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CUAL ES LA LA MUERTE Y LAS ACTITUDES ANTE LA MUERTE.


Enviado por   •  23 de Agosto de 2017  •  Ensayo  •  10.558 Palabras (43 Páginas)  •  337 Visitas

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LA MUERTE Y LAS ACTITUDES ANTE LA MUERTE: UNA REVISIÓN

                                       Jorge A. Grau Abalo

                                       Doctor en Ciencias Psicológicas, Profesor Auxiliar, Especialista en

                                       Psicología de la Salud, Investigador Titular del Instituto Nacional

                                       de Oncología y Radiobiología de la Habana, Cuba, Jefe del Grupo

                                       Nacional de Psicología del Ministerio de Salud Pública, Presidente

                                       de la Comisión Nacional del Programa cubano de Atención al

                                       Dolor y Cuidados Paliativos al paciente oncológico  

                                 Margarita Chacón Roger

                             Master en Psicología de la Salud, doctorante en Ciencias de la Salud        

                                     y Licenciada en Enfermería, Investigador Auxiliar del    

                                     Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR), Jefa del  

                                    Dpto. de Control del Programa Nacional de Control del Cáncer  

                                    (PNCC), miembro de la Comisión Nacional del Programa cubano                      

                                   de Atención al Dolor y Cuidados Paliativos al paciente oncológico  

Introducción

Las enfermedades crónicas no transmisibles y los accidentes constituyen hoy las principales causas de muerte en nuestro país. Muchas enfermedades crónicas conllevan a un estado donde ya no es posible el tratamiento curativo, es el llamado estadío terminal. El cáncer es la más frecuente de ellas, pero también todas aquellas enfermedades que lleven a la insuficiencia funcional del organismo: la insuficiencia renal crónica, la cirrosis hepática, las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, el propio SIDA, etc.

En estos pacientes, el tratamiento curativo debe ser inexorablemente sustituido por el enfoque paliativo, que tiene entre sus objetivos fundamentales preparar para la muerte del paciente, tanto el enfermo mismo, como a sus familiares (1, 2). Lamentablemente, no siempre se logra este reenfoque de la atención médica, debido en gran parte al desconocimiento de la conducta a seguir con un paciente de este tipo, y también, al profundo impacto que causa sobre el personal de la salud la proximidad de la muerte.

En efecto, la preocupación y el dolor de atender a un niño, a un joven, a una mujer o a un hombre con cáncer u otra enfermedad terminal, afecta incuestionablemente al médico y a la enfermera, conscientes de la tragedia a la cual habrá de enfrentarse (3).

La muerte no es un fenómeno instantáneo, sino un verdadero proceso, no sólo biológico, sino también psicosocial, en que un gran número de actos vitales se van extinguiendo en una secuencia tan gradual y silente que escapa generalmente a la simple observación (4). Lamentablemente, hoy en día hay una tendencia a la ocultación, a la evasión en el tema de la muerte, mediante una censura social rígida, que lleva, incluso, a engañar al moribundo, convirtiéndolo en un ente solitario, que está lleno de desesperación, y con una atención insuficiente (5). La falta de tiempo, la carencia de formación curricular en técnicas de comunicación, la vulnerabilidad propia hacia la representación de la muerte y la inseguridad, son factores que proceden del personal de salud y que afectan al moribundo, haciéndolo, a su vez, más vulnerable al aislamiento y a la insuficiente atención.

Convendría examinar algunos conceptos acerca de la muerte y su condicionamiento sociocultural, para adentrarnos en el tema de investigación.

El hombre y la sociedad ante la muerte

La enfermedad y la muerte constituyen reales posibilidades de la existencia humana; incluso pensamos en ellas, pero eludimos hablar del tema. Las costumbres sociales contemporáneas facilitan mucho esta actitud evasiva (6). Pero no siempre fue así. La actitud del hombre ante la muerte ha ido cambiando a lo largo de la historia.

Es imposible explicar la situación actual de los enfermos terminales y las actitudes ante la muerte que abundan en los profesionales de la salud sin analizar la situación social, cultural, política y económica de la sociedad moderna y su postura ante la muerte, sin hacer un breve recorrido histórico de las costumbres y actitudes ante el final de la vida.

La enfermedad y la muerte eran muy visibles en épocas más antiguas. Los enfermos andaban por las calles, estaban sentados al borde de los caminos, los leprosos anunciaban su presencia con el tableteo de matracas, sus procesiones eran advertencias visibles de otras procesiones más silenciosas que acompañaban enfermedades como la peste y el cólera. La muerte tenía así una representación que atañía a cada cual de forma inmediata. Cuando fallecía alguien, la población entera participaba en su entierro convocado por el doblar de campanas, se le conducía al cementerio, que antes se encontraba en el centro de la ciudad. La muerte, al igual que la enfermedad, eran presencias constantes.

Hoy a los enfermos se les retira de la vida pública. Se ingresan en hospitales y sanatorios. Incluso en estos lugares se trata de que la enfermedad y la muerte anden en secreto. En caso de que fallezca alguien, los demás enfermos por lo general no se enteran directamente, más bien se susurra, la muerte se desliza subrepticiamente por la sala, no le está permitido mostrarse. Con frecuencia se trata de que el moribundo, poco antes de su fallecimiento, abandone el hospital. Incluso al propio moribundo se le enmascara la muerte. El médico le administra morfina –frecuente y lamentablemente por primera vez- no sólo para aliviarle dolor, sino para que la muerte acontezca en plena inconsciencia (6).

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