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Obra de teatro-Literatura


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2018  •  Apuntes  •  1.794 Palabras (8 Páginas)  •  240 Visitas

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Obra de teatro-Literatura

Personajes:

  • La princesa
  • La princesa Matilde
  • El príncipe
  • El rey
  • Hombre 1
  • Hombre 2
  • Hombre 3

Acto 1

Érase una vez, en un pueblo antiguo, una princesa libre, valiente y rebelde que se encontraba atrapada en los muros de una torre, pero metafóricamente, no como princesas tales como Rapunzel, sino que ella se veía enjaulada en un lugar donde no le permitían ser como ella quisiera, ser simplemente como le gustaba y quería vivir.

Princesa: Padre, hoy me voy a estudiar matemáticas, no me esperes porque voy a volver tarde.

Rey: Ya te dije muchas veces que no me gusta para nada que estudies, no quiero una hija que sepa más que yo. con las cosas que te ha enseñado tu madre es suficiente.

Princesa: ¿Te referís a coser, bordar y cocinar?

Rey: Por supuesto ¿Qué más queres saber?

Princesa: ¿Estás hablando en serio, acaso no te agrada la idea de que tu hija estudie para aprender y obtener conocimientos para superarme día a día?

Rey: Pues claro que sí, pero hablo que de no lo necesitas, sabes lo que tenes que saber y punto ¿queda entendido?

Princesa: Claro que no, no me limitaré a tu absurda opinión. me voy a estudiar no me esperen. Hasta luego

Rey: Entonces hace lo que tengas ganas, después no vengas a perderme disculpas por tener razón.

 La princesa salió enfurecida del castillo, con dirección hacia el bosque para leer algo. su padre, le había quitado las ganas de estudiar hoy matemática, por ahí lo haría mañana. No podía creer que su padre fuera así. A veces, se preguntaba si ella estaba equivocada y su padre en verdad tenía razón, creía que algo estaba mal en ella, ya que muchos reafirmaban las ideas de su padre diciendo que ella esta confundida.

Llegó al bosque

Princesa: Al fin en paz para disfrutar de un buen libro.

Estuvo horas, horas y horas hasta que, relajada, decidió regresar al castillo.

Fue por un camino transitado, pero las voces eran espantosas.

Hombre 1: Pero que muñequita!

Hombre 2: (Silba) ¿Pero que hace una dama tan linda tan solita a estas horas?

Hombre 3: ¡Mi amor!

La princesa estaba muy incómoda y, cuando pensábamos que esto pasaría por alto, alguien alzó la voz.

Princesa Matilde: (Gritando y dirigiéndose a los hombres) ¿Pero que les pasa ustedes? ¿Acaso una mujer no puede caminar tranquila sin que nadie la moleste? Son un asco, váyanse de acá con esos penosos comentarios.

Los hombres ignoraron a la dama, pero sus caras decían todo.

Princesa Matilde: (A la princesa) ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo?

Princesa: Por suerte no, muchas gracias.

Princesa Matilde: De nada, la verdad me indigna mucho estas situaciones, creo que los mejor que podemos hacer los espectadores de estas es defender siempre a la víctima. Es tan lamentable que pasen estas cosas.

Princesa: La verdad que sí, es horrible e incómodo. Nunca te había visto por acá ¿Cómo te llamas?

Princesa Matilde: Me llamo Matilde.

Acto 2

La princesa, después de lo sucedido en el camino, regresó a su castillo, sabiendo lo que le esperaba al encontrase cuando llegase.

Su padre se encontraba en la sala.

Rey: Al fin te dignas a regresar ¿te parecen horas de volver?

Princesa: Me parece excelente, ponete feliz que regresé.

Rey: Bueno, en fin, hija no tengo ganas de discutir con vos. Mientras te fuiste llegaron noticias.

Princesa: ¿Qué paso padre?

Rey: El príncipe de Arcadia, Marcus, aceptó nuestra propuesta.

Princesa: ¿Qué propuesta?

Rey: ¿Acaso no sabias? Te casas con en una semana.

Princesa: ¿Esto es un chiste? ¿Acaso te pensas que yo me puedo casar con alguien que no conozco o entregarme, así como así, como un objeto?

Rey: Hija, por favor, no empieces

Princesa: No puedo creer lo que hiciste.

Rey: Es una tradición hija. El matrimonio de tu madre y yo fue arreglado, así como el de tus abuelos, bisabuelos, tata…

Princesa: (Interrumpiéndolo) ¿Y por eso me hacen lo mismo?

Rey: Basta hija, hasta por ahí lo terminas amando.

Princesa: Claramente no entendes nada de amor.

Rey: (gritando) te vas a casar y punto. Esta conversación se acabó.

Princesa: Sos un completo incrédulo si pensas que me voy a casar.

La princesa, indignada, se encerró por horas en su habitación, pensando en por qué su padre era así tan necio, terco e insensible. Creo que nunca lo entenderemos.

Después de horas, la princesa regreso a la sala.

El rey se encontraba en la sala con su futuro “esposo”

Rey: Hija, que bueno que regresaste, mira quien llegó.

Princesa: (Con desgano, obligada) Hola.

Príncipe: Hola muñeca. (al rey) Que bonita es su hija señor.

Rey: ¿vio? Es una belleza, sería más linda si no contestará tanto, pero, que se le va a hacer.

Princesa: (sarcástica) Gracias por el comentario padre.

Rey: Bueno, bueno. Veni hija, sentate a hablar con nosotros.

Princesa: (Se sienta)

Rey: (Al príncipe) Bueno, ¿Qué esperan hacer después del casamiento?

Príncipe: Lo tradicional señor. Nos iremos de luna de miel, tendremos muchos hijos, ella se ocupará de la casa mientras yo salgo a trabajar. Y así toda una vida, viviendo felices por siempre.

Princesa: Que idea descabellada.

Rey: ¿Qué tiene de malo hija? Me parece perfecto.

Princesa: Ni siquiera me conoce y ya imagina una vida a mi lado

Príncipe: ¿No te gusta mi plan de vida? Estas demente.

Princesa: El demente me parece que sos vos.

Rey: Basta hija

Princesa: Yo no me caso.

(La princesa se retira de la escena)

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