ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Mi dulce y amargo (Jaedo)


Enviado por   •  4 de Octubre de 2018  •  Ensayo  •  840 Palabras (4 Páginas)  •  89 Visitas

Página 1 de 4

Solo quiero que ese dolor desaparezca. A veces creo que estoy bien, e incluso también comienzo a creer que soy insensible al fin, después de tanto llevar este destructivo sentir.

Pero no.

Viene hacía mi con más fuerza cada vez. Me hace llorar sin motivo alguno, no importa la hora o el lugar. Me hace sentir patético y débil. Quizás lo soy. Quizás siempre lo he sido.

Quizá ya está siendo suficiente para mi.

¿Debería terminar con todo esto?

Un día simplemente voy a romperme y ya no podré disfrazar aquellas grietas que comienzan a fragmentarme. No volveré a recuperar la cordura. Y tampoco seré capaz de fingir que nada ha sucedido.

¡Qué lamentable sería que todos lo supieran! Que me vieran de esa manera. No debo permitir que eso pase, es mejor terminar con esto a tiempo. Es la mejor opción, la única de todas.

Esto me va a consumir y yo no podré evitarlo si lo dejo avanzar. No debo dejarlo avanzar.

No debo, no debo, no deb...

—Hey.

De repente Doyoung es empujado fuera de sus oscuros pensamientos. Maldición, no se supone que alguien le hablara, no cuando está a punto de auto convencerse de la que podría ser la mejor idea que ha tenido en su vida. Además, nadie le habla, nadie debería.

Frunció el ceño, un gesto que lo distinguía de todos en el salón de clases. Siempre estaba enojado y acostumbraba a ser despectivo y grosero con los demás. No era algo personal, Doyoung simplemente era así.

—¿Qué? —su voz fue dura y cortante al dirigirse al chico que no se dignó a ver y que estaba de pie frente a su asiento.

—¿Eres Dongyoung? ¿Kim Dongyoung?

Odió cada sílaba de su nombre al ser pronunciado. No, no quería ser llamado Dongyoung. El prefería referirse a sí mismo como Doyoung.

—Es algo largo... tu nombre —dijo de la nada aquel extraño chico. Doyoung continuo sin dirigirle la mirada, en cambio sus ojos estaban fijos en sus propias manos sobre la mesa de su lugar—. Tal vez te suene extraño, pero, ¿podría llamarte Doyoung?

Se congeló en esos instantes. ¿Realmente le había preguntado aquello?

—Tu cabello naranja me gusta, nunca había visto a alguien que no fuera un idol con un color tan peculiar. —Instantáneamente se llevó una mano a un costado del rostro cuando el extraño halago su cabello, acariciando uno de sus cortos mechones. El contrario seguía hablando como si de una amena y reciproca charla se tratara— Y a ti sin duda te queda de maravilla.

Doyoung no sabía si comenzaba a sentir pánico o alguna cosa así, porque algo dentro de su cuerpo se aceleró y comenzó a hacerle sentir nervioso. Casi tímido.

—Me

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (5 Kb) pdf (44 Kb) docx (14 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com