ALEJANDRO MAGNO
Enviado por LILIRODRI • 2 de Marzo de 2014 • 1.504 Palabras (7 Páginas) • 280 Visitas
Alejandro Magno
Alejandro III el Magno, (356- 323 a.c), rey de macedonia (336- 323 a.c) conquistador del imperio persa y uno de los lideres más importantes del mundo antiguo.
Las primeras conquistas
Alejandro nació en Pela, la antigua capital de Macedonia; era hijo de Filipo II, rey de Macedonia y Olimpia, princesa de Epiro. Aristóteles fue su tutor, enseñándole retórica y literatura y estimulo su interés por la ciencia, la medicina y la filosofía. En el verano del año 336 a.c Filipo fue asesinado y Alejandro ascendió al trono de Macedonia. Se encontró rodeado de enemigos y se vio amenazado por una rebelión en el extranjero. Alejandro ordenó la ejecución de todos los conspiradores y enemigos nacionales. Marcho sobre Tesalia, donde los partidarios de la independencia habían obtenido el control, y restauro el dominio macedónico. Hacia finales del verano del 336 a.c había restablecido su posición en Grecia y un congreso de estados en Corinto lo eligió comandante del ejercito griego para la guerra contra Persia. En el año 335 a.c dirigió una campaña brillante contra los rebeldes tracios cerca del Danubio. A su regreso a Macedonia, reprimió en una sola semana a los hostiles ilirios y dardanelos cerca del lago Pequeño Prespa y después se dirigió hacia Tebas, que se había sublevado. Tomó la ciudad por asalto y arrasó sus edificios respetando solo los templos y la casa del poeta lírico Píndaro, esclavizando a unos treinta mil habitantes capturados. La rapidez de Alejandro en reprimir la sublevación de Tebas facilitó la inmediata sumisión de los otros estados griegos.
La creación de un imperio
Alejandro comenzó su guerra con Persia la primavera del 334 a.c al cruzar el Helesponto ( actualmente Dardanelos) con un ejercito de unos 365.000 hombres de Macedonia y de toda Grecia; Sus oficiales jefes eran todos Macedonios, incluidos Antigono, Tolomeo y Seleuco. En el río Gránico, cerca de la antigua ciudad de Troya, atacó a un ejercito de 40.000 persas y griegos hoplitas (mercenarios) Sus fuerzas derrotaron al enemigo y, según la tradición, solo perdieron 110 hombres; Después de esta batalla toda Asia se rindió. Al parecer en su camino a través de frigia cortó con su espada el nudo gordiano, que en la mitología griega es un complicado nudo atado por Gordias, un campesino frigio, que se convirtió en rey porque entró el primero en un pueblo y cumplía con las condiciones del oráculo, según el cual los habitantes debían elegir como gobernante a la primera persona que entrara en la plaza pública en un carro. En agradecimiento, Gordias dedicó su carro al dios Zeus y lo colocó en el bosquecillo del templo, atando la lanza del carro al yugo con una cuerda. El nudo era tan complicado que nadie podía desatarlo. Se decía que quien fuera capaz de desatar el difícil nudo se convertiría en el gobernador de Asia, el mismo Alejandro Magno fue incapaz de desatar el nudo gordiano, así que sacó su espada y lo cortó de un tajo; después de esto, continuó avanzando hacia el sur y se encontró con el ejercito principal persa, bajo el mando de Darío III, en Isos, en el noreste de Siria. Según la tradición, el ejercito de Darío se estimaba en 500.000 soldados, cifra que hoy es considerada exagerada. La batalla de Isos, en el año 333 a.c, termino con una gran victoria de Alejandro. Aunque corto la retirada, Darío huyo, abandonando a su madre, esposa e hijos a Alejandro, quien les trató con respeto debido a su condición de familia real. Tiro, un puerto marítimo muy fortificado, ofreció una resistencia obstinada, pero Alejandro lo tomo por asalto en el 332 a.c después de un asedio de siete meses. Seguidamente, Alejandro capturó Gaza y después pasó a Egipto donde fue concebido como libertador. Estos acontecimientos facilitaron el control de toda la línea costera del Mediterráneo. Más tarde, en el 332 a.c, fundo en la desembocadura del río Nilo la ciudad de Alejandría, que se convirtió en el centro literario, científico y comercial del mundo griego. Cirene, la capital del antiguo reino de Cirenaica, en el norte de África, se rindió a Alejandro en el 331 a. C., extendiendo sus dominios a todo el territorio de Cartago.
En la primavera del 331 a.C. Alejandro hizo una peregrinación al gran templo y oráculo de Amón-Ra, el dios egipcio del Sol a quien los griegos identificaron con Zeus. Se creía que los primeros faraones egipcios eran hijos de Amón-Ra, y Alejandro, el nuevo dirigente de Egipto, quería que el dios le reconociera como su hijo. La peregrinación tuvo éxito, y quizá confirmara la creencia de Alejandro en
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