ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Huitzilopochtli


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2022  •  Ensayo  •  2.204 Palabras (9 Páginas)  •  135 Visitas

Página 1 de 9

[pic 1]

Huitzilopochtli o "Colibrí Zurdo" es el dios de la guerra, advocación solar y patrono de los mexicas. En esta sala se exhiben diversos objetos relacionados con Huitzilopochtli. Asimismo, la representación del dios de la muerte, Mictlantecuhtli, destaca entre las piezas exhibidas. Otras esculturas relacionadas directamente con esta deidad son los Portaestandartes, que representan a los Centzonhuitznahua, hermanos de Huitzilopochtli.
Fue la principal deidad de los mexicas, asociado con el sol. 7​ a la llegada de los españoles a Mesoamérica, era la deidad más adorada en el Altiplano Central por imposición de los mexicas. En la mitología mexica, Huitzilopochtli ordena la fundación de México-Tenochtitlan en el lugar donde los mexicas encontraran a un águila portando el Atl-tlachinolli, la cual tendría que estar reposando sobre un nopal entre otras características. Este mito mexica acerca de Huitzilopochtli y la fundación de México-Tenochtitlan se encuentra en el Escudo Nacional de México, parte de la Bandera de México.
De acuerdo con la mitología mexica Huitzilopochtli es el hijo de la diosa de la Fertilidad y el Sol joven hijo del Sol viejo . La Fiesta en honor a Huitzilopochtli se celebraba una vez al año cuyo nombre en náhuatl es Panquetzaliztli. Después de la Caída de México-Tenochtitlan Los conquistadores españoles lo llamaron Huichilobos, quienes buscaron la pronta erradicación de su culto por medio de la asociación del dios con cualidades malignas europeas y la desaparición de esculturas, templos, códices y productos agrícolas asociados a la deidad. Estudios recientes sugieren que la relación entre Tezcatlipoca y Huitzilopochtli era más bien de hermano mayor y hermano menor respectivamente, donde la fiesta de Tóxcatl era dedicada al «dios descendiente» Tezcatlipoca y la de Panquetzaliztli, al «dios ascendente» Huitzilopochtli.
Según la leyenda, Huitzilopochtli nació de Coatlicue, la Madre Tierra, quien quedó embarazada por medio de una bola de plumas o algodón azulino que cayó del cielo mientras barría los templos de la sierra de Tollan. Sus 400 hermanos al notar el embarazo de su madre y a instancias de su hermana Coyolxauhqui, decidieron ejecutar al hijo al nacer para ocultar la supuesta deshonra, al ser Huitzilopochtli un hijo no natural de su padre, Mixcóatl u Ometecuhtli. Pero Huitzilopochtli nació y tomó a la mítica arma Xiuhcóatl entre sus manos, venció y mató fácilmente a Coyolxauhqui y los Centzonhuitznahua, donde Coyolxauhqui quedó desmembrada al caer por las laderas de la montaña mitológica llamada Coatépec. Huitzilopochtli tomó la cabeza de su hermana y la arrojó al cielo, con lo que se convirtió en la regidora de la Luna, siendo Huitzilopochtli el regidor del Sol.
Por parte de la investigación española no se apreciaba la cultura nativa y todo lo relativo a la religión local era considerada demoníaca y se procedió a la erradicación cultural del dios mexica.
Cada uno de estos templos estaba dedicado a un dios, a Huitzilopochtli del lado derecho, donde se encuentra el monolito de Coyolxauhqui. Huitzilopochtli, también conocido como Tlacahuepan Cuexcontzi o Ilhuicatl Xoxouhqui, fue el dios principal de los aztecas, quienes lo asociaban al sol. Cuando los españoles llegaron a Mesoamérica, era la divinidad más adorada en todo el Altiplano Central debido a las conquistas realizadas por los mexicas. Según la mitología de esta civilización Huitzilopochtli era el hijo de Coatlicue.
Sin embargo, un recién nacido Huitzilopochtli la defendió y mató a sus hermanos.

Otra leyenda azteca en la que participaba Huitzilopochtli trataba sobre la fundación de Tenochtitlan. Los aztecas honraban a Huitzilopochtli ofreciéndole sacrificios humanos.

Nacimiento según la mitología

El dios azteca de la guerra era hijo de Coatlicue, la madre Tierra. En ese momento quedó embarazada de Huitzilopochtli. Estos consideraron el embarazo de su madre como una deshonra y animados por su hermana, Coyolxauhqui, decidieron darle muerte. Nacimiento de Huitzilopochtli y derrota de Coyolxauqui.

Sin embargo, Huitzilopochtli nación totalmente armado. Con Xiuhcóatl, un arma mítica cuyo nombre puede traducirse como "serpiente de fuego", mató a Coyolxauhqui y a los Centzon Huitznahua.

Ilustración de Huitzilopochtli

Huitzilopochtli fue un dios originario de Tenochtitlan, sin que se conozcan predecesores en otras civilizaciones mesoamericanas. Así, Huitzilopochtli se convirtió en uno de los cuatro Tezcatlipocas, concretamente en el denominado Tezcatlipoca Azul, cuyo punto cardinal era el sur. Después de que el Imperio azteca empezara a expandirse, los mexicas habían establecido dos mitologías diferentes sobre el nacimiento de Huitzilopochtli. En ese mito, Huitzilopochtli había sido quien incendió el Medio Sol creado por Quetzalcóatl y representaba la voluntad.
El segundo de los relatos mitológicos sobre el nacimiento del dios afirmaba que era hijo de Coatlicue, tal y como se señalaba anteriormente.

Ilustración de Huitzilopochtli, una de las deidades descritas en el Códice Borgia

En la mayoría de esas imágenes recogidas en los códices, el dios aparece con un colibrí o con un casco de plumas de este pájaro en la cabeza. El dios tenía dos aspectos diferentes. La primera, como "Colibrí del Sur", simbolizaba a los guerreros muertos en combate. Allí libaban la miel de unas flores que representaban los corazones humanos obtenidos en la Guerra Florida.
Esta corresponde con el Huitzilopochtli hijo de Coatlicue.

Participación mítica en la fundación de Tenochtitlan

Huitzilopochtli aparece en las leyendas que relatan la fundación mítica de Tenochtitlán. El dios comunicó a su pueblo que debía marchar haca nuevas tierras y los guio en el camino. Allí, Huitzilopochtli ordenó a su pueblo que desviaran el cauce de un río para crear una laguna. Las bondades de esa tierra casi hicieron que los mexicas olvidaran el mensaje de su dios.
Ante esto, Huitzilopochtli volvió a intervenir y les obligó a continuar su camino.
             
   

 MICTLANTECUHTLI
Mictlantecuhtli 1​ en la mitología mexica, zapoteca y mixteca es el dios del inframundo y de los muertos. También era llamado Popocatzin , en zapoteco Pitao Pezeelao2​, dios del inframundo, por lo tanto, era el dios de las sombras. Junto con su esposa Mictecacíhuatl, regía el mundo subterráneo, país de los muertos o reino de Mictlan. Ejercía su soberanía sobre los «nueve ríos subterráneos» y sobre las almas de los muertos.

En la cultura zapoteca cuando alguien perdía la vida se ofrendaba un guajolote al dios Pitao Pezeelao, también se le pedía cuando se iba a la guerra para obtener la victoria y para calmar epidemias de gran mortandad, la ciudad sagrada de Mitla era su más grande centro ceremonial. El dios aparece con el cuerpo cubierto con huesos humanos y en el rostro una máscara en forma de cráneo. Mictlantecuhtli lleva como orejera un hueso humano. Sus animales asociados son el murciélago, la araña, el búho , animal de mal agüero y cuyo canto nocturno se considera, todavía hoy, fatal para el que lo escucha.

A Mictlantecuhtli también se le puede referir como Tzontémoc, «el que cae de cabeza», como el sol en el crepúsculo. El Códice Borgia lo representa llevando sobre la espalda un sol negro que se refiere al sol de los muertos, de la noche, el que lleva una vida misteriosa bajo la tierra entre el crepúsculo y la aurora. Su símbolo es miquiztli, «muerte». Aquellos muertos que no eran elegidos por Tonatiuh, Huitzilopochtli o por Tláloc iban simplemente al inframundo Mictlán, que queda al norte, y ahí las almas padecen una serie de obstáculos durante su recorrido a través de nueve regiones.



El Mictlán se le conocía como la morada de la gran mayoría de los humanos fallecidos. El Mictlán recibía también otros nombres que reflejan lo que el hombre prehispánico pensaba acerca de él. Al Mictlán iban todos los que morían de muerte natural, sin distinción de personas y sin tomarse en cuenta su comportamiento en la tierra. En la cultura del Anáhuac existían una serie de creencias en torno al mundo del señor de los muertos, donde abundaban los insectos y las sabandijas.

El Mictlán era un lugar oscuro, morada de los ciempiés, los alacranes y las arañas, además de las aves nocturnas. En el mito que describe la creación del hombre, se menciona que Quetzalcóatl bajó al inframundo en busca de los huesos de generaciones pasadas y, al obtenerlos, Mictlantecuhtli ordenó a todos los animales de su reino de oscuridad perseguir al dios civilizador e impedirle culminar su aventura. El epílogo de este hermoso relato describe cómo Quetzalcóatl hizo una mezcla de aquellos viejos huesos con su propia sangre y así dio cuerpo y vida a la humanidad. En primer lugar, para llegar al Mictlán tienen que pasar por un caudaloso río, el Chignahuapan, que es la primera prueba a la que los someten los dioses infernales.

Por último, le daban ciertos objetos valiosos, para que los entregara a Mictlantecuhtli o a Mictecacíhuatl cuando llegara al fin de la jornada. Los mexicas tenían la creencia de que el norte era una región sombría y terrible gobernada por Mictlantecuhtli, quien a veces también se relacionaba con el sur. Es por ello que a excepción de los guerreros y las mujeres que morían en el parto, según los aztecas, los muertos iban al Mictlán. Muchos son los dioses y diosas que poblaban las varias regiones del infierno azteca.

Los más importantes son Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, «el Señor y la Señora del infierno», que habitaban el noveno o el más profundo de los lugares subterráneos, el Chicnauhmictlan. Existen otros dioses de los muertos que se nos presentan siempre en parejas, de dios y diosa y que al parecer tenían imperio en los otros infiernos, menos profundos que aquel en el que señoreaban los primeros. Los trece dioses celestiales que habitan en los trece cielos, así como los nueve señores del infierno, tienen una gran importancia en el calendario y dan su carácter fasto o nefasto a los días con los que están asociados. Mictlantecuhtli tenía un rol importante en los rituales de sacrificios humanos mexicas .

Después de aquellos sacrificios posicionaban muchas jarras grandes de barro de la carne humana en frente de ídolos, en varias ocasiones frente a Mictlantecuhtli. La segunda es el peyotl, planta que crece solo en el Mictlán, al norte de México en las tierras desérticas, en el lugar de los muertos para los mexicas. Y el nanacatl o teonanacatl, la «carne de los dioses», que son las pequeñas setas amargadas que dieron visiones a sus comedores. Dentro de los mitos aztecas se encuentra la creencia del origen de las personas bajo una interacción entre Quetzalcóatl y Mictlantecuhtli.

Los dioses deciden querer remodelar el mundo, la gente necesita que la Tierra sea repoblada. Se cree que el dios del viento, Quetzalcóatl debe ir al inframundo a recuperar los huesos humanos de la última creación, la raza convertida en peces por la inundación. El inframundo es un lugar peligroso, conocido como Mictlán, que es gobernado por el astuto esquelético dios Mictlantecuhtli o el señor Mictlán. Una vez en el inframundo, Quetzalcóatl pregunta a Mictlantecuhtli y a su esposa por los dioses de los ancestros.

El sagaz dios de la muerte acuerda darle los huesos si Quetzalcóatl puede terminar por completo una aparente simple prueba. El dios le dice a Quetzalcóatl que viaje a través de su reino cuatro veces mientras una cáscara de concha como trompeta suena. Sin embargo, en vez de la trompeta de concha Mictlantecuhtli le ofrece una simple concha sin hoyos. Para no ser burlado Quetzalcóatl le llama a los gusanos para perforar la concha y crearle hoyos y a las abejas para que entren y hagan a la trompeta rugir.

Al escuchar el soplo de la concha, Mictlantecuhtli permite en primera instancia que se lleve los huesos de la última creación, pero rápidamente cambia de opinión. No obstante, Quetzalcóatl es más astuto que Mictlantecuhtli y sus secuaces y escapa con los huesos. El ya enojado Mictlantecuhtli, ordena a sus seguidores que caven un pozo profundo. Mientras Quetzalcóatl corre, una codorniz le sobresalta causándolo que tropiece en el hoyo.

La codorniz comienza a roer los huesos. A pesar de la caída, Quetzalcóatl eventualmente revive y recupera los huesos ya rotos. Una vez que escapa del inframundo, Quetzalcóatl lleva la preciosa carga a Tamoanchan, un lugar milagroso del origen. Ahí mismo la antigua diosa Cihuacoatl, o la diosa de Mujer Serpiente, pulveriza los huesos hasta tener una harina como la comestible la cual coloca en un recipiente especial de cerámica.

Los dioses se reúnen alrededor de esta vasija y dejan caer gotas de sangre. Es entonces que de los huesos molidos y las gotas de los dioses la actual raza de humanos nace. La historia de los mexicanos por sus pinturas confiere cierta primacía a Quetzalcóatl. De acuerdo con esta fuente, el dios mexica nació sin carne que recubriera sus huesos, posiblemente motivo por el cual lo relacionan con Mictlantecuhtli.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (13 Kb) pdf (230 Kb) docx (188 Kb)
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com