Ética a Nicómaco
Enviado por 12345KAR • 21 de Noviembre de 2023 • Ensayo • 4.348 Palabras (18 Páginas) • 76 Visitas
[pic 1]
Aristóteles escribió una serie de libros, que nos plantea diversas cuestiones que giran en torno a la ética en la vida del ser humano, como el bien común, la felicidad y la virtud. Afirma y reflexiona sobre la conducta humana, del cual menciona que sus acciones es la felicidad, que consiste en hacer la cosas con forme a la razón.
En sus escritos sobre la ética, explotará este fin propuesto por el ser humano y concluirá afirmando que la felicidad es aquella que perseguimos, que se va verificando en la medida en que aplicamos lo que hacemos. Muchas de las acciones iniciadas por el hombre son medios para alcanzar otro fin u otro bien supremo. Determino que esta función debe de estar relacionada con el alma racional, ya que es característica del hombre. Para ello adquirió el concepto de virtud, que equiparó con el hábito de hacer el bien.
En este sentido, sostiene la importancia de entender que es lo propio del hombre para descubrir que le hace feliz. Se trata del hecho de que hacer el bien no es solo algo que afecta a los individuos, sino que las acciones a hacer el bien tienen un enorme impacto en la construcción de una sociedad con principios morales.
Aristóteles tiene razón al valorar no solo el interés individual, sino también el bien común, pues se busca el propio interés que es algo deseable, pero realizarlo es mucho más bello. Funciona para ciudades y pueblos, sin embargo, la mayoría de la gente no hace su propio bien, entonces el bien público es simplemente imposible de lograr.
Al bien propio lo clasifica como poseedor de una bondad externa, esto quiere decir, que la felicidad no consiste en el placer o la riqueza, sino en nuestras acciones hacia la justicia. Esto demuestra el desapego de las relaciones humanas, porque somos seres sociables por naturaleza, intentamos compartir nuestras experiencias con los demás, lo que nosotros sintamos es lo que les estamos transmitiendo a los que están en nuestros alrededores, lo cual tendría un gran impacto si somos seres felices, de igual manera si mantenemos un buen comportamiento, esto incitaría a los demás seguir los mismos pasos e incluso comenzar a comportarse de manera similar, pues será visto como un modelo a seguir.
La felicidad consiste en las acciones, o el bien supremo que escogemos por encima de todo, lo que concuerda con que el hombre feliz es el que vive y obra bien.
Aquello que define al hombre es, precisamente, su capacidad para razonar. De igual manera, tiene deseos, que forman parte de su condición. Sin embargo, es parte de la condición humana que el hombre tenga deseos además de su alma racional.
Para no dejarse llevar por estos deseos y pasiones, el individuo debe dirigir sus acciones, para ello debe subordinar estas pasiones de la razón. Para el filósofo, por lo tanto, es prudente encaminar nuestros deseos o pasiones, ya que es la mejor manera de alcanzar este último objetivo. La ética aristotélica, que es considerado de carácter práctico, sostiene que el hombre debe buscar la felicidad en la tarea que mejor se le da, que en este caso es el razonar. Por consiguiente, propone un modelo, mediante el cual, a través del razonamiento, práctica una serie de hábitos que lo conducen hacia la bondad, aquí entra en juego la virtud.
Pero, ¿Qué es la felicidad?, ni el mismo Aristóteles puede dar una solución concisa, ya que afirma que la respuesta depende de a quien se le pregunte, puesto que la gente puede expresarse de diversas maneras, ya que consideran que el “buen vivir” y “bien-estar” es idéntico a ser feliz, aunque ellos no lo explican cómo los sabios, podemos decir que, en efecto, unos la ven como cosas visibles y manifiestas, como el placer, la riqueza o el honor, mientras que otros la entienden con un concepto diferente, como la salud, y la riqueza cuando es pobre.
Diferenció dos tipos de fines. Por un lado, los FINES ÚTILES COMO MEDIOS, que, según el autor, sirven como guía para alcanzar otros, es decir, nuestras acciones existen con un fin que deseamos por nosotros mismos, no los otros por causa de este, es evidente que ese fin sería el bien e, incluso, el supremo bien. Y, por otro lado, EL FIN ÚLTIMO, afirma sobre que la conducta humana se dirige hacia la felicidad, el cual no está condicionado a otros, sino que es un bien último. En la vida, resulta evidente que la riqueza no es el bien que se busca, pues es algo útil, pero tiene como vista a otras cosas.
Ahora bien, se considera que la virtud es un método restringido a nosotros. Se explica que está hablando de la honradez ética, o de rigidez, no de la fuerza, pues busca un procedimiento a vicios, sino que mantenga una relación con el gusto.
Se demuestra como las virtudes del entendimiento se alcanzan con doctrina, tiempo, ejercicio, y las morales con ejercicio de actos virtuosos. Se mencionan de dos maneras las virtudes, una del entendimiento, en donde nace y crece con la doctrina, tiene necesidad y experiencia; otra sobre las costumbres, en donde procede la moral.
Por consiguiente, son medianías entre excesos y defectos, se prueba por la analogía o proposición de las cosas corporales. Se propone la materia de los vicios y virtudes, la cual dice ser contentos y tristezas.
Después propone una objeción que parece que se colige de lo dicho, para que se pruebe que los hábitos no nacen de los actos, que fácilmente se desata una objeción, por decir que los actos del que aún no está habituado son imperfectos. Se ha declarado buenos los ejercicios de donde el origen y fuente emanan, como toda definición consta de diferencia.
En su tercer libro se encargó de las definiciones y luego de las formas de gobierno que pueden existir en una sociedad. Digamos que el gobierno es un tipo de organización impuesta por todos los miembros del Estado por igual. El ciudadano forma parte de los elementos, esto quiere decir, que, no se le puede llamar ciudadano a aquellos que son por medio de un decreto de ley, tampoco por su lugar de residencia porque puede compartir el lugar con un esclavo, no se les puede llamar así a, los que han sido juzgados con una pena ni lo que hayan sido desterrados. Sino que el verdadero es aquel que goza de las funciones de juez y magistrado.
Si la democracia asume los compromisos que le tocan como nuevo gobierno, entonces si ocurre una desgracia, el gobierno será quien cometa una injusticia. Lo único que podemos tener seguro es que los ciudadanos son siempre idénticos a pesar de que se cambie de estado.
Cada uno en el gobierno tiene su propio buen carácter según su trabajo.
Se decía que el deseo es lo cosas imposibles, como por ejemplo la inmortalidad, pero también puede referirse a las cosas que no podrían conseguirse de ninguna manera por uno mismo. Más todavía, tiene que ver, más bien con el fin, mientras que la elección lo es de aquello que conduce al fin y depende de nosotros. Cada grupo de hombres delibera sobre las cosas que son realizables por la agencia propia, de todas maneras, no hay deliberación sobre las ciencias exactas y autosuficientes.
...