El juicio moral sobre las acciones humanas

El Juicio Moral sobre las Acciones Humanas

El juicio moral que establecemos tiene mucho que ver con la moral de la sociedad en que vivimos. Cuando actuamos en contra de la moral, sabemos que vamos a ser juzgados por ello. Como a la mayoría de las personas nos preocupa lo que los demás y nosotros mismos pensemos sobre nuestra conducta, sin embargo, hay personas a los que no les preocupa la opinión de los demás, son individuos peligrosos, capaces de hacer cualquier acción y no sentir remordimiento por ello.

Solo el ser humano es capaz de juzgar a otros o a uno mismo, ya sea por una acción de menor importancia a uno grande, una persona es capaz de hacer un acto, ya sea a propósito o por ignorancia, los actos morales son los que implican voluntad y un saber de los fines y consecuencias, por lo que también está la responsabilidad. Por ejemplo, no podemos juzgar como un acto bueno o malo que alguien sienta miedo, o que llore si sufre dolor extremo, pues estos actos no dependen de ellos. Tampoco podríamos juzgar moralmente a quien, por una causa sin intención alguna, causa un mal a otros. En cambio, juzgamos como moralmente bueno o malo a alguien que ha mentido o no, a alguien que ha intentado o no salvar la vida de otro, o bien a alguien que discrimina o maltrata a otras personas.

Cada acción que se va hacer, siempre tendrá una causa o motivo, una intención, pero muchas personas no se ponen a pensar sobre las consecuencias que tendrá, la mayoría de las personas no piensan antes de actuar cuando se va hacer algo con ignorancia, porque los que ya tienen conocimiento saben que lo que harán es una acción buena o mala, aunque no se ponen a pensar sobre los comentarios que habrá al respecto. 

El hombre es el único ser capaz de proyectar juicios morales, y también, realizar acciones buenas o malas. Una acción buena exige que el objeto sea bueno. Si el propósito es malo la acción se daña, aunque de por sí el objeto sea bueno, como cuando alguien regala dinero para que los demás lo vean. Así mismo la acción elegida puede dañar la bondad de la acción, como es el hecho de adueñarse de una cosa o de un dinero que no es propio.

Por eso se recomienda que, si se tiene la intención de realizar un acto, uno debe estar bien consciente, sabiendo que consecuencias habrá y no hacerlo de manera imprudente, y, sobre todo, sabiendo los posibles juicios que habrá sobre el preciso hecho.

Al momento de presenciar o saber de un algún hecho, antes de juzgar primero debemos juzgarnos a nosotros mismos, porque nadie es perfecto, y no se puede juzgar a alguien por un error, si uno ha cometido el mismo error antes, sino aconsejarlo que hacer para dejar eso atrás, más si un familiar importante o un amigo a quien se le tiene mucho aprecio, también se debe tener conocimiento del tema, para que después se juzgue mal solo por su ignorancia.

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