EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL PATRIARCADO
Enviado por Caritomina18 • 27 de Agosto de 2017 • Ensayo • 1.014 Palabras (5 Páginas) • 265 Visitas
EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL PATRIARCADO
DE LA RELACIÓN ENTRE LA MASCULINIDAD Y LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER
El feminismo nos ha brindado algunos conceptos que, sin duda, se sitúan como uno de sus mayores aportes, en el plano de la academia y de nuestra vida cotidiana. Respecto a lo que las feministas llamamos “Amor Romantico” ya se han realizado varias reflexiones, definiéndolo como ese constructo social y cultural en el que se desenvuelven las relaciones de pareja en el actual contexto patriarcal. Así entonces, esta forma de amar no es innata; antes bien, es el resultado de discursos y narrativas producidas desde la gran industria cultural (publicidad, novelas, películas, canciones, cuentos…etcétera) que terminan plegadas en nuestras vidas cotidianas por amigos, amigas, padres, vecinos, profesores, e incluso dibujadas en nosotras mismas.
Bajo el nombre de “mitos”, Se ha intentado caracterizar y describir algunas conductas propias del “amor romántico”, a fin de que sean fácilmente detectables y, consientes de ellas, logremos modificarlas por nuevas formas de construir relaciones. Podemos encontrar un ejemplo de estos mitos en El Banquete de Platón, dialogo en el que se narra una historia de seres duales que tienen como fin último el encontrar a su otra mitad; o los que en la actualidad conocemos como: la falacia de la entrega total, la necesidad de los celos, la omnipresencia del amor, entre otros.
Es importante pensarnos los mitos del amor romántico en cuanto estos exigen de los sujetos implicados el cumplimiento de ciertos estereotipos sociales. Unos de los mitos que personalmente me llaman la atención son los que estrechan “naturalmente” el amor con el dolor, este mito se recrea, por ejemplo, en las frases: “el amor todo lo soporta, todo lo perdona, todo lo sufre”, “cuando se ama se renuncia a la intimidad propia” “Sí te cela es porque te ama” “Sí te controla es porque le importas”.
Estos mitos refuerzan los roles de quienes construyen la relación, el que las mujeres somos celosas, posesivas, amargadas, sumisas, inseguras, indefensas y “cursis”. Por su parte, los hombres actúan basados en su masculinidad como seres fuertes, decididos, inteligentes y despreocupados por los asuntos del amor.
Esta reflexión, no obstante, parece estar siempre orientada a decirle a la mujer que abandone su estereotipo, su relación mal-sana, y se vuelva a la lucha feminista; es la típica reducción del feminismo a la mujer. Sin embargo, es necesario pensar también la masculinidad que se construye acá. Esta entendida como un mandato social, una carga que los hombres soportan sobre sus hombros; esta les impone pues, demostrarse como hombre por medio de la virilidad, como seres autoritarios, superiores y dominantes. La masculinidad puede pensarse, deconstruirse y modificarse; todo bajo la óptica de que es una construcción social y no un hecho natural o mandato divino.
La masculinidad configura a los hombres como seres dominantes, superiores y autoritarios que no soportan el peligro del cambio en su status quo; con un desacato, un NO por respuesta, una mujer que demuestre la libertad y el control sobre su vida, sus sentimientos y su cuerpo. Como muestra de ello conocemos a diario casos de violencia contra la mujer, y específicamente situaciones en las que las violencias se desarrollan dentro de un contexto de amor de pareja, casos que aumentan no solo en estadísticas sino en el nivel de crueldad; desde controlar los tiempos y el nivel de contacto de su pareja con otras y otros hasta violaciones, asesinatos, tortura, empalamientos…etc.
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