Obra: Lapsus

*LAPSUS*

La obra se ambienta en la prisa de la ciudad, el tráfico y la exhaustiva rutina que envuelve la vida de los personajes. Sin embargo, no todos lo toman con la misma calma, algunos viven agobiados por el estrés y la ansiedad de las labores que se hacen más pesadas en el día a día.

Aparece en escena una casa humilde, pero muy acogedora. La protagonista se muestra apurada por la presión del día que apenas comienza. Como todos los días, ya era de costumbre se levantaba muy temprano para hacer las labores del hogar .Suena el despertador. Se dirige al cuarto de su hija que aún duerme.

Martha -Hija, ya levántate. Se hace tarde. Ya van a dar las 7:00. ¡Ándale que luego no llegas a clase!

América: (Somnolienta) –Si,  ya voy “má”. (Bosteza).

Martha sale de escena, dirigiéndose hacia la cocina. Aparece, entonces, su hija lista para salir a la escuela, no sin antes de desayunar.

América: Oye mamá, ¿ya tienes el dinero que te pedí? Es que ya lo voy a necesitar.  

Martha: (Preocupada) -Mmm,  ¡ay hija! todavía no lo tengo.  Espérame para mañana.

América: (Inconforme)  -Bueno está bien, pero que  no se pase de mañana, porque si no llevo el dinero, no me dejan entrar a clase.

Martha: (Apresurada) – Vamos, desayuna para irnos ya.

Justo en ese momento, aparece en escena la hermana solterona de la protagonista abnegada que acaba de despertar.

Susana: (Alegre) -Buenos días, ¿cómo están?

Martha -Muy bien, pero ya se nos hizo tarde, y ya sabes cómo está el tráfico a esta hora. (Se despiden de la hermana) Nos vemos en la noche, ¡vámonos hija!

Una vez que han llegado a su destino, la madre y la hija se separan para realizar cada una sus actividades. Llega la protagonista a la oficina, con unos cuantos minutos de retraso. Todo mundo ha comenzado sus actividades. La protagonista se topa de frente con su  jefe.

Martha  :(Nerviosa) -Buenos días, licenciado. 

Raúl -Buenos días Martha.  La veo un poco mal. ¿Qué le pasa? ¿Está usted bien?

Martha -Si, licenciado estoy bien.  Lo que pasa es que he dormido mal y tengo algunos problemas en casa y…

Raúl: (Indiferente) Bueno, protagonista, necesito que por favor se encargue de recibir los paquetes que el ingeniero González  quedo de traer personalmente. Además, dígale a Elenita que me comunique lo más pronto posible con el licenciado Torres. Aún no hemos podido checar los balances de este mes y eso me tiene preocupado.

Martha: (Agobiada) Muy bien, licenciado, no se preocupe. Ahora mismo arreglo estos asuntos. Quédese tranquilo.

Raúl: Muy bien, así me gusta. Por cierto, también necesito que se encargue de hacerme una recepción en restaurant de siempre y  dígale a Rogelio que compre el mejor y más grande arreglo floral. Es más, elíjalo usted misma. Supongo que a todas las mujeres les gusta lo mismo. (Sale de escena).

Martha: (Molesta, habla sola) ¡Ni crea! ¡Desgraciado! Piensa que soy su niñera.

Aparece, luego, la protagonista atareada en su cubículo, arreglando los asuntos de su jefe. El compañero estresador acosador canta una canción cerca de ella. No la deja concentrarse del todo. Suena una de las líneas del teléfono.

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