LA MÍMESIS FUERA DE LA POÉTICA DE ARISTÓTELES: UN CONCEPTO ÚTIL EN EL ESTUDIO DE LAS ARTES
Enviado por Hernán Torres • 22 de Febrero de 2018 • Tarea • 1.592 Palabras (7 Páginas) • 340 Visitas
LA MÍMESIS FUERA DE LA POÉTICA DE ARISTÓTELES: UN CONCEPTO ÚTIL EN EL ESTUDIO DE LAS ARTES
Universidad Autónoma de Colombia
Facultad de Ciencias Humanas
Literatura Grecolatina 2591
Profesor: Armando Arboleda
Hernán David Torres Torres 00000159568
Introducción
En éste trabajo buscamos hacer una comparación entre la utilización del concepto mímesis, por parte de Aristóteles en la Poética y el pensamiento de Jenofonte respecto de dicho concepto en las artes visuales de la pintura y la escultura. Para lograrlo utilizaremos como referentes la Poética de Aristóteles, traducida por José Goya y Muniaín para don Gaspar Melchor de Jovellanos; y el artículo de la profesora Neus Galí Oromí: La “mimesis” de la pintura y la escultura en el pensamiento de Jenofonte.
Con éste estudio no pretendemos alejarnos del estudio de la literatura, al contrario, buscamos conocer las relaciones entre la literatura y las artes visuales. Conociendo el pensamiento de dos grandes filósofos intentamos dilucidar la concepción que en la Grecia Clásica se tenía respecto del arte, no sólo del arte literario, muy rico en esa época, sino del arte escultórico que para la entonces tuvo también un grandísimo desarrollo.
La Grecia Clásica:
Nuestros autores vivieron ambos durante la época de la Grecia Clásica, esto quiere decir, durante el tiempo de mayor esplendor del pueblo griego. Éste periodo inicia con la Revolución Jonia en el año 499 a.C. y culmina con el reinado de Alejando
Magno entre 336 y 323 a.C. La época estuvo marcada por las constantes guerras. En primer lugar las Guerras Médicas, en la que los griegos hacen frente al enemigo común, Persia. En segundo lugar, la Guerra del Peloponeso, guerra que se libra entre los griegos, la confrontación era principalmente entre Esparta y Atenas, por el predominio en Grecia.
En éste periodo Grecia alcanza su apogeo en el ámbito cultural y artístico. En la literatura resaltan autores como Esquilo, Sófocles y Eurípides, aunque no son los únicos; el género más trabajado durante la época fue la tragedia, género que Aristóteles estudió por medio de su Poética.
Por otro lado, en el campo de la escultura se alcanzaron tal vez las cotas más altas de desarrollo, cotas que encuentran su parangón en el Renacimiento, el Clasicismo y el Neoclasicismo. Durante el siglo V a.C destacan escultores como Mirón, conocido por su Discobolo, Policleto conocido por su Doriforo y Fidias quien fue el escultor jefe en la construcción del Partenón; estos escultores rompen con el canon de escultura arcaica y se preocupan por ejecutar obras con un carácter naturalista, más cercanos a la realidad. Durante el siglo IV destacan Escopas, Práxiteles y Lisipo.
Jenofonte y su concepción de mímesis
Nace en cercanías a Atenas aproximadamente hacia el año 431 a.C, su infancia y juventud están marcadas por la Guerra de Peloponeso, en la que toma parte como soldado de caballería.
Fue discípulo de Sócrates de quien escribió una Apología, como defensa ante el jurado que le condenaría a beber la Cicuta por, supuestamente, corromper a los jóvenes y atentar contra la democracia.
Neus Galí Oromí, profesora de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, en su artículo: La “mimesis” de la pintura y la escultura en el pensamiento de Jenofonte, nos muestra como éste discípulo de Sócrates, expone el pensamiento de su maestro a través de dos diálogos, uno con un pintor, Parrasio, y el otro con un escultor, Clitón. Galí Oromí nos indica varios puntos acerca de cómo Sócrates, a través de Jenofonte, entiende la mímesis.
Con acuerdo a la apología escrita por Jenofonte, Sócrates piensa que: “las imitaciones de los pintores no tienen por qué ceñirse a una reproducción exacta de los modelos tal cual aparecen en la realidad, sino que pueden seleccionar los rasgos de distintas personas para conseguir una representación de una figura lo más bella posible” (Galí Oromí, Synthesis, Volumen 12, 2005, pág. 2) Así el modelo que representan los pintores no es natural sino ideal, pero no dejan de ser una imitación de objetos sensibles.
Una buena imitación no se limita a los aspectos físicos, busca reproducir los sentimientos y la psicología de quien es representado: Hay signos externos […] que reflejan los sentimientos y el carácter de los hombres, por lo que aquello que carece de propiedades sensibles puede ser reproducido por medios sensibles (Galí Oromí, Synthesis, Volumen 12, 2005, pág. 5) Por esto se incluyen en la imitación el Ethos y el Pathos. El primero como representación de realidades intrínsecas permanentes, como el carácter; el segundo como una respuesta a estímulos externos, por tanto imitación de reacciones como el enojo.
Respecto del caso específico de la escultura Galí, comenta acerca de lo dicho por Sócrates: “La escultura se describe como una imitación de la realidad corporal. Las cualidades físicas que la pintura imita (contorno, volumen, luz, etc.) equivalen a las que reproduce la escultura: la forma que adoptan los músculos según la posición del cuerpo. La diferencia es que en el caso de la pintura el mundo físico se ilustra con cualidades puramente estáticas, mientras que en el caso de la escultura las cualidades sugieren movimiento” (Galí Omorí, Op. Cit. pág. 7).
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