Un gran Análisis Literario de la Obra “El Eco de los Pasos”

Análisis Literario de la Obra “El Eco de los Pasos”

        El Eco de los Pasos es una obra escrita en 1979 por la autora costarricense, Julieta Pinto. Esta obra se basa en dos líneas de tiempos de la historia de Ernesto, el personaje principal, quien es un profesor de universidad, quien solía ejercer un puesto alto en el gobierno, pero se retira a causa de la corrupción y falta de ideales que posee este gobierno. En el mismo libro se va narrando su historia de joven (a una de edad de entre 25 a 30 años), cuando fue parte de un movimiento revolucionario que tenía como objetivo la derivación de un gobierno que había abatido la democracia costarricense, mediante el arrebatamiento del derecho al sufragio de los costarricenses. Esta historia es clasificada como género literario de novela, debido sus descripciones específicas de lugares y personajes, la variedad de esto, y la extensión de 96 páginas.

        La década de los setentas, en la cual fue escrita el libro, presenta diversos conflictos socio-políticos tanto en América Latina, como alrededor del mundo, que podemos suponer que fueron influyentes importantes para Julieta Pinto en la realización de este escrito. Fijando la mirada hacia los acontecimientos mundiales importantes de esa época, podemos hablar sobre el conflicto árabe-israelí y la etapa final de la guerra de Vietnam. Y si nos vamos a la zona latinoamericana, podemos remarcar el golpe de estado tanto al gobierno de Uruguay, como al de Chile, y también la aparición de neoliberalismo en América Latina. Otro hecho que podríamos llamar como el más influyente socioculturalmente hablando, es la muerte del guerrillero nicaragüense Carlos Fonseca Amador, quien posee una dedicatoria especial en la obra, así como un papel muy importante como personaje. Carlos Fonseca Amador fue un profesor, político y revolucionario nicaragüense, quien fundo el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional), institución que tres años después de su muerte derrocaría a la dictadura de Somoza. Carlos ha recibido títulos de Héroe Nacional de Nicaragua y de Comandante de la Revolución Popular Sandinista. Esta novela también es basada en parte en la Guerra Civil de 1948 en Costa Rica. Esta se dio entre marzo y mayo de 1948, duró 44 días y cuya causa inmediata fue la anulación de las elecciones presidenciales realizadas en febrero de ese año por parte del Congreso, las cuales, presuntamente, fueron ganadas por Otilio Ulate Blanco tras derrotar al Partido Republicano liderado por Rafael Ángel Calderón Guardia y que terminó con el establecimiento de la Junta Fundadora de la Segunda República presidida por José Figueres Ferrer. El desconocimiento de las elecciones presidenciales se debió a que las papeletas para presidente perecieron en un fuego cuyo origen nunca fue establecido.

        La novela comienza cuando dos jóvenes encuentran a Ernesto, un hombre en los cincuenta años, quien es profesor de una universidad y retirado de la política, tras ejercer un cargo de gran importancia en el gobierno, además de que formó parte de la revolución que le devolvió la democracia a Costa Rica. Estos dos jóvenes vienen en busca de su ayuda, diciéndole que han encarcelado al ya mencionado “Carlos”, quien es un guerrillero nicaragüense que ha venido al país en busca de armamento para la continuación de la lucha contra la dictadura que se da en su país. Carlos decide ayudarlos, al recordar que algún día lucho por los mismos ideales, pero no creyó poder hacer mucho ya que sus días de poder en el país habían terminado su validez hace mucho tiempo. Esta novela posee dos historias paralelas; el Ernesto del presente, quien además narra esta historia en primera persona, y la segunda es el Ernesto de hace veinticinco años, quien es resultado de los recuerdos del Ernesto del presente, quien además hace aparición hablándole como testigo omnisciente, con la variante de que lo hace en segunda persona al Ernesto del pasado. Estas líneas de tiempo paralelas se intercalan y aparecen de capitulo por medio cada una.

        En esta parte de la historia es donde se corta la historia para que aparezca el Ernesto joven contándonos como empezó la lucha revolucionaria, siendo solo un grupo de diez personas, quienes tenían el deseo de un cambio, debido a la injusticia en la que estaba poniendo el gobierno al pueblo. Estos diez hombres comienzan a poner en práctica actos de sabotaje contra el gobierno, explotando diferentes edificios menores con dinamita. Al hacer esto el gobierno empieza su búsqueda en su zona de residencia, entonces deciden reunirse con todas las fuerzas revolucionarias del país, que residían en la montaña, liderados por un hombre llamado José, quien solo buscaba la democracia y el bien para la nación. Aquí llegarían donde José los recibiría fraternalmente, y les daría sus primeras misiones con armas. En una de sus primeras misiones tendrían dos bajas, dos amigos de Herminio, uno de los diez, quien era el que tenía las ideas más claras para el país además de ser el más responsable. Entre los planes de José estaba esperar que llegara al país un suministro de armas para tomarlas y así llegar a una de las ciudades más pobladas del país y derrotar a los soldados del gobierno que se encontraban ahí y luego seguir con la capital.

        Volviendo al Ernesto del presente, el habla con Carlos, quien le cuenta su situación, y que debe salir de la cárcel lo más antes posible, para así atracar contra el gobierno de su país comenzando una revolución, ya que están en la misma situación que se encontraba su país hace veinticinco años. Aquí se infiere que con esta narración de hechos narración de hechos se despiertan en Ernesto el deseo de libertad y los ideales que por una vez lucho pero que desde su salida del gobierno estaban dormidos. Ernesto analiza la situación y sabe que en su país vecino, donde esperan a Carlos, no puede esperar mucho, y que Carlos debe regresar cuanto antes, y entonces empieza a llamar a viejos amigos para poder dar con la liberación de Carlos, aunque se le hace imposible la liberación, por miedo a los conflictos que podría sufrir el país con su vecino.

        Esta obra presenta un tipo de lenguaje técnico y culto cuando se habla de temas políticos, sobre todo las ideologías, o cuando se habla con alguien de importante puesto, pero se demuestra lenguaje popular y coloquial, con muchas expresiones pueblerinas cuando se da el estilo directo, generalmente cuando es un dialogo de confianza. Pero el texto en sí posee una ética impecable con su lenguaje culto, con uso de expresiones literarias que le dan gran atracción al lector hacia la lectura. Además de esto la obra posee muchas intersecciones cronológicas, lo cual no permite que siga con solo una línea de tiempo, sino que, como dicho antes se divide en dos historias del mismo personaje; su presente y sus recuerdos, los cuales dejan una gran huella en su vida, recuerdos donde perdió amigos y compañeros en batalla, donde se apodero de la vida de guardias del gobierno (que el mismo reflexiona que tenía una familia, al igual que él), donde tuvo que pasar días sin los seres que amaba, donde vivió cosas que probablemente lo iban a traumar de por vida. Esta obra llama a los jóvenes y las personas en sí, a educarse políticamente y participar de la democracia. Su mención constante de ella, intenta inferir en la educación temprana sobre ella, pero también se tratan muchos espacios más con ella, como son los valores que se deben tener para tomar el timón de una nación, de las malas situaciones socioeconómicas que pasan muchas personas del país, y de varios aspectos en los que deberíamos tomar conciencia no solo como costarricense, sino como personas que somos. También presenta un llamado oculto a literatura, en la mención de ella variadamente, como cuando Carlos se encuentra en la cárcel que menciona que necesita más libros. Esto es típico de muchos autores costarricense, como lo hace el mismo “Calufa” (Carlos Luis Fallas) en su libro “Los Ojos de Abril”.

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