Los 6 sombreros para pensar. Escrito por Edward de Bono

Escrito por Edward de Bono, 6 Sombreros para Pensar invita a utilizar un método diferente en la toma de decisiones.  Este método implica la posibilidad de mirar o pensar en distintas direcciones y en diferentes momentos, se lo llama Pensamiento Paralelo.  Este tipo de pensamiento propone diseñar un camino de pensamiento a partir de “lo que puede ser” y no solo de “lo que es”, esto quiere decir que no debemos encasillarnos en una única solución para la problemática que se está tratando.

A diferencia del pensamiento argumentativo y de confrontación donde cada individuo adopta una mirada opuesta sobre un asunto, el pensamiento paralelo propone adoptar una mirada en la misma dirección. Sobre un tema determinado, cuatro personas pueden tener miradas distintas si cada una se posiciona sobre un aspecto puntual de tal asunto. Si las cuatro personas analizan cada uno de esos aspectos a la vez, estarían mirando en la misma dirección (dirección de pensamiento) aportando cada uno sobre ese aspecto en particular. Aun si los pensamientos compartidos sobre ese aspecto son contradictorios, serán tenidos en cuenta al momento de diseñar el camino de pensamiento.

Para determinar esas direcciones de pensamiento, necesitamos etiquetar o identificar esa dirección de manera concreta. Los 6 Sombreros para Pensar vienen a significar esas etiquetas a través de los colores; estos son blanco, rojo, negro, amarillo, verde y azul. Se utilizan sombreros porque, de alguna manera, se consideran sencillos de poner y quitar, además de que son visualmente identificables fácilmente.

Es importante identificar con claridad que los sombreros son direcciones de pensamiento y no descripciones. Los sombreros no están diseñados para justificar lo expuesto sino por el contrario deben ser utilizados como eje de pensamiento sobre un tema. “Utilicemos el sombrero blanco para este aspecto”, significa que se hará hincapié en la información concreta, hechos objetivos y cifras.  “Ahora utilicemos el sombrero Rojo”, este habilitara una mirada relacionada a sentimientos, sensaciones e intuiciones sobre ese aspecto. Aquí la diferencia entre descripción y dirección; la descripción se basa en lo que paso y la dirección sobre lo que está por venir o está por hacerse.

Al utilizarse los 6 sombreros para pensar se debe tener en cuenta que no están ideados para describir o categorizar la manera de pensar de una persona sino que por el contrario están pensados para que todas las personas implicadas en el diseño del camino de pensamiento puedan situarse en las distintas direcciones que propone el método. Si se encasilla a una persona como “Él es de sombrero Negro” porque tiene tendencia a ser precavido, cuidadoso y serio se le  dificulta la posibilidad de que esa persona se sienta en capacidad de utilizar otro sombrero, más allá del que fue categorizado echando por tierra la esencia del sistema; la posibilidad de que todos miren en todas las direcciones.

Lo interesante de este método es la posibilidad de explorar los temas de a uno a la vez, logrando neutralidad y objetividad. Quitando la confusión del medio se logra un pensamiento eficaz. Evitar la discusión proporciona la posibilidad de lograr mejores resultados.

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Sombrero Blanco:

El Sombrero Blanco está asociado a la información pura, concreta sin emociones ni interpretaciones. La persona que utiliza el sombrero blanco debería actuar como una computadora, entregando información concreta y objetiva, realizando preguntas concretas también. Como indica su color, el blanco sugiere neutralidad, por lo tanto lo que se busca con el uso de este sombrero es netamente eso: neutralidad, información pura y concreta.  Parte del rol del sombrero blanco es la de definir qué información es necesaria y que información falta. Es un rol con el que suelen iniciar las sesiones de pensamiento.

Sombrero Rojo:

El sombrero rojo se vincula con los sentimientos, las emociones e intuiciones. Se utiliza el sombrero rojo para expresar, precisamente, los sentimientos, emociones, intuiciones, dudas, desagrados, etc,. Sin la necesidad de justificar o explicar los porqué de su sentir. De hacerlo perdería eficacia el método ya que al pedir explicaciones de los sentimientos, las personas solo expresarían los que pueden explicar y habitualmente no son los de más importancia. Al expresarlos quedaran expuestos para incluirlos en el mapa de pensamiento y el sistema de valores que elige la ruta en ese mapa, imposibilitando que actúen de manera oculta en el proceso de pensamiento. Expresando las emociones abre la oportunidad de explorarlas y, quizás, modificarlas. Este método le permite al interlocutor entrar y salir con facilidad, y claridad, de este modo de expresión de los sentimientos y emociones.  Es conveniente proponer este rol en varias instancias de la sesión y nuevamente al finalizar, para comprobar si los sentimientos han cambiado. El objetivo de este sombrero es expresar los sentimientos tal como salen y no forzar un juicio.

Sombrero Negro:

El sombrero negro tiene que ver directamente con la cautela y la prevención.  Es, quizás, el más utilizado cotidianamente y el más importante en el pensamiento porque nos aleja de los peligros, y nos ayuda a prevenir situaciones de riesgo. El pensamiento de sombrero negro es lógico y debe justificarse lógicamente, si fuese un comentario emocional debería relacionarse con el sombrero rojo. Es importante no abusar del sombrero negro, para esto el moderador debe acotar el tiempo de uso de cada sombrero para lograr la eficacia del método, así como debe, también, no permitir las discusiones a partir de lo expuesto en el marco del sombrero negro. La idea de este sombrero es la de poder anticipar cuáles son los riesgos, tener en cuenta puntos débiles, que falta o cuales son los inconvenientes que se pueden suceder antes de tomar una decisión. Esto le da carácter de sombrero planificador, permite evaluar problemas potenciales en el futuro. El propósito de este sombrero es situar los puntos de cautela en el mapa de pensamiento.

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