14 De Febrero

14 de febrero

Asome la cabeza a la ventana y vi una pareja en medio del parque, él le había regalado algo, al parecer una tarjeta gigante en forma de corazón, más no pude distinguir. Ella parecía estar triste, ahí, en medio de la oscuridad un 14 de febrero, como si supiera que,( ya nunca más algo sería tan perfecto alguna vez,) no se equivocaba, como si sintiese nostalgia del mismo presente. No quería perder ni un minuto con él, y valoraba cada segundo pasado.

Se mantuvo un poco distante, hasta que él tomo su mano. Enredándose como hojas en el viento, aceptó el cariño y ella tomó la tomó también, y en esa vuelta, que, si hubiese continuado y sido efectuada hasta el término, hubiese correspondido a un vals.

Volteó al fin la cabeza hacia los brazos que la sostenían y una leve sonrisa bordeo sus labios.

A continuación volvió a mirar al suelo, y el camino del parque que tenía en frente y decidió seguir caminando, a leguas, es decir, tras la cortina, desde mi apartamento en el cuarto piso, noté como anhelaba que él diese el primer paso a su encuentro, y cuando lo sintió, sonrió tierna y rápidamente, pues ese era él, quien hacia brotar carcajadas de aquel peculiar ser de Venus.A medida que sus pasos se aceleraban, los de él la seguían, constantes, sin muestra de vacilación alguna, y en ese instante tomó nota detallada de lo que sucedía y no sintió miedo de perderlo.

Su presente, el de ambos.

Sólo el calor de aquellos mismos brazos, que en tan poco tiempo llegaron a ser tan conocidos, la transportaron de nuevo a la fantasía, que, como rara vez, y por quizá tan sólo un segundo, era su realidad.

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