“El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre” (Los sentidos)

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“El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”

(Los sentidos)

La mano del hombre ha evolucionado para realizar distintos trabajos, es considerada el órgano del trabajo. El hombre y los animales han sido beneficiados gracias al trabajo que realizan el cual se da por sus adaptaciones físicas y psicológicas al medio que los rodea, pero no todo es bueno, pues también han dañado a la biodiversidad sin darse cuenta hasta después de la producción lograda. Los seres vivos aprendieron a comer todo lo comestible y a vivir en cualquier clima. El consumo de carne en la alimentación significó dos nuevos avances de importancia decisiva; el uso del fuego y la domesticación de animales. Todos los modos de producción que han existido hasta el presente solo buscan el efecto útil del trabajo en su forma más directa e inmediata.

En la transformación del mono en hombre, esté fue desarrollando cada vez más su cerebro, sus sentidos y capacidades, los cuales le ayudaron a percibir, reconocer y relacionarse con su entorno, así como también para protegerse del mismo. Gracias a los órganos de los sentidos, la mano, el lenguaje y el cerebro, los hombres fueron aprendiendo a ejecutar operaciones cada vez más complicadas, a plantearse y alcanzar objetivos de mayor dificultad. Los sentidos han hecho al ser humano más ágil por lo que le es más fácil usar herramientas para hacer un trabajo. Los animales también han evolucionado diversos sentidos, pero el humano tiene más capacidad ante ellos. El sentido es la base principal para reaccionar de diferentes maneras a ciertos estímulos.

Mediante la evolución, todos los seres vivos mejoran sus características y maximizan sus probabilidades de supervivencia en el ambiente. El trabajo mismo se perfeccionaba de generación en generación extendiéndose cada vez más. El hombre modifica la naturaleza y la obliga a servirle, la domina, está es la diferencia que hay entre él y los animales, la cual viene a ser efecto del trabajo. Se dio el hábito de la alimentación mixta el cual ayudó a la digestión, animales como el perro y el gato se volvieron domésticos, se modificó la flora y fauna de continentes enteros y conforme pasaron los años se fueron marcando jerarquías entre los trabajadores.

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“La guerra del fuego”

(Los animales)

Los Ulhamr, homínidos neandertales, que vivían en cuevas tenían el conocimiento de cómo era el fuego; tras una pelea con otra tribu pierden este único conocimiento, así que el líder manda a tres de ellos en busca de cómo hacerlo y mantenerlo. Durante su viaje se enfrentan a diversos animales salvajes como los tigres dientes de sable y osos, se daba la reproducción entre homínidos creando nuevas especies; también se enfrentaron a climas extremos como el frío. Fueron atacados por otra tribu caníbal hasta llegar a una tribu más adaptada donde les enseñaron a cómo producir el fuego a base de frotar una bara con suficiente fuerza para crear fricción sobre pequeñas ramas y crear las chispas.  

Los animales son una parte fundamental para los neandertales, pues los cazaban y utilizaban sus pieles para hacer sus vestimentas, comían su carne y con la misma podían camuflajear su olor al estar cerca de otra tribu. Con sus huesos se elaboraron lanzas, armas y herramientas que ayudan a defenderse de otras especies. Los homínidos encontraron formas de cazar animales más fuertes y rápidos que ellos, poniéndoles trampas y aprovechando las condiciones del terreno, pero la mayoría de esas especies actualmente ya están extintas como él mamut que fue uno de los animales que más trabajo costaba cazar debido a su gran tamaño. A lo largo de la historia los animales han sido esenciales para la supervivencia y el desarrollo del ser humano.

Con el paso del tiempo los homo se adaptaron al medio, diversificaron su alimentación, una de sus primeras actividades para conseguir alimento fue la recolección de vegetales; posteriormente incorporaron carne a su dieta. Su cerebro aumentó de tamaño, por lo cual desarrollaron diferentes características, como la capacidad para fabricar diversos utensilios; por esto la especie se subdividió. Se presentó una muestra de afecto entre ellos como familia cuidándose unos a otros de los enemigos. El uso del fuego cambió la vida de los primeros seres humanos, pues les permitió mantenerse a salvo del clima frío, asar la carne e iluminar las cuevas para no perderse.

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“Materialismo e Idealismo, el problema de la filosofía”

Tradicionalmente se distinguen dos grandes corrientes filosóficas, de las cuales se generan las demás: El idealismo plantea la preeminencia de las ideas (el alma, Dios, el pensamiento) sobre la realidad material. Es decir, antes que la materia existió y existe el mundo de las ideas o una idea suprema que creó el mundo material. El materialismo, en cambio, plantea que las ideas son producto de la materia más altamente evolucionada: el cerebro humano. Para el materialismo, la materia no tiene principio ni tendrá fin, sin embargo, está en constante evolución.

El idealismo objetivo de Platón empata muy bien con el concepto cristiano de “alma”. De hecho, durante gran parte de la Edad Media, los filósofos del cristianismo se dieron a la tarea de hacer coincidir sus teorías con los dogmas cristianos. El mundo del “topus uranus” podría asimilarse como “el cielo” o el infierno, lugares en donde moran las almas que han pasado por la Tierra perfeccionándose o corrompiéndose, según sea el caso.

El materialismo es una corriente de pensamiento según la cual el mundo puede explicarse en función de la idea de materia, pues todas las cosas son causa de la acción de la materia y no del espíritu. La materia es así la primera realidad de las cosas, independientemente de que pueda o no ser percibida por los seres vivos. El enfoque materialista comprende que las cosas son increadas y que todas ellas pueden ser estudiadas y comprendidas por el ser humano. Para los materialistas, la causa de todas las cosas es solo atribuible a la materia.

El problema fundamental de la filosofía es el de la relación que existe entre el pensar y el ser, entre el espíritu y la naturaleza. Además, un segundo aspecto: ¿Estamos en condiciones de conocer el mundo que nos rodea? La mayoría de los filósofos considera que es posible conocer el mundo que nos rodea; pero hay filósofos agnósticos que niegan esa posibilidad. El materialismo dialéctico impugna el agnosticismo. Nuestras sensaciones, representaciones y conceptos solo son copias, reflejos del mundo objetivo. La práctica sirve como criterio de la verdad o falsedad de nuestro conocimiento. “En el momento en que, de acuerdo a las propiedades por nosotros percibidas, de una cosa cualquiera, la utilizamos para nosotros mismos, en ese mismo momento sometemos a inequívoca verificación la verdad o falsedad de nuestras percepciones sensibles” (Engels).

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