Madagascar

Después de la boda de Skipper (Tom McGrath), los pingüinos y los monos van a Mónaco durante dos semanas, y Alex (Ben Stiller) les dice que estarán esperando hasta entonces, a lo que Skipper responde que no volverán. Después de una pesadilla en la que se ve a sí mismo y a sus viejos amigos esperando volver a Nueva York, Alex recibe de Marty (Chris Rock), Melman (David Schwimmer) y Gloria (Jada Pinkett Smith) una respuesta de la Gran Manzana en un escala como regalo de cumpleaños, lo que lo hace muy nostálgico y lo motiva a ir a Monte Carlo para buscar los pingüinos y regresar a casa.

Tan pronto como llegan a Mónaco, los cuatro amigos (junto con el Rey Julien, Maurice y Mort) se dirigen al Casino Monte Carlo para buscar a los pingüinos, ingresando al edificio a través de los ductos del techo. A través del techo de cristal, los monos se distinguen entre las personas que ingresaron al casino disfrazadas porque los animales no pueden ingresar al lugar. Cuando el plan que han diseñado está a punto de ejecutarse, el grupo comienza a discutir quién debe ser el líder entre ellos, y terminan cayendo en el casino generando un enorme caos. Mientras intentan huir, dos guardias de seguridad los detectan y envían al capitán Chanel Dubois (Frances McDormand), un agente de Control de Animales muy aficionado a recolectar cabezas de animales de peluche en su casa, que posee un registro perfecto de capturar animales en veinte años de carrera y eso está obsesionado con cazar un león.

Después de que todos escapan del casino en una camioneta, Dubois usa su nariz fina para detectar el rastro de los fugitivos y perseguirlos. Tan pronto como lo ven, los animales aceleran su escape y llegan de una manera muy brusca a la terraza del Hotel Ambassador, donde los monos esperan que los lleven en su avión. Desafortunadamente, Dubois (cuya obsesión por capturarlos la hace imparable) complica el escape y logra vincular a Melman, pero finalmente logran deshacerse de ella. Después de un corto viaje, el avión cae al suelo debido a daños técnicos y queda completamente destruido. Sin la esperanza de regresar a los Estados Unidos, de repente descubren a los agentes de la ley muy cerca de ellos, en una estación de tren. Sin saber cómo salir de Europa sin llamar la atención, descubren un tren que transporta una compañía de circo, Circus Zaragoza, pero Vitaly (Bryan Cranston), un tigre que es el jefe de la compañía, se opone a recibirlos con el pretexto de que no lo hacen. t aceptar animales que no

Mientras viajan, Stefano (Martin Short), un león marino de origen italiano miembro del circo, les pregunta cuáles son los actos que hacen en el circo de Estados Unidos, y los cuatro amigos se ven obligados a mentirles inventando toda clase de proezas arriesgadas. Fascinado, Stefano los invita a ir con ellos a Roma, donde darán su próximo show, pero Alex rechaza amablemente el ofrecimiento diciendo que se bajarán en la próxima estación para volver a los Estados Unidos. Stefano les dice que ése será su destino también, si es que logran convencer a un promotor norteamericano de ofrecerles un contrato para una gira por América después de su show en Londres. Sin embargo, Vitaly se opone a llevarlos alegando que al dueño del circo no le gusta llevar polizontes a bordo del tren, y repentinamente los pingüinos aparecen en el vagón donde están para advertirle que los polizontes pueden viajar en el tren si son los dueños del circo. Al día siguiente, los monos compran el circo con una bolsa de piedras preciosas. Por su parte, el Rey Julien descubre en un vagón a Sonya, una osa que actúa en el circo, y se enamora de ella. Más tarde, Dubois sigue el rastro de los animales y se embarca en un tren carguero a Roma.

Una vez en Roma, el Rey Julien y Sonya salen a pasear por el Vaticano y saludan al Papa, hecho que el lémur aprovecha para robarse su anillo y regalarlo a su amada; más tarde, al romperse el triciclo de la osa, Julien usa el anillo del Papa para comprarle una moto Ducati. Desafortunadamente, son vistos por Dubois, quien pretende perseguirlos en una motoneta de la policía italiana, pero como el vehículo está encadenado a las demás motonetas, es detenida. Mientras tanto, el espectáculo de circo (que se lleva a cabo en el Coliseo) resulta ser un enorme fiasco, todos deben escapar de los espectadores furiosos que les reclaman la devolución de su dinero, y en un malentendido los simios arrojan las bolsas con la recaudación a la gente en la estación de trenes. Al día siguiente, la policía italiana va a buscar a Dubois a la celda donde está presa para anunciarle su deportación a Mónaco, y descubren que no está en su celda. Descubriendo un túnel bajo su cama, se meten a buscarla, pero sólo encuentran el relleno de su colchón, que la propia Dubois ha sacado para esconderse dentro y escapar dejando encerrados a los policías italianos.

Frustrados,

...