Muestras de la idiosincrasia del hombre contemporáneo en la obra “El proceso” de Franz Kafka
Enviado por Maurizio Mendoza • 27 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 1.473 Palabras (6 Páginas) • 212 Visitas
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AVANCE DEL BORRADOR DEL ENSAYO
Asignatura: ESPAÑOL NS
BUSSALLEU SALCEDO, Daniela
Profesor(a): CAMPAÑA HUANAMBAL, Yolanda Paula
Número de palabras: 1261
Fecha de entrega: 12 de Noviembre de 2015
Pimentel – Perú
PREGUNTA: ¿Existen muestras de la idiosincrasia del hombre contemporáneo en la obra “El proceso” de Franz Kafka?
TÍTULO: Muestras de la idiosincrasia del hombre contemporáneo en la obra “El proceso” de Franz Kafka.
OBJETIVO: Demostrar que existen muestras de la idiosincrasia del hombre contemporáneo en la obra “El proceso” de Franz Kafka y explicar los recursos de los que se ha valido el autor para esto.
ENFOQUE: Historicista.
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A partir de finales del siglo XVIII se produjeron una serie de cambios políticos y económicos que inauguraron la Edad Contemporánea. La Revolución Industrial y la Revolución Francesa marcaron el futuro de Europa y, con el de ella, el del mundo. Los siglos XIX y XX fueron testigos de grandes cambios, guerras, nuevas ideologías y procesos históricos, por lo que podría llamársele una etapa de evolución total, en la que el comportamiento del hombre y pensamiento, sufrió múltiples cambios; desde el surgimiento del pensamiento ilustrado; que pasa por momentos de decadencia, angustia, desesperación e incluso la pérdida del sentido de la vida durante las dos guerras mundiales, hasta el hombre que conocemos en la actualidad.
El hombre contemporáneo, es un hombre vacío, sin esencia, sin dimensión espiritual que se caracteriza por el agnosticismo, se deja llevar por lo estético y se encuentra constantemente en crisis existencial, ética y moral. La dignidad del hombre ha sido reducida a cero, hay ausencia valores, ideales, y sentido de vida; y una cultura de muerte de alcohol, drogas, aborto, eutanasia, suicidios, etc. El hombre actual solo busca placer y comodidad y recae en la sociedad del consumismo.
Pero es del contexto del hombre de una de las dos guerras mencionadas anteriormente en lo que me centraré para realizar mi estudio. Franz Kafka, autor de la obra “El proceso” tuvo la desdicha de vivir durante la terrible catástrofe de la Primera Guerra Mundial. 1914-1918, Imperio Austro-Húngaro.
Kafka, empezó a escribir su obra, en realidad anotaciones, en el año 1914, y considero que este acontecimiento no es una simple coincidencia, pues muchos aspectos de la triste realidad en la que se encuentra el autor, se ven reflejados en su obra. Por lo que me atrevo a afirmar que existen muestras de la idiosincrasia del hombre contemporáneo en la obra “El proceso” para lo cual, el autor se ha valido del uso de recursos narratológicos.
En síntesis, la obra trata de un hombre, Josef K., que es juzgado frente a un tribunal, y nunca, ni siquiera él mismo, llega a conocer el motivo, lamentablemente, es condenado y sentenciado a muerte. No es coincidencia el que Kafka haya escrito esto ¿Qué pasaba en Austria Hungría en ese entonces?
A inicios de la guerra, se dio “La ley Marcial”, que consistía en que una gran parte del poder era asignado a los militares, se les dio el poder arrebatarle la vida, a cualquier persona y en el momento que quisiesen, yendo en contra de la ética y la dignidad humana; la libertad y los derechos del hombre.
Lo mismo ocurría en el momento en el que los hombres eran reclutados para luchar por su imperio, si bien es cierto, lo hacían por voluntad propia, pues tenían interiorizado un profundo sentimiento nacionalista e imperialista, claro, eran engañados detrás de la extensiva propaganda, y del mismo modo, eran manipulados, se iba en contra de la vida.
Estas situaciones se ven claramente reflejadas en la obra, Franz, se ha valido del personaje principal, Josef, K. para demostrarlo. Este es arrebatado de lo mismo a lo que los hombres Austro-Húngaros, su dignidad, libertad y derechos. “Alguien debió haber calumniado a Josef, K., puesto que, sin haber hecho nada malo, fueron a arrestarlo una mañana” (pág.7). Y al igual que en la guerra, Josef, K., era privado del derecho a opinar y a ser escuchado, se sentía simplemente acorralado “” ¡Déjenme en paz y váyanse al diablo!” gritó K., a quien ya habían acorralado hasta su armario ropero.” (pág.15). Es tal vez, lo que todos en esta época querían decir. Lamentablemente en Europa, la concepción de vida cambió mucho, era como si el hombre simplemente fuese arrojado al mundo, arrojado de sus destruidos hogares, de sus valores, libertades y derechos. ¿Tenían algún propósito en la vida? Es por esto que como mencioné anteriormente, caían en el agnosticismo ¿Cómo con tantas desgracias podría existir un salvador? O al menos, una gota de esperanza, si nadie sabía que pasaría con sus miserables vidas y todos tendrían el mismo destino.
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