En contraparte de Nitzsche. Lo bueno, lo malo y la compasión

¿QUÉ ES BUENO? TODO LO QUE PRODUCE PODER AL HOMBRE.

Nitzsche, sostiene que lo bueno es todo aquello que eleva nuestro sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo en el hombre.

Pero ¿qué es el poder? Según Weber, el poder es la probabilidad de que un actor dentro de un sistema social este en posición de realizar su propio deseo, a pesar de las resistencias. El concepto de poder para Tawney, se centra en la imposición de la propia voluntad sobre otras personas. Literalmente, el poder se puede definir como la capacidad de un individuo o grupo de individuos para modificar la conducta de otros individuos o grupos en la forma deseada y de impedir que la propia conducta sea modificada en la forma en que no se desea.

Con estos conceptos se deduce que el poder denota dominio, imposición y al haber personas poderosas habrán personas dominadas, personas que realicen u omitan acciones en contra de su voluntad y no puede ser bueno algo que vaya en contra de la voluntad de una persona.

Es precisamente el poder la causa de múltiples problemas sociales que aquejan a nuestras sociedades, por tanto, mientras existan padecimientos a causa del poder, éste no puede ser bueno.

¿QUÉ ES MALO? TODO LO QUE PRODUCE DEBILIDAD AL HOMBRE

En contraparte a lo bueno, Nitzsche, pone de manifiesto que lo malo es todo aquello que produce debilidad al hombre, para él, el cristianismo es la causa principal de la debilidad del ser humano toda vez que ésta conlleva al hombre a tener una vida marcada y delimitada, prohíbe formas de actuar y de pensar, y esto sólo lleva al hombre a la decadencia.

El cristianismo, en general, no puede ser malo por sí mismo. Son las instituciones del mismo cristianismo quienes a través de la historia han manchado dicha doctrina.

El cristianismo promueve diversos valores y/o virtudes que ayudarían a que una sociedad viva en armonía, aquí algunos ejemplos.

«(…) ¡A tu hermano (…) protégelo como a la pupila de tu ojo!» (El Evangelio de Tomás, 25)

«(…) ¡En verdad les digo que en cuanto no lo hicieron (no ayudaron) a uno de estos pequeños, tampoco a Mí Me lo hicieron!» (Mateo 25:45)

«Jesús dijo a Pilatos: “¡Escucha! ¡La verdad está en la Tierra entre aquellos que, teniendo el poder, viven por la verdad y crean el juicio justo!”.» (El Evangelio de Nicodemo, 3:7)

«(…) ¡En todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes! (…)» (Mateo 7:12)

En las citas anteriores podemos notar cómo ésta doctrina invita a actuar siempre pensando en los demás, seguramente el mundo sería diferente si dejáramos de hacer las cosas por beneficio propio y olvidándonos de los demás, incluso los afectamos para lograr nuestros objetivos.

Con lo anterior, no pretendo ni quiero dar a entender que las sociedades funcionarían mejor si todos fueran cristianos porque el

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