Actos del hombre y humanos

[pic 1][pic 2]

[pic 3][pic 4]

INTRODUCCIÓN

En la actualidad el hombre participa en sociedad de distintas maneras y en distintos espacios, por ello es importante distinguir en qué momento el actuar del hombre frente a la sociedad y frente a las normas que nos rigen es bueno o malo, para así corregir nuestros errores y ser mejores personas día a día.

La moral se puede definir como el conjunto de normas que regulan la conducta del hombre en la sociedad además de que deben ser realizadas en forma consciente y libre para llegar a realizar el valor de lo bueno.

  Además, es importante saber que el actuar humano y los actos del hombre no son lo mismo.

 Primero comenzaremos   con los actos del hombre que son aquellos actos ejecutados por el hombre desde la perspectiva de la acción o acciones que lo llevan a alcanzar un fin, el hombre establece en orden a través de sus actos; sin en cambio el acto humano debe, necesariamente, que estar implicados en él tres factores: El conocimiento, voluntad y libertad.

Una vez definido estos conceptos se llevará a cabo un trabajo donde el cadete diferencie los actos del hombre y los actos humanos a través de un texto.

DESARROLLO

Juan y la ciudad

Había una vez un niño llamado Juan, Juan era un niño muy observador e inteligente desde pequeño, le gustaba mucho ver  a sus hermanos mayores cuando hacían proyectos de la universidad, conforme fue creciendo comenzó a desarrollar habilidades de aprendizaje muy buenas a comparación de otros niños de su edad, a los 10 años el ya sabía realizar trabajos de ciencia , le gustaba mucho investigar las cosas por su cuenta e incluso el mismo trataba de desarrollar sus propios proyectos con materiales que estaban a su alcance.

Cuando Juan terminó la secundaria estaba deseoso de ir a la ciudad para continuar desarrollando su conocimiento, pues él quería superarse y ser como aquellos científicos famosos que aparecían en revistas y en la televisión.

“El trabajo del campo no es para mí, yo estoy destinado a algo mucho mejor” decía. Así que un buen día hizo su maleta y partío rumbo a la gran urbe, no sin antes pedirle a su madre que le diera su bendición y le prometió regresar pronto con el dinero suficiente para que ni ella ni su padre tuvieran que seguir trabajando la tierra.

 -El trabajar la tierra es el mejor trabajo del mundo, aunque es mal pagado, el obtener de la naturaleza los alimentos es algo muy noble, no sé por qué te avergüenzas de eso. – decía su padre al tiempo que también le daba la bendición y algunos centavos y su madre algo de comer para el camino. Juan tomó el camión que lo llevaría a la gran ciudad, la cual estaba a un par de horas de su pueblo. Al llegar a la ciudad bajó del camión y se encaminó a la salida, vio con asombro lo grande de los edificios y las grandes multitudes de carros y personas que estaban a la vista, “En mi pueblo hay muchísimas menos personas de las que hay en esta terminal” pensó para sí. En ese momento una persona se acercó a él para pediré un favor. -Disculpe joven, soy nuevo aquí, voy llegando de mi pueblo ¿Podría decirme cómo llego al centro de la ciudad? – Le pregunto el señor a Juan, quien encogiendo los hombros le contestó. -Lo siento, igual voy llegando y no sabría decirle. Mientras esto sucedía un muchacho se acercaba por atrás y tomaba las cosas de Juan, quien las había puesto en el piso. Al ver que el muchacho ya se encontraba perdido de vista el señor agradeció a Juan y se retiró velozmente. Al darse cuenta Juan de que sus cosas habían desaparecido quedó decepcionado y frustrado, estaba espantado de la gran ciudad y sólo deseaba regresar a la protección de su casa en ese mismo momento pero por mala o buena suerte también se habían llevado su cartera que se encontraba dentro de una de las bolsas de su mochila, así que no tuvo de otra más que seguir adelante y ver la manera de sobrevivir por lo menos esa noche, Juan se puso a pensar en lo que podría hacer para conseguir dinero para comer algo y hospedarse en algún lugar barato, camino varias cuadras hasta que logro llegar a un restaurante de comida Mexicana en donde decía con letra mayúscula “Se busca  mesero, que tenga buena actitud y cuente con disponibilidad de horario las 24 horas del día”, Juan creyó que sería una buena idea entrar y pedir informes sobre el trabajo , así que entro por la puerta principal, se acercó a la barra y pidió informes, los dueños del lugar al estar en quiebra aceptaron a Juan, y le dijeron que comenzaría a laborar en ese momento, Juan se lavó las manos y se puso un mandil para no ensuciar su ropa, fue amable con las personas así que sus jefes al terminar lo felicitaron y le ofrecieron un poco de comida de la que habría sobrado ese día.

Una semana después Juan se había ganado ya una buena reputación dentro del restaurant, pues era atento y amable con los clientes, por lo que sus jefes decidieron darle también un puesto en la cocina, ellos sabían el potencial de Juan desde que lo vieron entrar por primera vez al restaurante.

A Juan le gustaba mucho la cocina pues a veces hacía algunas mezclas extrañas entre los ingredientes y   lograba crear comidas nuevas y muy ricas, comidas que con el tiempo le dieron fama.

Un día llego al restaurante un científico famoso que había escuchado ya la historia de Juan, el joven que a pesar de no saber nada decidió quedarse en la ciudad para superarse, y que además estaba logrando grandes cosas por sus habilidades que ya había desarrollado para ese entonces , así que lo mando a llamar y le realizo una entrevista, pues quería llevárselo para ver que tanto potencial tenía para una investigación que haría sobre la fauna marina de Ensenada , al terminar la entrevista el científico se sorprendió mucho de sus conocimientos ya que pese a todo no esperaba mucho de un simple cocinero.

...