decís todos, pienso que el chico no tuvo la oportunidad de decir ni hacer nada porque no se lo esperaba y en ese momento se quedó en shock. Es como que de alguna manera no prevenía eso y por lo tanto no tuvo respuesta ante esa situación. Siento que fue totalmente prudente y pacífico evitando males entendidos entre ambos.

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