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FILOSOFIA, PSICOLOGIA Y SOCIEDAD


Enviado por   •  13 de Junio de 2022  •  Ensayo  •  2.349 Palabras (10 Páginas)  •  157 Visitas

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Filosofía, psicología y sociedad

Carrera: Licenciatura en Psicología

Alumna: Srta. Margarita Orellana Dinamarca

Docente: Srta. Carla Reyes

      2021

FILOSOFIA, PSICOLOGIA Y SOCIEDAD.

Inconsistencias elementales del convivir: el amor como eje principal para una sociedad virtuosa.

No es posible negar que históricamente el ser humano ha pretendido impulsar y realizar diferentes avances y contribuciones investigativas intentando explicar los distintos fenómenos y dinámicas en el comportamiento de los individuos.

Estas distintas habilidades comunicativas en el ser humano se han desarrollado en las distintas configuraciones que la propia sociedad le ha inculcado; el modo de vivir y la representación de los roles que cada ser adquiere, será el precursor de las dinámicas sociales que se manifestaran en cada individuo.

En este sentido, la crítica, observación y estudio del quehacer social se ha empeñado en ser la base para la construcción y modelación en el estudio de las masas.

Asimismo; no debemos soslayar que personajes notables como Marx, Durkheim, Foucault, entre otros autores, han realizado distintas interpretaciones y obras, manifestando incluso, distintas posiciones y maneras de ver el mundo; así, han teorizado y declarado según sus puntos de vistas y experiencias trascendentales.

El presente ensayo intentara abordar la cuestión de la psiquis social desde el punto de vista del autor particular, en un intento de fomentar la opinión y critica; pero especialmente enfocando el relato hacia el descubrimiento del alma humana en tanto somos potencialmente seres capaces de desarrollarnos en la espiritualidad del ser.

Junto con ello, la experiencia de la propia escritura, así como la comunicación y pensamiento del autor; recorrerá sendas insospechadas llevando la mente a lugares desconocidos; es obvio, quizás nunca me detuve a reflexionar acerca de lo humano y esta es mi primera obra.

Acercamiento teórico

Desarrollare mis ideas preguntando acerca de la existencialidad de una mente que es propia del colectivo; o si, más bien, es el sujeto quien con su racionalidad es capaz de determinar los destinos y los cambios que ocurrirán en uno u otro espacio, tiempo y/o lugar.

Es plausible señalar y mencionar al filósofo Michel Foucault, quien se convierte en un gran crítico del pensamiento en el siglo XX; sostiene y concluye en la idea de la inminente muerte del hombre.

De acuerdo a su análisis el hombre es un ser muy reciente que los individuos han fabricado, pero que indudablemente está a punto de desaparecer. Todo ello debido a la retirada de la arqueología de la filosofía y la integración, a fines del siglo XIX del descubrimiento del concepto llamado “inconsciente freudiano”,


eminentemente positivista y alejado de aquel ser racional que se planteó en etapas anteriores.

Así; se discurre y evalúa que este ser ya no será libre ni menos pensante; adecuándose a la estructura de una sociedad productora y a los impulsos propios del inconsciente, que, hasta entonces, no habían sido conocidos.

El pensamiento de Freud y el descubrimiento de las tendencias reprimidas sumado al planteamiento del psicoanálisis y el inconsciente permitieron el conocimiento y a la vez el cambio de paradigma; asimismo es el propio Freud quien, por su parte, entiende que la psicología individual es psicología social, pues siempre aparece integrado “el otro”( Jorge Grippo, el gran otro,2016).

Es en este punto donde debemos detenernos para situarnos en la sociedad misma; generadora de relaciones e intercambios y con dinámicas muy peculiares no fáciles de determinar.

Creemos ser seres únicos e individuales, desprovistos de un fundamento interior, desnudos de contenido esencial.

Pareciera ser que estamos perdidos e inmersos en una sociedad productora y enajenada de bienes que no nos da tregua; pero la verdad es que aún hay esperanza.

No se pretende de ningún modo auspiciar y preparar un terreno sombrío y dedicado a explicar las dificultades de nuestra cultura. El modernismo; asimismo como los capitales, mercado y competitividad actúan desenfrenadamente en una carrera casi imposible de contrarrestar.

Pareciera ser que el espacio y el tiempo se estrechan; así, distintos sectores del mundo se hacen más débiles desde el punto de vista de los controles sociales, la cultura; es decir, aquello que establecen instituciones históricamente arraigadas, tales como la iglesia y, obviamente, el propio estado.

Y continuamos sometidos en el devenir diario de las realidades que se construyen a partir del otro; y no desde nuestro sentir; apartando el yo individual y desintegrándolo para dar entrada y avance raudo a las exigencias propias y prioritarias del establecimiento económico, confinando a las instituciones a un lugar muy alejado de lo que fueran en el pasado.

Ahora bien; filosofía, psicología y sociedad se entrecruzan para enfocarse en la búsqueda de las concepciones de lo humano y su relación con la operatividad de la naturaleza humana, siempre inmersos en un mundo absolutamente social. La colectividad y los grupos sociales que se desarrollan en las diferentes urbes luchan por una calidad de vida superior y la lucha de clases aún continúa debido a la natural dinámica comunitaria.

La propia división del trabajo es quien exige adecuación entre las posiciones sociales que se ocupan y la capacidad de cada cual; quien exige la existencia de condiciones sociales suficientes para que el desarrollo de la autonomía personal sea posible (E. Durkheim. La división del trabajo, estudio preliminar, pag,45).

Por cierto, que “filosofar” acerca de la psicología de la sociedad nos conduce indefectiblemente a involucrar a la filosofía como un recurso tan obvio como fundamental; no obstante, ello, se entiende que hay una renuncia consistente y duradera para apartarla, desconocerla y delimitarla a un plano; si bien no inferior, muy distante y a veces inalcanzable.


El ser en el amor

No es de extrañar que la filosofía tenga una pertenencia alejada de la sociología; toda vez que incluso el propio E. Durkheim especulara acerca de esto; planteando que la separación entre ambas disciplinas era en sí misma una proposición filosófica (Durkheim 1960,1982).

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