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Literatura. Redacta un cuento dando continuación a la historia leída


Enviado por   •  10 de Febrero de 2016  •  Ensayo  •  973 Palabras (4 Páginas)  •  94 Visitas

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Literatura

Act. Aplicación etapa 1

Alumno: Carlos Daniel Anaya Ojeda

GPO: 210  N.L 3

        1. Redacta un cuento dando continuación a la historia leída.
Toda la vida me ha ido lento desde aquel día de la discusión en el hospital, ya no me he sentido tan feliz y lleno como antes, mi familia poco a poco se ha ido desmoronando, a veces pienso que todo esto es un sueño del cual quisiera despertar pero eso no es posible, debo adaptarme a mi realidad.
Yo soy Alejandro Torres y no sé nada de mi Padre desde hace 2 años, he caído en malos pasos desde que mi vida cambió, caí en drogas y abusos, no me importa si ya nunca despierto de haber dormido, lo único que me mantiene con una esperanza es que mi hermana Amelia termine su carrera de psicología, a ella también le ha afectado este problema, su promedio ha comenzado a decaer pero ella aún sigue dándole para adelante.
El jueves salí sin rumbo de mi casa, solo quería olvidarme de mi todo, fui a comprar un poco de marihuana y alcohol, me dirigí a un parque que se encontraba vacío, me predispuse a fumar mi cigarrillo y a tomar de mi alcohol, pasada media hora, en mi cabeza sonaban los lamentos de mi madre al saber que mi padre había sido infiel y que ya no teníamos dinero para mantener a mi hermana en su carrera, parecía que esos lamentos cada vez se hacían más y más fuertes, nunca me había sucedido eso ya pedía a Dios que desaparecieran, el efecto de la marihuana se me comenzó a bajar pero cuando cerraba los ojos recordaba esa vivencia, desde ese momento mi perspectiva de realidad giró a 180°, parecía un zombie las 24 horas del día, mi hermana Amelia comenzó a notar eso en mí, ella se acercó y me dijo “Alejandro, ¿qué te sucede? Ya van días y noches que te veo como si estuvieras en una nube.”, cuando ella me dijo eso sentí un vació tan fuerte en mi estómago, como si un tren me partiera a la mitad o como si un elefante aplastara mis entrañas, mi hermanita, mi hermana, mi única esperanza se había defraudado de mí, me sentí tan devastado por dentro, ella solo me dijo “No sé lo que hagas, pero prométeme que estarás bien” se me escapó una lagrima de mi ojo y el vació en el estómago aún seguía, ese día nunca lo olvidaría, pero en vez de tomar su consejo le di la contra. Unas semanas después salí a la calle por lo mismo de siempre, ese día llegué con el traficante y me dijo que si quería subirme más a la nube consumiera otra cosa, él decía cosas como “Es algo que nunca olvidarás, te hará sentir vivo y olvidarás que existe tu pasado, solo querrás disfrutar el presente” yo caí como ciervo a pies de su argumento, compré esa cosa nueva, no sabía ni como se le decía a esa droga pero yo ya quería probarla y salir de mi realidad, llegué al mismo parque de siempre y saqué esa cosa, me dispuse a fumarla, tenía un sabor desagradable, en menos de un minuto me sentía en otra orbita, parecía que volviera a ser feliz, sentía un calor recorriendo mi ser, yo no quería que acabara eso, me hacía sentir vivo.
Cuando el efecto pasó me sentí tan lleno, fui a mi casa y encontré a mi madre llorando devastada, ella me dijo con la voz entrecortada “Tu, tu… herm…hermana fa… fa…lleció” no capté la situación hasta dentro de unos segundos, entré en shock por más de 1 hora, mi madre seguía hundida en llanto, la policía llegó a nuestra casa y nos contó cómo había estado la situación, él oficial dijo que Amelia había pasado por un lugar donde me había visto, me había visto drogado caminando sin rumbo, me gritó y me comenzó a decir “¿Qué es lo que te sucede, Alejandro?, tu no eras así” dijo el oficial que yo no escuchaba eso y seguía caminando, ella completamente decepcionada buscó al traficante, ella ya me había estado siguiendo después de la universidad y sabía quién era el traficante, se acercó a él golpeándolo y agrediendo, el traficante no dudo en accionar su arma contra su pecho, ella solo gritaba y agonizaba, con 2 impactos logró correr unos 50 metros donde calló desvanecida.
Cuando el oficial me contó la narración de lo sucedido yo me sentí como un estúpido, tenía tanta rabia con migo mismo, me lamentaba gritando “¿Por qué a mí me pasa eso, Dios? ¡Yo debía haber muerto, yo tuve la culpa!”, mi madre me corrió de casa diciéndome “Maldito drogadicto, lárgate bestia, mataste a tu hermanita” yo me sentí de lo peor, dormí una semana en la calle, comí de la basura y huía de las autoridades, encontré un refugio donde dormían varios vagos y drogatas, ahí consumían eso que yo ya había probado, yo me coloqué y aparte tomé alcohol, no me había caído bien, mi corazón estaba al 1000, sudaba frio y tenía unas pésimas alucinaciones, de repente sentí que mi cuerpo había caído de golpe de la nube, mis huesos comenzaron a doler, mi vista se comenzó a alejar y ver todo nublado, en eso vi la silueta de mi hermana Amelia, ella me llevaba por un camino obscuro y me decía “No tengas miedo, yo te guiare” me comenzaba a desprender de la tierra, ya nada dolía y mis pulsaciones decayeron hasta el punto de no sentirlas, mi vista empezó a perderse en ese mar de obscuridad, sentí tanto frio como un invierno pero Amelia me abrazó y el frio desapareció, mis pulsaciones también y mi vida terminó.

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