Nivel contextual de ''San Manuel Bueno Mártir''

I. Nivel contextual de la novela ''San Manuel Bueno Mártir''

Nivel contextual biográfico:

Miguel de Unamuno fue un escritor, poeta y filósofo reconocido como el principal exponente de la generación del 98. Nació un 29 de septiembre de 1864 cuando la edad contemporánea apenas daba sus primeros pasos. De 1880 a 1884 estudió en Filosofía y letras en la Universidad de Madrid, España. Durante este periodo, Unamuno leyó algunas obras de T. Carlyle, Herbert Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx; se sabe que los contenidos de éstos autores tienen un ámbito “político”.

Manuel de Unamuno tenía dentro de sí, un mar de dilemas, se contradecía a sí mismo y las paradojas que se afloraban dentro de él actuaron dentro de él impidiendo el desarrollo en su coherencia.

Siglo 18-19; La edad contemporánea. Los acontecimientos de esta época se vieron marcados por transformaciones muy aceleradas de la economía, la sociedad y la tecnología. El nacimiento de la literatura contemporánea se vino con la revolución industrial y francés. El origen de ésta no es muy exacto, pero se podría decir que llegó con el siglo XIX. Lo más probable es que haya llegado con la revolución francesa y sus teorías acerca de la libertad.

Su primer libro (un conjunto de 5 ensayos) fue entorno al “alma castellana” y en éste, se opuso al tradicionalismo.

En ese sentido (cuando ya había escrito una cantidad considerada de obras), sus personajes son algo problemáticos y víctimas del conflicto surgido de las fuertes tensiones entre sus pasiones, y los hábitos y costumbres sociales que regulan sus comportamientos y marcan las distancias entre la libertad y el destino, la imaginación y la conciencia.

Miguel de Unamuno se presenta candidato a concejal por la conjunción republicano-socialista para las elecciones del 12 de abril de 1931, resultando elegido. Unamuno proclama el 14 de abril la República en Salamanca. Desde el balcón del ayuntamiento, el filósofo declara que comienza «una nueva era y termina una dinastía que nos ha empobrecido, envilecido y entontecido»

Cuando inicia la Guerra Civil Española (en 1936) Manuel de Unamuno apoya a los rebeldes. En el verano de 1936 hace un llamamiento a los intelectuales europeos para que apoyen a los sublevados, declarando que representaban la defensa de la civilización occidental y de la tradición cristiana, lo que causa tristeza y horror en el mundo. Azaña lo destituye, pero el gobierno de Burgos le repone de nuevo en el cargo.

Unamuno se arrepintió públicamente de su apoyo a la sublevación. El 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la Universidad, durante el acto de apertura del curso académico que coincidía con la celebración de la Fiesta de la Raza, se preparó concienzudamente el escenario para lo que debía de ser un acto «religioso, patriótico y una demostración solemne de la España nacional».

Sus últimos días de vida (de octubre a diciembre de 1936) los pasó bajo arresto domiciliario en su casa, en un estado.

Considerado como el escritor más culto de su generación, fue sobre todo un intelectual inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda. Jubilado desde 1934, sus manifiestas antipatías por la República española llevaron dos años más tarde al gobierno rebelde de Burgos a nombrarlo nuevamente rector de la universidad de Salamanca, pero fue destituido a raíz de su pública ruptura con el fundador de la Legión. En 1962 se publicaron sus Obras completas y en 1994 se dio a conocer la novela inédita Nuevo mundo.

Aspectos sociales:

En la novela de San Manuel Bueno Mártir se muestra a primera instancia un pueblo cerca de unas montañas y lagos. Podemos deducir, por lo que se describe en los puebelerinos que nadie era rico. Eran de clase media-baja y absolutamente todos creían en la misma religión. No renegaban y se sentían plenamente felices con ello. Por decirlo de alguna manera, eran conformistas. No anhelaban irse a vivir a otro lado, si no quedarse en su pequeño pueblo acompañando a su Padre Espiritual.

Inclusive, Lázaro, el hermano de Ángela se fue a América para mejores oportunidades, pues sabía que ahí no lograría mucho. Precisamente cuando regresó él quería llevarse a su madre y hermana al nuevo mundo (en aquél entonces) para que vivieran mejor y Ángela se desarrollara más. Sabía que si las dejaba en el pueblo, toda la vida de su pequeña familia sería igual que la de los demás.

La mayoría de la gente era proletariada y no hacía más que actividades normales en un pequeño pueblo; eran escasos los médicos, o maestros.

Pero aún así todos eran felices, eran conformistas con la vida sencilla que llevaban, y con la devoción castísima y sagrada que le tenían al Padre. Pero Lázaro estaba en contra de todo eso.

Adentrandonos más en las personalidades de los pueblerinos, era que tenían un esterotipo en común. La mayoría de las mujeres eran casadas, y si no tenían esposo era porque ya estaban viudas. No se veía con buenos ojos una chica que tendría un bebé y no tenía una pareja. El Padre velaba por estas personas y hacía que tuvieran un matrimonio ''como Dios manda''

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