Memorias por correspondencia: cartas de un historia con pérdidas y cicatrices

Memorias por correspondencia: cartas de un historia con pérdidas y cicatrices

María Camila Arango Ramírez

Carlos Andrés Carmona Gil

Manuela Suárez León

Sara Vélez Londoño

[pic 1]

Emma Reyes, fue una artista colombiana, pintora, dibujante y escritora. Nació en Bogotá (1919) y falleció en Burdeos, Francia (2003). El libro Memorias por correspondencia, es una recopilación de cartas enviadas por ella a su amigo y escritor Germán Arciniegas, donde relata su infancia y adolescencia, sin apelar al dolor o lástima para crear un vínculo con el lector, sino de una forma natural, haciendo uso de la prosa, los detalles y una estructura que permite la amena lectura de la obra.

Interpretamos la historia por medio de la autora, quien hace una biografía contando sucesos importantes que tuvo en las etapas tempranas de su vida con el fin de dejar un testimonio personal y literario. Asimismo, analizamos que el lector se identifica con la obra, haciendo alusión a su infancia, dejando de lado la experiencia personal para reflexionar sobre la autora, que sin resentimiento ni autocompasión realiza una escritura que conserva la inocencia de un infante. Afirma el editor Camilo Jiménez que “su mayor virtud está en la precisión y cantidad de detalles, pero sobre todo en la mirada: la autora escribe cuando es adulta, pero quien habla en estas líneas es la niña que fue. Nunca levanta la mirada, nunca completa las sensaciones que describe con lo que sabe cuando escribe; ve siempre con los ojos del momento en que sucedieron las cosas”.

Reyes expresa su vacío emocional a través de los detalles que narra, por ejemplo cuando juega dentro de un horno de ladrillos (para esconderse o para buscar calor), permitiendo con esto, sanar y cicatrizar el dolor generado por los daños que experimentó. También, consideramos, que la pobreza e ignorancia son circunstancias propicias para el abuso y la esclavitud de niños, hechos que se hacen evidentes al narrar, pues Emma era analfabeta, carente de recursos y de amor, situación que la hizo vulnerable al momento de pasar su adolescencia en el convento, hecho que en la obra no es solo un relato, es la evidencia de una problemática social que vive Colombia y el mundo desde hace tiempo: “Y al lector le queda en el alma todo lo que la pintora no narró: la mezquina historia universal de la Iglesia y la impiadosa historia de las clases altas locales: en suma, la historia del sostenido egoísmo de los que sí tenemos con qué vivir” (Ponsford, M. 2012).

A su vez, por medio de las cartas la historia genera expectativa, debido a que está siendo contada por partes y Germán responde con curiosidad de seguir conociendo los detalles de lo que le sucedió en esa época, además, hace que el lector se vuelva en el tiempo e imagine cada instante que se está contando. La estructura literaria de estas cartas se basa en los detalles relatando así cada suceso, sentimiento y espacio con la máxima delicadeza y referencias de color, textura y sensación, lo que permite tener la oportunidad como lector de transportarse al momento relatado.

...