Rayo de Luna

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“EL RAYO DE LUNA” Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer nos cuenta una historia que parece cuento (o al revés), acerca de una persona amante de lugares poco convencionales, la identidad del personaje denominado “Manrique” destaca por una peculiaridad, su capacidad de observación y apreciación de la belleza, lo que le conduce a amar a todas las mujeres. En alguna noche inusual de verano, Manrique observa a una bella mujer (muy diferente a la belleza convencional), pero encontrarla no será nada fácil.

Este texto, EL RAYO DE LUNA, es claramente una obra artística de carácter narrativo; ya que en ella se describe a dos personajes: Manrique y la mujer del bosque (esta es descrita bajo la perspectiva de Manrique), aunado a esto, existe un narrador; propio de la literatura de género narrativo. Pero ¿Por qué es artística? Apelando a las propias palabras del autor “No sé si esto es una historia que parece cuento o cuento que parece historia” Gustavo Adolfo Bécquer, podemos deducir que hay un cuento, o bien, algo parecido a ello. Los cuentos son tan antiguos como el ser humano y el lenguaje, por lo que existe una constante de pluralidad propia de cualquier tipo de arte, en otras palabras, existe de todo y para todos los gustos. Como otro argumento para defender por qué este texto es arte, acudo a la escritora Ruth Sawyer, quien sostiene que los cuentos son una de las artes tradicionales, que se hunden en las raíces de los orígenes propios de la expresión articulada.

La intención que el español tiene durante este texto puede ser controversial, ya que para analizar esto, requerimos de la imaginación y la capacidad de entendimiento, por tanto, me resulta complicado ser totalmente objetivo.

        A lo largo del texto se puede leer qué es lo que piensa el protagonista acerca de aquella hermosa mujer de entre la maleza, por lo que pronto se empieza a empatizar con el personaje (recordando su amor hacia las mujeres), mientras que también podemos ir creando expectativas sobre la mujer; deberá ser una mujer muy bella, o a lo mejor Manrique esta alucinando con la mujer de sus sueños (esto se empieza a sospechar más avanzada la lectura). Cuando descubrimos finalmente quién es la dichosa mujer podemos caer en una crisis de desilusión momentánea.

Con el paso de los años (según nos cuenta el narrador), Manrique aún no ha olvidado aquel suceso, esto se debe a que realmente marcó algo dentro de él, aquella persona que gustaba de perseguir a hermosas mujeres pasó a ser una persona reflexiva. Es aquí donde he llegado a una conclusión que constantemente pienso y pienso; La belleza es algo subjetivo, aunque esto no sólo aplica para el arte, la belleza es igual que un rayo de luna: hermoso para unos, insignificante para otros, además de ser efímero. Me gustaría que esta opinión sea entendida desde un aspecto más filosófico que de opiniones divididas (polarización, si o no). Cuando algo nos parece bello ¿Por qué sucede esto?, a menudo observamos a personas famosas como actores y actrices mientras se escucha que son personas hermosas, pero ¿Por qué lo son?, Realmente ¿Lo son?, o simplemente ¿La sociedad es quien decide si son hermosas o no? A algunas personas les gusta el arte del barroco, mientras que otras prefieren el arte del renacimiento, mientras que habrá alguna otra a la que ambas corrientes le resulten insignificantes. En este caso, ninguna de ellas tiene razón o es menos culto, y eso es lo que considero que el autor quería transmitir, quería otorgarnos unos minutos de reflexión sobre la belleza a través de un cuento divertido, en vez de una pesada lectura sobre estética. Como conclusión derivativa de lo anterior (apoyándome en las palabras últimas de Bécquer en EL RAYO DE LUNA); la belleza no existe, es simplemente nuestra imaginación jugándonos una pasada en la que esta tratando de entender o interpretar lo que nos rodea.

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