AMAR O DEPENDER
Enviado por ellen0625 • 14 de Febrero de 2012 • 613 Palabras (3 Páginas) • 1.699 Visitas
fuentes inconvenientes de información y no someterse a los estímulos que disparan la urgencia afectiva. Durante un tiempo es mejor no llamar ni hablar con la persona que se quiere dejar; no verla, evitar lugares nostálgicos o gente que nos la recuerde. También se deben bloquear, en lo posible, todos aquellos estímulos sensoriales que activen esquemas pasados. Perfumes, fotos, música, texturas o sabores que generen evocación, deben ser totalmente eliminados. Dos o tres meses sin saber de la persona amada pueden ser un buen comienzo. Pero apenas eso. La vigilancia y la atención despierta no debe desfallecer, a veces durante años. Si ocurrieran encuentros cercanos del tercer o segundo tipo, es probable que el adicto recaiga y comience una nueva etapa de descontrol total.
Aunque el autocontrol y la autorregulación del comportamiento no es la solución al problema, ayuda a que se establezcan las condiciones para comenzar un trabajo más profundo, donde se pueda fortalecer el déficit que se esconde detrás de cada apego. La autodisciplina es lo opuesto de la inmadurez; fortalecerla es madurar emocionalmente y aprender a manejar los impulsos que el apego desencadena. No puede haber adicción si hay autocontrol.
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UNAS PALABRAS
PARA CONCLUIR
El arte de amar sin apegos resulta de una extraña mezcla de capacidades difíciles de alcanzar. No solamente por la complejidad que implica la experiencia afectiva, sino por la resistencia que nuestra cultura ha desarrollado al respecto.
La mayoría de los requisitos que se necesitan para amar sin adicciones, no suelen ser bien vistos por los valores sociales tradicionales. Para muchos, la libertad afectiva es una forma de libertinaje que necesita mantener controlado. Como si la ausencia de dependencia fuera en sí misma peligrosa. Un amor independiente siempre incomoda. Un amor sin apegos es irreverente, fantástico, insólito, locuaz, trascendente, atrevido y envidiable.
Amar sin apegos es amar sin miedos. Es asumir el derecho a explotar intensamente el mundo, a hacerse cargo de uno mismo y a buscar un sentido de vida. También significa tener una actitud realista frente al amor, afianzar el autorrespeto y fortalecer el autocontrol. Es disfrutar de la dupla placer/seguridad, sin volverla imprescindible. Es hacer las paces con Dios y la incertidumbre. Es tirar la certeza a la basura y dejar que el universo se haga cargo de uno. Es aprender a renunciar.
El amor está hecho a la medida del que ama. Construimos la experiencia afectiva con lo que tenemos en nuestro interior, por eso nunca hay dos relaciones iguales. El amor es lo que somos. Si eres irresponsable, tu relación afectiva será irresponsable. Si eres deshonesto, te unirás a otra persona con mentiras. Si eres inseguro, tu vínculo afectivo será ansioso. Pero si eres libre y mentalmente sano, tu vida afectiva será plena, saludable y trascendente.
Amar sin apegos no implica
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