IDENTIDAD E ILUSTRACION: LA VERDADERA REVOLUCION PARA COLOMBIA

IDENTIDAD E ILUSTRACION: LA VERDADERA REVOLUCION PARA COLOMBIA

La identidad de los pueblos es su posesión más valiosa. Lo que una nación es un su historia, cultura tradición y valores es lo que verdaderamente le hace vivir, lo que le infunde aliento. Pero así como es fácil hoy en día ver personas sin identidad; niños, jóvenes, adultos y ancianos que dicen existir pero sin saber lo que es  tener visión. Aun mas fácil es ver familias, pueblos y naciones enteras renunciar a tener convicciones reales que le adjudiquen verdadera identidad.

Tal es el caso de nuestra querida Colombia, una Colombia desfigurada en su identidad, con instituciones altísimas con que pretende exaltar valores idílicos fundados en ideales sociales que marcaron la historia de una sociedad que sentía la desazón de la tiranía, la desigualdad y la injusticia y se revistió de la noble valentía con que pudo alcanzar grandes logros como la declaración de los derechos del hombre, el respeto por la propiedad privada, la libertad y libre autodeterminación y sobre todo el anhelo de alcanzar la verdadera igualdad.

¿Pero que queda ahora de ese sentimiento… de esa valentía? ¿por qué se ha esfumado tan fácilmente? No puede haber en el corazón de un pueblo el anhelo de perseguir bienes tan valiosos como la libertad, la justicia y la igualdad si antes no hay un sentimiento de profunda indignación. De manera que la valentía se ha ido porque ahora la indiferencia es la reina. Y todo conocimiento de las luchas pasadas ha sido almacenado en mentes sosas que reproducen las lecciones del pasado pero no las entienden porque no logran verlas en el espejo de la realidad y fácilmente puede afirmarse como señala William Ospina que “Nuestra historia suele caracterizarse por esa tendencia  a pensar que basta repetir con embeleso las palabras que se expresaron en una época para ya participar de ella”.  

De manera que razón tiene este critico ensayista en señalar que cuando no hay convicciones reales por falta de una viva emoción histórica, entonces lo que percibimos como grandes avances, lo que vemos es innovador, lo que nos es presentado como el desarrollo del país. No es mas que un espejismo que oculta la realidad y la desfigura. ¿Cuáles avances? ¿dónde está la innovación? ¿Cómo que estamos a la vanguardia? ¿Y desarrollo en qué? Escuchemos la pluma realista del escritor Ospina sentenciar que “Ciento ochenta años después de su independencia del gobierno español, la Colombiana es una sociedad anterior a la revolución francesa, anterior a la ilustración y anterior a la reforma protestante”.  

¿Será posible hablar de desarrollo en un país marcado por la violencia y un ciclo interminable de venganzas? Un país en el que hay increíbles índices de analfabetismo que son incompatibles con esta denominada época “Post-modernista”, del “Cyber espacio” y la tan ahora mencionada “globalización”. País este en el que mueren cientos de niños a causa de la desnutrición generada por la forma tan mañosa en que se invierten los recursos públicos. Políticos viciados de una codicia infame al punto de ser capaces de robar los dineros para la alimentación escolar. El sistema de justicia atascado por la congestión, las cárceles aquejadas por el asinamiento, un sistema de salud insuficiente y en banca rota.

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