Análisis de la película Ágora: La caída del Imperio Romano

Valentina Rodríguez

Décimo

Filosofía

Colegio Pureza de María

Miércoles 2 de mayo, 2018

Análisis de la película Ágora: La caída del Imperio Romano

Esta historia se apoya en el cambio que el imperio romano tendría que aceptar para así acoplarse a la nueva emersión de pensamientos e ideologías impuestas por la misma sociedad. Su desarrollo ocurre básicamente durante el Bajo Imperio Romano, en un mundo casi legendario, una época y lugar únicos, remontándose al siglo IV (siglo en el cual, años más adelante a este respectivo acontecimiento, la religión cristiana es legalizada por Constantino I y designada como principal creencia por Teodosio I), específicamente el año 391 d.C., en la ciudad de Alejandría (antigua capital del llamado Diócesis de Egipto), fundada por el rey de Macedonia Alejandro Magno. Esta ciudad era el corazón de las antiguas culturas egipcia, griega y romana, debido al homenaje dedicado al Dios supremo de la mitología greco-romana, Serapis, el cual, hacía honor a la Biblioteca de Alejandría, la más grande y conocida de aquella época, un símbolo tanto cultural como religioso, al ser el lugar donde los paganos veneraban a sus dioses, en ella se reservaban y atesoraban todos los estudios de erudición y sabiduría griega prestigiada en la comunidad romana.

En dicho incidente histórico, está Hipatia; astrónoma, filósofa neoplatónica, matemática y docente de la Biblioteca de Alejandría, la cual representaba una ideología pagana de la que ella era parte, hija de Teón de Alejandría; un acreditado matemático y director de la Biblioteca. Hipatia consideraba que la religiones pagana y cristiana tenían la unión de la igualdad, todos somos hermanos, sin importar las posiciones sociales o la diferencia de género, es decir, seres semejantes. Pero en esta época la religión principal era la de los paganos, quienes adoraban a los dioses y, por ende, rechazaban o desconocían la creencia en un Dios único que, según la fe judía y cristiana, se habría revelado ante el pueblo de Israel según su libro sagrado denominado Biblia. Estas tres religiones; pagana, cristiana y judía, tenían que coexistir en una misma ciudad, lo cual no salió nada bien, cada una quería imponer su propia religión, lo cual provocó conflictos y discusiones, especialmente entre los paganos y los cristianos, estas se llevaron a cabo, en forma de diálogo, en las plazas de reunión denominadas Ágoras, y de una manera violenta, en las calles de la ciudad de Alejandría.

Los desacuerdos y disputas entre cristianos y paganos continuaban, haciéndose cada vez más violentos. Mientras que Hipatia, seguía fiel a sus mayores creencias, la ciencia y la filosofía, de esta manera, demostrando su propio entendimiento y su propia verdad, evitando imponer una sola razón para un resultado final. Por medio de argumentos basados en fundamentos lógicos, intentaba hacer ver a las demás personas que no había un único pensamiento dominante y que se podía establecer un acuerdo equilibrado entre cada extremo religioso, de esta manera devaluaba la ideología ya impuesta de las distintas creencias. Pero a pesar de sus intentos, los conflictos entre los paganos y los cristianos (ambos confundidos entre los límites de la razón y la fe) continuaban, sucedió que los paganos con un intento fallido de eliminar a los cristianos, tuvieron como consecuencia una respuesta más fuerte, ya que días después, los cristianos invaden la Biblioteca de Alejandría con el objetivo de devastar todos los escritos, obras y cualquier rastro de conocimiento inmortalizado en pergaminos, lo único que se pudo salvar fue lo que Hipatia sus discípulos pudieron rescatar antes de que los cristianos dieran la destrucción total de la Biblioteca. Acerca de esto, Hipatia pensaba que al denegase diferentes creencias y -conocimientos, las personas no podían librarse de ser malhechores, aunque la pelea fuera por su Dios.

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