Amor. Teoría de Empédocles (origen del universo)

Amor

Griegos: “fuerza unitaria y armonizadora”. Parménides sugirió que la fuerza que mueve las cosas es el amor.

Teoría de Empédocles (origen del universo):

• Todo era permanente y una unidad, el amor era el soberano y dominador de la lucha.
• los elementos se separan por la discordia, pero el amor aún puede unirlos en la multiplicidad de seres.
• El odio domina y reina la lucha; los cuatro elementos subsisten separados formando 4 masas homogéneas.
• Resurge el amor y los elementos se unen nuevamente en diversas formas y combinaciones apareciendo, de esta manera, nuevas formas sensibles a medida que los elementos se mezclan.

Platón: “necesidad, carencia, deseo de conquistar, (de ahí el origen de la frase “amor platónico”)”, deseo de bien y deseo de vencer a la muerte. Definió tantas formas de amor como de belleza, si bien es la sabiduría de la belleza a la que considero como la mas elevada de todas.

Aristóteles: planteo que la afección del alma, como el amor y el odio resultan menores en cuanto menor sea su unión con el alma y el cuerpo pues pertenece al hombre como compuesto del alma y el cuerpo. El amor es considerado igualmente como amistad. El amor es una afección en la cual se unen el deseo y la tención emotiva. El gozo de la belleza provoca que el hombre sea conmovido por esta, sin ser amor todavía.

San Agustín: el amor al prójimo se une con el amor de dios para formar un concepto teológico en el cual se identifica al amor con el espíritu santo, a dios padre con el ser y a dios hijo con la verdad. El amar a dios para San Agustín, significa amar al amor.

Santo Tomas de Aquino: amor es igual al apetito natural, una inclinación, la cual es diferente, según la naturaleza de la que se trate por lo tanto existe:

• Un amor natural, la inclinación que dios ha puesto en los seres creados, es un recto amor.
• Amor intelectual, más perfecto que el amor natural. Es el que perfecciona, es calidad y virtud.

Sor Juan Inés de la Cruz: postula una filosofía del amor donde refiere a la deidad como “dios en cuanto a dios” y la separa de la divinidad de las sagradas escrituras.

Leibniz: amar sinceramente se busca el placer en la satisfacción que provoca la felicidad del otro y, en consecuencia, ante la infelicidad del otro, el sentimiento del dolor se presentaría en nosotros

Schopenhauer: la voluntad de vivir es el emblema del amor en el mundo de las apariencias vive la persona que ama, quien cree satisfacer sus anhelos individuales.

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