Reseña Final Programa: Contaduría Pública 1semestre
Enviado por Leidy Ososrio • 20 de Abril de 2017 • Reseña • 2.179 Palabras (9 Páginas) • 268 Visitas
Presentado por: Yudy Hasbleidy Rodríguez Osorio
Presentado a:
Docente: Luz Adriana Urrego
Tema: Reseña Final
Programa: Contaduría Pública 1semestre
Soacha, 26 de Noviembre de 2016.
INTRODUCCIÓN
La lectura y escritura son habilidades que están ligadas para el desarrollo del ser humano. Sin embargo, es necesario poder contextualizar dichas habilidades, para que el lector y futuro escritor pueda identificar y asumir una postura diferente a la hora de leer o escribir. En importante aclarar que no es el simple hecho de leer y escribir lo que permite fomentar dichas habilidades en el ser humano, es necesario también asumir un postura distinta a las mismas experiencias, a la vida misma, puesto que son estas tal vez, las que fomenten nuevos lectores y/o escritores en un país donde gana un premio Noble de literatura, pero no se lee y por ende, no se escribe. La escritura va de la mano de la lectura y viceversa, debe ser parte de una y sentirse parte de la otra como una identidad propia que permita vivir cuando se lee y sentir cuando se escriba.
Para dicho fin, reflexionaremos los siguientes textos, puesto que se pueden considerar como detonantes intelectuales para aquellos que quieran adentrasen al mundo de las palabras y las letras. : Por qué leer y escribir, por qué los clásicos, lo que entregan los libros, literatura y oxígeno, Retirados a la sombra de nuestros parpados y Un consejo para escritores principiantes:’ cuando se trata de escribir, eres lo que lees.
Por qué leer y escribir de Francisco Cajiao considera que la escuela debe ser un espacio en el cual los niños, las niñas y los jóvenes, encuentren no solo educación, sino también un libre esparcimiento, ideal para su desarrollo personal y social.
El papel de los maestros es prioritario en la enseñanza y en el aprendizaje, con la cual construyen valores como el respeto hacia el otro. El autor así mismo considera que “aprender a leer y escribir es una necesidad” para tener recuerdos de su propia vida. Y justamente, es a partir de ella y específicamente desde la familia, la cual se funda como el primer núcleo educador, formando hábitos de nuestra vida y constituyendo estructuras éticas y morales de acuerdo a nuestros principios familiares.
Pero Francisco Cajiao a su vez hace manifiesto que la escuela en referencia sea un lugar tranquilo donde los niños, niñas, padres y maestros disfruten de su comodidad, teniendo en cuenta que hacen parte de su vida ya que es allí se pasa la mayor parte de sus vidas.
Por qué los clásicos, de Silvia Castrillón tienen como característica discernir sobre las diferentes conceptualizaciones de la literatura clásica universal que permite fomentar la comprensión de una cultura determinada, haciendo hincapié en ocasiones en moralejas que promueven la universalidad y la homogenización de estereotipos culturales. Sin embargo, “los clásicos son libros que ejercen una influencia particular, ya sea cuando se imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mimetizándose con el inconsciente colectivo o individual.” (Calvino: 1991, p.14)p.37
Por ende, clásicos como Pinocho, Peter Pan, Alicia en el País de las Maravillas, La Isla del Tesoro y muchos más, cuando los leemos se hace una lectura recuperada y es ahí cuando los convertimos en clásicos. Ya que son cuentos-novelas que siempre vamos a recordar, con los cuales crecimos y transformamos nuestra imaginación. Haciéndonos ir a un mundo en el cual no creíamos y crecimos con ellos creyendo que existían.
Los clásicos no solamente se leen para tener una profundidad histórica, cultural o social del contexto en el que se desarrolla las historias o simplemente para conocer aquellas cosas que no conocemos. También nos permite tener una mirada crítica a lo que leemos, haciendo de esta lectura una lectura crítica, enriqueciendo nuestra mirada de la historicidad y aprendemos aún más de los clásicos como riqueza cultural. Y es riqueza maravillosa, una de las cosas buenas que tienen los clásicos es la recuperación de la memoria, no quiero decir, que aprendamos las cosas de memoria sino cuando se vive o se ven situaciones nos hace recordar cosas que se han leído, cosas que ya hemos olvidado. Lo importante es reflexionar sobre lo que se lee y no sobre el cómo leemos o el para qué leemos, ya que la separación entre el sentido de lo que se lee y el sentir lo que se leyó es fundamental para entender que los clásicos son y serán parte de nuestra literatura universal. Pero no como libros para desempolvar, sino como lecturas que construyen sentido o sentidos, como nos dice un promotor de la lectura “con los clásicos se va a ala fija”. Pero se debe tener encuenta que lo que leamos debe darnos un sentido de pertenencia y una identidad.
Lo que entregan los libros, de William Ospina nos argumenta desde su perspectiva qué es la lectura para él y, a su vez, cuál es la importancia de la literatura en el mundo occidental: “Esa actividad que trasciende la erudición o el intelectualismo, acercándose a una pasión estimulante de nuestro conocimiento” (William Ospina 1991, p. 14) p.48
Su visión, es concebida a partir de las experiencias de vida y de las lecturas hechas por Ospina, quien nos muestra la importancia de formarnos como lectores y escritores en el mundo de hoy, lo cual se ha convertido en una necesidad que trasciende fronteras y que permite el desarrollo del pensamiento y la transformación del mismo.
Según la lectura se evidencia diversos autores que en muchos de los casos expresan lo siguiente respecto a la importancia y a la creatividad en el manejo de la lectura, “En un caso que se cita a Nietzsche, se dice que el filósofo alemán prefería leer las obras dramáticas que verlas representadas en el teatro, pues leyendo permitía crear todo a su gusto, mientras que en el teatro ya se imponían y limitaban las imágenes. Es por eso que en la lectura persiste la magia del lenguaje como una salvación por medio del poder de las palabras” (William Ospina 1991, p. 14) p.58
Un buen lector sería aquel que se asombrase por el poder de las palabras y lo que ellas trascienden. Donde se plasma la historia, se onda en hechos o acontecimientos que aunque no somos testigos visibles de ellos, podemos vivirlos y mejor aún revivirlos con mayor intensidad cada vez que releemos.
La literatura que está formada por el común de los seres humanos sintetiza todos los hechos de su vida
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