La tolerancia como el camino hacia la paz

La tolerancia como el camino hacia la paz

“Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio”.

Mahatma Gandhi

La tolerancia, como valor, juega un papel importante en la ética, tanto personal como profesional, porque permite que las relación con los demás sea armoniosa, sin caer a la falta de honestidad. Este valor tiene que ver con la capacidad de aceptar y escuchar al prójimo, comprendiendo que cada quien tiene una forma distinta de ver la vida, o cualquier otra situación puntual, para practicarlo, es necesario el respeto a las ideas, creencias, y prácticas de los demás, que aunque se puedan discutir, es necesario entender que no todos crecieron o han vivido lo mismo, como para pensar de la misma forma. Practicar este valor, es uno de los más difíciles para la mayoría.

Palabras Clave

Tolerancia

Respeto

Amor

Aceptación

Ética

Paz

Convivencia

Reflexión

Aristóteles, en su libro Ética a Nicómaco, no menciona el término en sí, sin embargo, da un espacio a la convivencia y amistad, a través de la aceptación de los errores del otro, en este caso, es entender la situación de los demás, ponerse en su lugar, y reflexionar, antes de hacer un comentario que afecte.

La tolerancia, está dirigida a cualquier ámbito de la vida, tanto personal, profesional, familiar, de amistad, e incluso propio, más allá de ver de forma superficial a los demás, es necesario conocernos a nosotros mismos, y aceptarnos tal y como somos, eso es amor propio, que se consigue a través de la seguridad y de saber que en este mundo no existe perfección o verdad absoluta, más que la verdad que percibe cada quien, y así es como el mundo debe verse.

La mayoría de problemas que afronta actualmente el mundo, se da por desacuerdos con la falta de tolerancia, esto incluye el racismo, la discriminación, e incluso por diferencias físicas, que hasta cierto punto son insignificantes, así como las ideologías, que algunas pueden llegar a ser radicales, que dejan de pensar en el bienestar del prójimo, sino se enfocan en forzar a creer algo, que no a todos se les inculcó.

Otro ejemplo, son temas universales, como la música, la forma de vestir, o el futbol, con las interminables peleas por llegar a un acuerdo y decidir “cuál es mejor”, pero considero que lo mejor, es según la perspectiva de quien lo ve, así como la belleza, es por eso que muchos sectores se sienten discriminados, solo por los gustos, hasta cierto punto, llegan a sentirse ignorados por el resto de la sociedad, con el tiempo, esto puede causar resentimiento y causar, incluso, hasta guerras.

La tolerancia, abarca también, entender la fe, que para cada quien es sagrada, e incluso puede llamarle de otra forma, ahora es común escuchar como unos se burlan de otro por lo que sienten o creen, sin entender que la fe va más allá de la religión, y que es parte de la mente y alma de cada persona, algo que no se puede remover de forma fácil, obligar a creer o dejar de creer, no debería ser el objetivo, más bien, dejar creer, y unir las cosas en común que sean a beneficio de los demás.

El filósofo y escritor, Voltaire, dijo una vez “no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo”, esto da un paso también a la libertad de expresión, algo necesario en esta sociedad reprimida, no solo por los restos que dejaron las guerras, sino de forma política, e incluso religiosa, que hizo que muchos guardaran rencor, más que amor por el pasado, lo que causa resentimiento entre grupos de personas que pueden tener una diferencia superficial.

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