Radio novela
Enviado por EManuel Salazar • 28 de Noviembre de 2015 • Síntesis • 1.731 Palabras (7 Páginas) • 184 Visitas
PROYECTO: Radionovela
MATERIA: Expresión Oral y Escrita
MAESTRA: Martha C. Valdovinos
FECHA: 23 / OCTUBRE / 2015
INTEGRANTES:
Rodríguez García Alexis Adrián
Morales Aguillón Paola
Sánchez Olvera Jorge
Martínez Martínez José Enrique
Martínez Salazar Jesús Emmanuel
Parra Pilar Luis Enrique
Narrador: A continuación se les presentara la historia del autor “Juan Rulfo” titulada “Pedro Paramo”, la historia comienza en un pueblo llamado Cómala en donde un joven esta en busca de su padre, un tal Pedro Paramo.
Dolores: Ve a cómala Juan, allá vive tu padre.
Juan: Así lo haré madre.
Dolores: No vayas a pedirle nada, exígele lo nuestro lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio. El abandono en que nos tuvo, hijo cóbraselo caro. (Voz Tenue y Firme)
Juan: Así lo hare!! (Con voz firme)
Dolores: Uh no, no dejes de ir a buscarlo, le dará gusto conocerte,… Se llama Pedro Paramo. (Voz agonizante)
Narrador: -Se da un pequeño silencio y Dolores muere. Y Juan aprieta la mano de su madre.
Narrador: -Juan camina por el desierto y está a punto de encontrarse con su hermano. En eso Juan camina cuando se detiene y de su bolsillo saca una foto de su madre del día de su boda. Y entonces Juan dice:
Juan: Madre siempre viviste suspirando por cómala… Pero jamás regresaste. (Entre si mismo)
Narrador: Entonces de repente aparece una neblina misteriosa, Juan se percata de lo que sucede y escucha un ruido como de animales con carga.
Entonces de la misteriosa neblina aparece un hombre vestido de indio junto a sus burros. (Se escucha el rebuznar de los burros) Y entonces Juan dice:
Juan: ¿A dónde va usted? – (Pregunto).
Abundio: Voy para abajo señor.
Narrador: El hombre pasa a un lado de él y Juan entonces decide ir detrás de él. Se acerca y dice:
Juan: ¿Conoce usted un lugar llamado Cómala?
Abundio: Para allá mismo voy señor. –(Respondió).
Abundio: ¿Y a qué va a Cómala, si se puede saber?- (Preguntó).
Juan: Voy a ver a mi padre.- (Respondió).
Abundio: Ah! se alegrara de verlo. – (Agregó). Después de tantos años que nadie viene por aquí, y que transes tiene su padre, si se puede saber.
Juan: No lo conozco, solo sé que se llama Pedro Paramo. (Con voz débil y temerosa)
Narrador: Abundio se detiene al escuchar el nombre de Pedro Paramo y le dice a Juan:
Abundio: Ve usted todo aquel terrenal, son las tierras de Pedro Paramo. Y nosotros vinimos a nacer en un petate.
Juan: ¿No hay agua por aquí? - Pregunto.
Abundio: Si -Respondió.
Entonces Abundio tomo de su hombro un tecomate y le ofreció a Juan.
Abundio: Aquí la tiene. - Respondió.
Entonces Juan toma el tecomate y lo mueve y se percata que no hay nada....
Narrador: Entonces caminaron cuesta abajo, oyeron el trote de los burros. Sus ojos reventados por el sopor del sueño. (Se escucha el trote de los burros)
Abundio: -bonita fiesta le va a armar
Abundio: - Se pondrá contento de ver a alguien después de tantos años que nadie viene por aquí.
Narrador: -Luego añadió:
Abundio: - Sea usted quien sea, se alegrara al verlo.
Abundio - ¿Y qué trazas tiene su padre, si se puede saber?
Juan: - No lo conozco, solo sé que se llama Pedro Páramo
Abundio: -¡Ah! , vaya.
Narrador: Juan escucha otra vez el “¡ah!” del arriero (con sonido estruendoso se escucha al arriero)
Narrador: Juan espero aquel hombre hasta por fin apareció.
Juan - ¿A dónde va usted?
Arriero: - Voy para abajo, señor. (Se escucha el burro)
Juan: - Para allá mismo voy. Narrador: Así es que juan sigue al arriero e iba tratando de alcanzarlo, hasta que el arriero disminuyo su prisa, y después los dos iban muy pegados casi hasta tocarse. (Se escucha el galopar)
Arriero:-Yo también soy hijo de Pedro paramo (sonido de impresión)
Narrador: Dirigiéndose a juan.
Juan: Traigo esto, pensando que podría dar resultado para que mi padre me reconociera.
Arriero: Usted (Deteniéndose).
Arriero: ¿Ve aquella loma que parece vejiga de puerco? Pues de tracito de ella está la media luna. Ahora voltea para allá. ¿Ve la ceja de aquel cerro?. Bueno, como quien dice, toda la tierra que se puede abarcar con la mirada, es de él todo ese terrenal.
Arriero: El caso es que nuestras madres nos malparieron en un petate aunque éramos hijos de Pedro Paramo. Y lo más chistoso es que él nos llevó a bautizar. Con usted debe haber pasado lo mismo. ¿No? (Voz firme)
- Juan. No me acuerdo. (Voz tenue)
- Arriero: ¡Váyase mucho al carajo! (Con voz agresiva)
- Juan. ¿Qué dice usted? (Con voz indignada)
- Arriero: Que ya estamos llegando, señor. (Con voz firme)
- Juan. Si, ya lo veo. ¿Qué paso por aquí? (Con voz temerosa)
- Arriero: Un correcaminos, señor. Así les nombran a esos pájaros. (Se escucha el correcaminos)
- Juan. No, yo preguntaba por el pueblo, que se ve tan solo, como si tuviera abandonado. Parece como si no lo habitara nadie.( Sonido de terror)
- Arriero: No es que lo parezca. Así es. Aquí no vive nadie.
- Juan: ¿Y Pedro Paramo?
- Arriero: Pedro Paramo murió hace muchos años. (Sonido de impresión)
Narrador: Era la hora en que los niños juegan en las calles de todos los pueblos, llenando con sus gritos la tarde. (Sonido de niños jugando)
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