Etica, Cultura, Velores y Andragogía

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

DESARROLLO CURRICULAR

ÉTICA Y MORAL: PRINCIPIOS CULTURALES RECÍPROCOS Y SU INFLUENCIA EN LA ANDRAGOGÍA

                                           AUTORA: Lisbeth Carolina Zapata Barajas

 CÉDULA: V-16.982.911

                                           ESCUELA: Psicología

                                          SECCIÓN: T1

 ASIGNATURA: Ética y Cultura Universitaria  

San Cristóbal, octubre, 2018

INTRODUCCIÓN

Entender el porqué de la conducta personal y la del entorno puede resultar en un análisis de conceptos que llevan a coincidir en un conjunto de normas que rigen lo aceptable y lo condenable en lo que a términos sociales se refiere, sin dejar de mencionar que la condenación de algunas actitudes por parte de otros no siempre coincida con la concepción o culpabilización personal y viceversa. Es decir, entre el individuo y la sociedad hay dilemas sobre la verdad y lo correcto, que no le quita la razón a ninguno y al mismo tiempo se la da a los dos.

Esto, nos arroja entonces, una interesante reflexión, de la que se pueden extraer concepciones que ya han sido estudiadas y definidas como ética, moral, cultura, valores, y que más allá de su existencia, aplicación y expectación en el diario vivir y la convivencia social, generan una observación particular para diferenciar unas de otras y comprender con más claridad la realidad propia y exterior. Planteamiento que constituye el objetivo principal de este análisis a desarrollar, que a su vez, guardará un enfoque hacia la educación andragógica, que forma parte del mismo ciclo en el que inevitablemente se relacionan los conceptos anteriormente mencionados.  

ÉTICA Y MORAL: PRINCIPIOS CULTURALES RECÍPROCOS Y SU INFLUENCIA EN LA ANDRAGOGÍA

Cuando de juzgar comportamientos se trata, es usual calificarlos de la misma manera, en los términos de la ética y la moral que los circunscriben. Pero, pese a que ambos vocablos en su origen latín y griego se asemejan en significado (las costumbres), merece la pena detenerse a evaluar las diferencias conceptuales para comprender mejor no sólo las realidades propias y sociales sino la influencia que ambas tienen en la construcción de las culturas que arropan individual y colectivamente al ser humano.

Ética y Moral si bien, son complementarias, no son la misma cosa. La primera podríamos definirla como el compendio de normativas y costumbres establecidas socialmente para catalogar, evaluar, dirigir y valorar la conducta humana dentro de una comunidad. O como diría Fernando Savater, “la ética es el saber distinguir entre lo bueno y lo malo, lo que nos conviene y lo que no nos conviene, también es el saber por qué se consideran buenos o malos unos determinados comportamientos”.

Por consiguiente, la moral es en sí misma objeto de estudio y base argumentativa de la ética, pero la moral se traduce más al plano subjetivo del ser, ya que ésta se circunscribe a la polaridad entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo.  Sin embargo, en esta diatriba para comprender el aspecto subjetivo de la moralidad, es oportuno preguntarse, ¿bueno y malo para quién?, ¿quién determina qué está bien y qué está mal?

En este punto, juega un papel importante la cultura, que como conjunto de costumbres, tradiciones, ideas y conocimientos de una determinada población, grupo, clase social, época o comunidad, viene siendo producto de lo que establece la ética y la moral para la sana convivencia en colectivo.

Es decir, la sumatoria de los estatutos morales y las normativas éticas definidas para regir a una sociedad, son las que establecen o construyen parte de su cultura, y al mismo tiempo, tanto la ética como la moral se alimentan de la cultura, se renuevan y se actualizan, ya que la diversidad cultural reconocida mundialmente hoy día, tiene una gran influencia en lo permitido y lo socialmente aceptado, y esto, en algunos aspectos es constantemente cambiante.

Para un grupo social la ética establecida es determinante a nivel colectivo, y la moralidad podría también serlo. Sin embargo, la ética logra relacionarse hasta con el plano de lo legal, mientras que la moralidad, aunque ligada a los principios de la ética, son cuestionables más por tradición y permite grados más abiertos y libres en el comportamiento del individuo de acuerdo a su escala de valores. Y en este punto se incorpora otro factor primordial en la brecha que une y separa a lo ético-moral: los valores.  

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