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Esquema- Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las costumbres


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2015  •  Informe  •  414 Palabras (2 Páginas)  •  242 Visitas

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Universidad de Costa Rica

Escuela de filosofía

Introducción a ala Bioética

Sebastián Camacho Murillo-B51417

Esquema- Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las costumbres.

Nuestras acciones van conformes con el deber, las cuales se realizan por el respeto. Estas acciones aunque se realice un examen muy detallado no se puede determinar que se realizaron por deber. No hay ningún verdadero principio supremo de la moralidad que no haya o deba descansar en la razón pura de las personas, donde los conceptos morales logran tener su asiento y su origen en la razón humana.

Para derivar las acciones de las leyes se exige razón, por lo tanto voluntad no es otra cosa que razón práctica por medio de la cual las acciones van guiadas por la razón y de acuerdo a la voluntad obtienen ese grado de valor moral sin el cual no se considerarían acciones realizadas por el deber, lo que conlleva a la interpretación de un principio objetivo, que se convierte en un constrictivo para la voluntad que se llama mandato y la formula mandato será un imperativo.

Los imperativos se expresan por medio de un debe-ser, el imperativo dice que la acción es buena y el sujeto la realiza aun cuando sabe que esta no es buena, el imperativo hipotético dice, las acciones son buenas solo cuando se consigue algo posible o tienen un propósito real. Se sintetizan en imperativos de habilidad y imperativos de prudencia, el primero se conceptualiza en problemático-practico el cual como llegar a conseguir el fin buscado por medio de los problemas relativos y el segundo consiste en la elección de medios para el fin natural (felicidad) que se trata de un ideal de la imaginación.

El imperativo categórico es una acción como objetivamente necesaria por sí misma, en otras palabras se refiere a la forma y  al principio de donde se sigue la propia acción, un  imperativo de la moralidad. El cual no se apoya en ninguna presuposición lo cual no le impide expresarse como una ley practica universal. La voluntad es absolutamente buena cuando no puede ser mala y por lo tanto cuando su máxima se convierte en universal esta no debe ni se podrá contradecir esta por lo tanto será su ley suprema, obra por una máxima que al final se pueda convertir a una universalidad. El último imperativo diría, obra de acuerdo a máximas que se tomen por objeto a sí mismas, como leyes universales.

Referencia

Kant, I. (2005). Fundamentación metafísica de las costumbres. Tecnos, Madrid

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